Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 3
Después de salir de la comisaría Francisco me acompaña hasta el hotel.

— Bueno, veo que nuestra primera salida no fué como me la esperaba.

—Ya va a haber tiempo para hacer una salida que salga bien.

—Ahora si no te molesta, me voy a ir a dormir --Me dice con cara de cansado.

— Sí, yo también voy. Nos vemos mañana.

—Nos vemos —Me voy a mi habitación y me tiro en la cama, quiero llamar a Lorenzo pero allá deben ser como las 5 de la mañana.

Me pongo el pijama, me desmaquillo y me duermo.

Cuando me despierto ya son las 9, me pego una ducha y me preparo para bajar a desayunar cuando me llama Francisco.

—Hola, decime todo.

—Quería saber si ya desayunaste.

—No, estoy bajando ahora.

—Ah, mejor porque quiero hacerte una invitación.

—¿Querés que vayamos a desayunar en algún lugar?

—Noo, me arruinaste la sorpresa—Nos reímos los dos.

—Bueno, entonces ahora bajo—Corto la llamada y cuando bajo veo que me está esperando.

—¿Estás lista?

—Sí,vamos. Como siempre estoy en tus manos, guía turística.

—¿Y mis clases de italiano para cuándo?

—Si querés hoy cuando trabaje te enseño.

—¿De qué trabajas?

—Traduzco textos desde el italiano a el español y viceversa.

—Perfecto, así vos trabajas y yo aprendo.

—Sí,exacto—Nos vamos al bar y desayunamos cuando me llama Agustín.

-- Hola, Agus.

—Buen día, escúchame hoy voy al boliche para hablar con el director, ¿Vos me querés acompañar así me ayudas?

—Sí, está bien. ¿Cuándo sería esto?

—Cuando eesté listo te paso a buscar en el hotel, ¿Está bien?

—Sí, ahora termino de desayunar y vamos para el hotel y ahí te espero.

—¿Estás con alguien?

—Con tu hermano.

—Ah, bueno, después nos vemos—Terminamos de hablar y pongo el celular sobre la mesa y me tomo un sorbo de cappuccino.

—¿Era Agustín?

—Sí, después tenemos que ir al boliche para hablar de lo que pasó ayer haber si nos puede dar más datos.

—¿Y no puede ir él solo?

—Sí, bueno pero yo vine acá para eso y me gusta ser parte de la investigación.

—Ah, entiendo —Me dice con una cara rara.

—¿Te pasa algo?

—No, nada.

—Bueno, ¿Ahora vamos para el hotel a esperar tu hermano?

—Sí, vamos —Nos vamos al hotel y media hora después llega.

— Buen día, chicos. ¿Estás lista, Sofia?

—Sí, estoy lista.

—Chau, hermanito—Agustín le dice a Francisco, pero él no le responde.
Salimos del hotel y nos encaminamos para el boliche.

—¿Le pasa algo a mi hermano?—Me pregunta.

—No se, cuando me llamaste se puso serio.

—Que raro.

—Hoy a la tarde voy a hablar con él—Llegamos al boliche y el director está sentado esperando y cuando nos ve nos abre en seguida.

—Los estaba esperando —Dice el director.

—Ah, muy bien. Entonces, empezamos, cuánto antes mejor.

—Vengan para mí escritorio—Nos vamos allá y nos sentamos.

—Bueno, ahora te voy a hacer algunas preguntas—Yo me quedo ahí escuchando mientras Agustín empieza con la primera pregunta.

—¿Se acuerda del día en qué llegó?

—Sí, era una tarde más o menos hace un mes, no sabía hablar en español así que me decía las cosas a través de un traducto. Me dijo que era italiano y que el día anterior había llegado y no tenía plata, solo que tenía una casa que supuestamente era de una tía lejana pero por lo que veo no existe esa casa.

—Sí, nosotros fuimos a la dirección, pero era puro campo.

—Bueno, yo no suelo contratar a gente así que no sabe ni hablar en español y que no tienen experiencia, pero no tenía plata y entonces decidí ayudarlo.

—Hizo bien, pero hay que tener cuidado porque ese tipo mató a alguien y el día en el que vino acá estaba escapando para que no lo encuentren.

—¿Así que acá estaba trabajando un asesino?

—Lamentablemente sí, nosotros ahora nececitamos su foto para empapelar la ciudad, así vemos si alguien lo vió.

—Sí, ahora le traigo una foto suya -- Se va a buscarla, y unos minutos después vuelve.

—Muchas gracias por su aporte.

—De nada, oficial, cualquier cosa lo llamo.

—Sí, gracias --Lo saludamos y salimos.

—Ahora mando a imprimir esta foto y vamos a empezar a empapelar toda la ciudad, después vamos a hacer un anuncio en el diario y también en la tele, este tipo no se me puede escapar, no tiene vía de escape.

—Vas a ver qué si no es mañana es pasado, pero va a aparecer ese hijo de p*ta.

—Bueno, yo ahora voy a hacer esto.

—Sí, dale, adiós. Cualquier cosa llámame.

—Sí, obvio —Se va y me quedo sola así que llamo a Lorenzo.

—Hola, amiguita, pensaba que me llamabas ayer.

—Quería llamarte, pero era muy tarde.

—¿Pasó algo?

—¿Ayer salí con un chico.

—¿Agustín?

—No, su hermano, pero no importa ahora.

—¿Y adónde fueron?

—Fuimos a un boliche y mirá justo nos atiende el tipo que estamos buscando.

—No entiendo—Me dice  confundido.

—Parece que él vino acá hace un mes para buscar trabajo porque no tenía plata, entonces se pone a trabajar en el boliche y ayer cuando me vió se puso re nervioso, al principio me parecía raro. pero después lo miré mejor y era él.

—No lo puedo creer, ¿Y qué hiciste?

—Fuí a la comisaría a contarle todo a Agustín, volvimos al boliche pero el tipo mientras tanto había renunciado porque supongo que le metí miedo porque me reconoció.

—Mirá el destino, ¿Y luego qué hicieron?

—Pedimos algunos datos a el director del boliche y el nombre obviamente es falso y la supuesta dirección de su casa no existe, es puro campo.

—Hay muchos delincuentes que hacen esto, es normal. ¿Y ahora qué van a hacer?

—Vamos a empapelar toda la ciudad con su cara para ver si alguien lo reconoce.

—Muy bien, veo que no necesitan de mi ayuda entonces.

—Yo ayer te la pedí porque si no lo encuentra quiero que me ayudes en secreto así el comisario no se entera.

—Bueno, pero veo que por ahora puede hacerlo solo, si más adelante necesitas que te ayude decímelo.

—Sí, obvio.

—Bueno, ¿Y por qué saliste con su hermano?

—Porque es mi guía turística y yo le enseño italiano, justo ahora tendría que darle clases.

—Entonces, te dejo con tu alumno.

—Llámame cuando quieras amiguita, adiós—Corta la llamada y luego me dirijo hacia el hotel y veo a Maxi que está hablando con la novia de Agus.

—Hola, ¿Cómo les fué?

—Bien, estamos avanzando—Le digo sentandome al lado de ellos.

—Bien, me alegro.

—Hola, Sofía —Me saluda Marisol.

—Hola—Hay un aire medio incómodo, como si hasta ahora estuvieron hablando de mí.

—¿Pasa algo?— Les pregunto.

—No, nada. Yo ahora me voy a ver a mi novio, hasta luego —Se va y nos quedamos solos Francisco y yo.

—Decíme lo que te pasa — Le digo.

—Ya te dije, nada.

—Te noto raro.

—Cosas mías. ¿Ahora querés ir a almorzar?

—Sí, dale. Luego voy a trabajar y vos venís conmigo así aprendes un poco de italiano.

—Está bien —Nos vamos a almorzar y luego subimos a mi habitación, prendo la computadora y veo lo que me mandaron para traducir.

—Mirá, esto lo voy a traducir en italiano así ves como son las palabras—Empiezo a escribir mientras él por mitad del tiempo me mira a mí y por la otra mitad mira lo que estoy escribiendo.

—¿Entendés algo? —Le pregunto.

—Bueno, sí, un poco.

—No pareces muy convencido.

—No. Bueno, es la primera vez así que tengo que acostumbrarme.

Termino de traducir todo.

—Tengo hambr. ¿Vamos a almorzar?

—Sí, vamos.

Después del almuerzo vuelvo a mí habitación y me duermo porque la noche anterior no dormí nada Cuando despierto veo que tengo 5 llamadas perdidas de Agus, entonces lo llamo.

—¿Qué pasa, Agus?—Digo con voz dormilona.

—Esta mañana llamó una señora diciendo que lo había visto.

—¿Cómo? ¿Y adónde?

—No se, dijo eso y luego cortó la llamada. Intentamos llamar de nuevo, pero da todo el tiempo apagado así que rastreamos la llamada y tenemos la dirección, quería preguntarte si querés venir conmigo a ver esta señora.

—Sí, obvio. En media hora estoy en la comisaría-- Corto la llamada y me preparo. Voy a la comisaría y Agus está ahí esperándome.

—Estoy lista.

—Bueno entonces, vamos —Vamos en el auto de policía y pone el navegador, después de 15 minutos llegamos a la casa.

—Parece ser que está acá.

—Bueno entonces, bajamos— Bajamos del auto y tocamos el timbre,  pasaron 2 minutos y nadie abre.

—¿Esperamos un poco más o tiras abajo la puerta?

—No se, me parece raro que haya llamado y luego no contesta, pero no puedo tirar abajo la puerta porque no tengo una orden.

—Entonces, vamos a ver si hay alguna ventana y si se ve algo -- Vamos a ver en una ventana donde se ve una cocina.

—Mirá allá—Me indica Agus, hay una señora en el piso.

—Yo sabía que le había pasado algo.

—¿Y si está él esperándonos?

—Sería muy estúpido de su parte.

—Pero puede ser que esté ahí.

—Voy a abrir la puerta—Agarra algo chiquito y empieza a girar en la cerradura hasta que se abre.

—Tenés que enseñarme a hacer esto—Le digo.

—Sí, pero ahora quédate acá afuera.

—No, yo entro con vos.

—Es muy peligroso.

—O entramos o entramos.

—Que terca que sos.

—Sí, lo soy—Dicho esto él saca el arma y se pone delante mío, empieza a caminar hacia delante y yo lo sigo, vamos hasta la cocina y encontramos a la señora.

—¿Está muerta?—Le pregunto y él se acerca para ver si respira.

—No tiene más signos vitales, ahora llamo a una ambulancia—Saca el teléfono de su bolsillo pero no hace en tiempo para tipear porque yo me siento una mano que me agarra del cuello y empiezo a gritar.

—Pero mirá que estúpidos, cayeron los dos en la trampa—Dice un hombre que me parece que es el asesino.

—Bajá el arma porque vas a terminar mal— Le dice Agustín muy firme.

—Yo no bajo nada, vine a hacer lo que tenía que hacer hace un mes cuando maté a tu hermano, matarte a vos también—Me dice tirándome al piso y apuntandome el arma en la cabeza.

—Escúchame, sabés que con un llamado está acá toda la policía.

—¿Ah, sí? Bueno, pero si quieren yo los mato a los dos y luego me escapo como ya lo hice.

—¿Por qué carajo mataste a mi hermano? Qué te hizo?—Le pregunto.

—Tu hermano me robó a mi novia así que lo maté.

—Que hijo de p*ta que sos.

—¿Cómo dijiste?—Me dice todo enojado y me dispara en la pierna. Él se pone a correr y Agustín lo empieza a seguir tirando disparos mientras yo trato de parar la hemorragia en mi pierna. Después de unos segundos vuelve.

—Carajo, se escapó—Mientras decía esto encontró un trapo y me lo puso en la pierna.

—Aprieta fuerte acá, yo mientras llamo a una ambulancia.

—Bueno, pero decile que se muevan porque me arde mucho.

—Tranquila—Llama a la ambulancia y 10 minutos después llegan, vamos en el hospital y me sacan la bala, me ponen unos puntos en la herida, me ponen una venda, luego Agustín me acompaña al cuarto del hotel.

—Bueno, como te dijo el médico ahora tenés que hacer reposo.

—Yo no voy a descansar hasta ver a ese tipo en la cárcel. ¿¿Cómo carajo puede ser que se nos escapó así??

—Cálmate, pasa que estaba yo solo y vos no sos policía así que no sabes cómo se hace, yo sabía que iba a ser difícil, pero lo vamos a agarrar sea como sea.

—Bueno, está bien, ¿Y  la señora que estaba ahí?

—La trasladaron a la morgue y mañana le hacen la autopsia, y yo voy a ir a la casa para ver si hay algunas huellas de él.

—Tiene que haber algo—Cuando me dice esto tocan la puerta.

—¿Quién es?—Pregunto.

—Soy Francisco.

—Vení —Entra Francisco todo preocupado.

—Me enteré de lo que pasó, ¿Cómo estás?

—Bueno, un poco movilizada y me duele la pierna.

—Me imagino.

—Chicos, me voy— Nos dice Agustín.

—Sí,, avísame qualquier cosa—Le digo y se va de la habitación.

—No tenías que ir —Me dice.

—Yo voy a seguir buscandolo junto a Agustín, no puede siempre escapar ese tipo.

—¿Pero vas a poner en riesgo tu vida?

—Tengo que hacer justicia por mi hermano, ese tipo tiene que pagar por lo que hizo, lo tengo que hacer por mi familia y por mi hermano así que podés decirme todo lo que quieras. pero no voy a parar.

—Bueno, veo que estás muy convencida, pero yo aunque si nos conocemos hace poco me preocupé por vos. Se acerca a mí, mira mis labios y de un momento a otro me besa, pero yo me alejo.

—Perdóname, fué un impulso.

—Tranquilo.

—Mejor me voy —Me dice.

—Bueno,  mañana nos vemos, entonces

—Sí, nos vemos.

Se va y me quedo sola en mi habitación, trato de dormir olvidandomé de todo.
© Amo_La_Escritura,
книга «El Destino».
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