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Narra Sophia :

No he dormido en toda la noche pensando en como debe ser esa bestia.  Me imagino a un hombre viejo con arrugas y canas ,  pero robusto,  que al convertirse en lobo le salen colmillos llenos de babas y pelo por todo el cuerpo.

Pobre de la joven que vaya a ser su mujer.

Miro la hora y me doy cuenta de que por tanto pensar en la bestia siquiera me empecé a alistar para ir a clases. Me levanto yendo directo al baño.

(***)

Termino de bañarme para después ponerme el uniforme junto a los tacones.  El cabello me lo dejo en dos simples moños. Bajo las escaleras sabiendo que mi padre se fue a trabajar.  Y mi hermano ya se fue a clases.

Salgo de casa sin desayunar y me dispongo a correr,  cuando el derrape de un coche me hace parar en seco.  Creyendo que es Lucy o Lucke giro sobre mi ege con una sonrisa en mi cara.  Pero al ver de quien se trata mi sonrisa se va tan rápido como vino .

Brad.

- Mi hermano no está - Aviso de buenas a primeras.

Escucho su risa ronca.  Palmea el asiento a su lado,  cosa que hace que la mire interrogante.

- No te preocupes. No busco a tu hermano, sino a ti. Ya puedes ir sentando tu culo aquí.- Ordena.

Por favor, Dios, dime que esto es una broma de mal gusto.

La sangre me baja a los pies tan rápido alcanzo a oír esa orden. No puedo ni quiero subirme a su coche. Yo más que nadie sé cuanto me odia Brad y también sé de lo que es capaz.

- No. - Me niego sin tartamudear, quiéndome mostrar firme y fuerte.

- Repite lo que has dicho. - Escupe con una sonrisa falsa mientras le veo apretar de más el volante.

Todas mis alarmas y sensores internos me empiezan a chillar "¡Peligro, peligro!" constantemente.

Sin más corro,  sí,  corro sin importarme el dolor en los pies que sufriré por los  tacones.  Escucho su claxon tras de mi,  pero no me atrevo a voltear. Al ver que estaciona el carro para bajarse lo único y último que puedo hacer es meterme en el bosque.  Sé que es peligroso ya que me puedo encontrar un oso,  una serpiente o hasta un lobo,  pero todo eso es mejor a que dejar que él me encuentre.  Corro entre los árboles sin importarme sus gritos y amenazas a mi nombre.  Seguramente mi hermano fue quien le dio permiso para poder venir a golpearme.  Mi hermano no me golpea,  envía a sus amigos, así como Brad y Rose para golpearme o insultarme.

Cuando dejo de escuchar sus gritos a mi nombre, me relajo y me siento bajo la copa de un árbol.  Cojo aire mientras puedo,  pongo mi mano al pecho y mientras con la otra me seco las lágrimas que calleron por el recorrido.  Miro mi uniforme y está totalmente manchado de tierra y una que otra hoja o planta. Estoy echa un maldito desastre.

-¿Por que me pasa esto a mi? - Pregunté dejando escapar un grito de rabia.

No podré volver a casa hasta que sean las 14:00, para poder hacer creer a mi papá que en verdad estoy en el centro. Hoy, está claro que me perderé el examen de física y química que tenía.

Trato de relajarme inhalando y exhalando lentamente,  mientras cierro los ojos por unos momentos.

...

Siento bajo de mi una base rasposa y dura.  Abro los ojos viéndome bajo la copa del árbol en el que me senté y hace poco me dormí. Saco rápidamente el móvil de mi mochila en donde se ve claramente que son las 15:07 de la tarde,  me levanto del suelo y corro hacia salida del bosque.

Veo como un nuevo mensaje del grupo de mis amigos me llega.

BESTIE FRIENDS

lucy:

-¿Donde coño estás Sophia?

Lucke:

-¿Te a pasado algo? ¡Cuéntalo!

- Roja, si te ha pasado algo, dinoslo, te ayudaremos.

Lucy:

- ¿Necesitas que te recojamos o algo?¿ Dónde estás?

(***)

Todos los demás mensajes eran iguales. Era en momentos así en que agradecía tanto el hecho de tener amigos. Lucke y Lucy valían mucho más de lo que valían los seres que se hacen llamar mi familia.

Les escribí un mensaje en el que simplemente los decía que estoy bien, que no hacía falta se preocuparan y que simplemente no fui a clase y listo. Me decido por apagar el móvil y guardarlo en la mochila. Me quito los tacos y con ellos en mano, camino descalza, sin importarme en lo absoluto que mis mallas blancas se fuera a ensuciar.

(***)

Llego a casa percatándome de que mi padre ya llegó.  Subo al cuarto,  me vuelvo a duchar y me pongo mi pijama.

- ¡Bastarda! - Oigo a mi padre llamarme.

~So-phia-a, no es tan difícil...~ Pienso.

Cojo aire y bajo las escaleras.

Estando en la sala donde mi padre mira tranquilo la tele me dispongo a dirigirme hacia él.

- ¿Si? - Pregunté una vez estuve delante de él.

Él me analiza un momento para después decir - Matt me dijo que no fuiste a clases.  ¿Dónde estuviste?  - Pregunta levantándose bruscamente del sofá.

- Estuve con Lucy. - Miento.

Miento diciendo que estuve con Lucy, claramente porque si le decía que estuve hueyendo del mejor amigo de su hijo favorito, pues es obvio que no me creería y además, le daría lo mismo. 

-Mentira- Apareció de la nada Matthew.  Mi respiración se descontrola al momento y mi corazón empieza a golpear mi pecho con dureza. Lue suplico a mi hermano con la mirada, pero lo único que hace él es sonreirme maliciosamente. - Ella no estuvo con Lucy por que ella estaba en el instituto,  yo la vi.  Sophia estaba con un chico llamado ¿Lucke?  Si,  así creo que se llama.

¡Mentira!

- ¡No es verdad! ¡No estuve con el! - Grité,  pero mi padre no parecía escucharme.

- Bueno, hasta luego. He quedado con unos amigos.- Se despide él dando un beso a la nada.

Cuando la puerta de entrada y salida se cierra y se sabe que mi hermano se ha ido, volteo a ver a mi padre. Veo temblorosa y sin poder articular palabra alguna como se quita el cinturón de la cintura y entonces sé que volvería a empezar con mi tortura.

- P-papá y-yo... - No me dejó terminar ya que su puño se estrelló contra mi mejilla, tirándome al suelo.

- ¡Ahora te divierte andar de puta! ¿Eh? - Me gritó dándome con el cinturón.

En el momento en que el cinturón tuvo contacto con mi palida piel se formó una línea roja con la forma del cinturón en mi muslo que es donde me había dado.

- ¡Así es como se le castiga a una puta como tu! - Me seguía gritando

Dejó el cinturón de lado y prefirió pegarme de cachetada a cachetada. De mi boca callo una hilera de sangre ya que por el último puñetazo me mordí la lengua.

- P-papá... - Traté de suplicar,  pero con la garganta tan adolorida por los gritos que pegaba  ya ni hablar podía.

- Espero que con esta lección aprendas a ser una hija digna- Con eso dicho se marchó de la sala tras ponerse el cinturón.

~ ¿Y tu cuando vas a ser un padre digno? ¿Cuando serás el padre que necesito? ~Pienso.

Me levanté como pude y me dirigí a mi cuarto agarrandome a lo que sea con tal de no caer.

(***)

Me metí en el baño,  cogí el maletín de primeros auxilios y me empecé a curar herida por herida. Las lágrimas aún seguían cayendo y no por la golpiza,  no,  sinó por como mintió mi propio hermano,  el sabía que mi padre me golpearía después de decirle esa falacia,  pero no le importó,  prefirió vengarse de esta manera en vez de dejar así tal y como estaban las cosas.

- No me merezco vivir así - Susurro acostándome en mi cama, con suma delicadeza.

Gracias a Dios mañana era sábado y no tendría que ir a clases,  así nadie vería las heridas en mi muslo,  en mi mejila y mi labio roto.

~Mama ¿Por que te fuiste? ~Pienso.

Con esa pregunta en mi mente quedo totalmente dormida.

© Carla Gaona,
книга «Te Encontré».
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