Mi último latir
Siento como mis ideales prisioneros son, de mentes dañadas que exigen una razón, miedo me da gritar o suplicar, por el hecho del qué dirán.
Pareciera que el dolor es su alimento, pues la palabras pesan más por el tiempo, cuan difícil es cargar este enorme peso, a donde llevamos esto con tal esmeró.
Somos eternos hasta que nos olvidan, marcados estamos por una vida que no termina.
Los sueños se han desvanecido, aún ilusos luchamos por algo perdido y con frío en el alma, amamos a quienes nunca nos extraña.
Cómo último aliento dejo mis palabras, en memoria de las bocas que callan, esperando que alguien las encuentre y resucité lo poco que queda en la gente.
2019-04-09 05:55:21
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