Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 4
Imposible Jerfei era simplemente un apodo no significa que seamos descendientes del Diablo. Cogí el libro y salí de aquel sitio definitivamente no había nadie. Debió ser el ruido de alguna rata. Cuando subí volví a ver el cuerpo. Tenía que deshacerme de él. Así que lo envolvió en plásticos y con la ayuda del celo conseguí que el plástico quedará totalmente sellado. Tocaba el turno de decidir dónde ponerlo, al principio pensé en enterrarlo pero podrían pillarme es muy obvio. Tenía que eliminar las pruebas. Entonces me acordé que en esta casa había una especie de horno gigantesco en el jardín. Llevé el cuerpo hasta allí sin que nadie me viera. Pesaba demasiado así que lo tuve que arrastrar por el césped al llegar al horno lo metí y le prendí fuego. No había pruebas de que algo hubiera pasado. Reflexioné mientras el cuerpo se consumía. Yo no lo había matado porque eliminó las pruebas. Pero entonces recordé que justo antes de levantarme había soñado que mataba a ese tipo. Qué casualidad. Eso significaba que era sonámbulo y además un asesino… no lo tenía claro lo único que sabía era que sería mejor que nadie se percatara.
© Héctor Palomino,
книга «Hay alguien en casa (Relato Corto)».
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