TEXTOS DE APLAUSMÁTICA (2)
REFLEXIONES APLAUSMÁTICAS. LA NECESARIA CAÍDA DEL FEMINAL SOCIALISMO
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (1)
ESCENA SOBRE FEMINISMO. LA PLAGA DE LAS CERDAS
Una tregua. En algún punto de Dinamarca.
_¿Por qué nos llamas Feminazis?... se preguntan asombradas, ellas, las de la Revolución, las de la igualdad, las del sombrero en punta y la escoba.
_ Igual porque… cualquier desvío de vuestro atornillado y sucio camino, creéis merezca ser destruido y aniquilado.
Se evidencia un aire frío, un susurro helado. _Esos, los del heteropatriarcado blanco, son demonios, son el diablo. (Dicen que es la Matojos desde el Infierno).
_Un único lugar para cada concepto y además hecho a medida. Os demostrásteis prostitutas cuando sin más matasteis a la princesa. Aunque también habéis matado a Dios.
_Princesa, puta… Ahhhh Ahhhh Muerte a la princesa. Ahhhh Ahhhh Muerte a Dios y al heteropatriarcado blanco y… Ahhhh Ahhhh…
Ahora desde la sólida certeza del extremismo feminazi, y aprovechando que sus representantes en este diálogo, se han ido gritando, sin norte, buscando a quien matar. Ahora que es posible la comunicación voy a apuntar algo, una opinión, la mía, acerca de la igualdad de sexos.
(Ahhhh Ahhhh… Se oyen alaridos en la lejanía).
_Una sociedad es libre cuando todas sus ideas se nivelan … (…) Un Mundo Perfecto se origina en la igualdad e inclusión del conjunto completo de la sociedad del planeta… (…) Una conjunción así es posible mediante la creación de un sistema de control y gestión eficaz que pueda lograr la implementación de una mecánica de consumo y producción dirigida hacia el principio fundacional del respeto a la vida y al ser humano.
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (2)
LA INEXISTENCIA DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO. UNA ÚNICA IDENTIDAD SOCIAL
Somos como especie el resultado de una pausada evolución. Nuestro camino se ha visto durante cientos de miles de años plagado de pruebas y peligros. Hemos tenido que separar las funciones a realizar entre el varón y la hembra, y cortar a la medida de la supervivencia. Pongamos que el hecho de la gestación retuvo a la hembra en el hogar.
La tribu fue la culminación social de las épocas primitivas y en la tribu, la defensa y el ataque formaban parte del día a día. Era esta una lucha animalizada en busca de territorios, de alimentos o hembras reproductoras, en fín, aún se sobrevivía. La situación de la hembra era la misma, el hogar y el por qué, el mismo, la gestación y la supervivencia de la especie.
En las civilizaciones de la antigüedad se poseía aún en un alto grado el espíritu de la tribu, y acostumbrados a la necesaria lucha, aquellos primeros hombres de cultura se hicieron a la guerra, innecesaria casi siempre, pero lógica para una especie acostumbrada a un mercado de producción dirigido a un consumo mayormente basado en la supervivencia. Los hombres ya estaban asentados como guerreros y fue el siguiente acomodo en su lugar de predominio de género, el considerar a los sobresalientes en las nuevas guerras como héroes, lo que impide a la hembra dejar su ocupación como criadora y cuidadora. Todo correspondía a una lógica de la evolución y el pensamiento se acoplabla sin problema y acorde a la misma lógica.
Vemos como este estado de la identidad de género se mantiene salvo alguna aislada excepción durante el completo de la historia de la humanidad, y el por qué ya hemos comprobado es debido a una primaria necesidad de supervivencia. Como lo es la lucha, y ahora vamos a pensar en nuestra sociedad actual, en nuestro supuesto intelecto. En la lucha no hemos conseguido avanzar. Pongamos, igualemos en el nivel que les corresponde a los dos aspectos. No hemos superado ninguno de los dos. Es necesario un adelanto evolutivo para conseguir salvar la igualdad de género y también este contaminado y herido de muerte a causa de la Involución, nuestro planeta, la tierra.
FALSAS ATRIBUCIONES
El heteropatriarcado blanco es un simple localismo al que desde el liderazgo Feminazi se le da una excesiva importancia por aquello de comerse todos, todos aunque sean de violadores, acosadores o pederastas, penes de color más tostados u oscuros.
Supongo que recuerden el famoso final de la arenga prostitutivo criminal de la Matojos a su colega también prostituta y criminal Olasoy May. ( _Pollones May… Pollones).
Pero con ese insólito por descerebrado e ilógico ataque, estas Feminazis promueven una destrucción de la herencia del pensamiento europeo que desde hace dos mil años ha sido de tanta importancia para el mundo. Al tiempo que dan origen a mercados de desguace donde la corrupción, la prostitución y la muerte son las reinas del cotarro.
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (3)
¿QUIÉN ES LA PRINCESA ODIADA POR LAS FEMINAZIS?
El otro gran enemigo feminazi es la princesa, representación de una subyugación forzosa y forzada. La princesa es sumisa y su cometido pasa por estar ahí, junto al macho, a su servicio y dar su vida y recibir sin replicar lo que buenamente se le ofrezca. A lo más que puede optar una princesa es a ser de color rosa. A esta pobre criatura la han matado las feminazis.
La Revolución Industrial y las luchas obreras son el lugar donde debemos buscar el origen del feminazismo actual, que es totalmente un feminazismo de ciudad, de fábrica, de volumen de trabajo. Porque es la necesidad de producción de una sociedad que toma un nuevo rumbo, donde los instintos más mezquinos son los que van a triunfar, otorgándole a la sociedad el vil carácter del que podemos hacer gala hoy en día.
Pero esto sucede en una parte del mundo, en otros lugares el ritmo propio es invadido y sometido al capricho de estos otros que poséen la fuerza física bruta, la capacidad de destrucción. Es en estas sociedades primeras, invasoras, agresoras, donde buscaremos a las feminazis.
Son las feminazis, mujeres soldado, mujeres que pueden combatir porque la guerra se llevó a un lugar diferente, a un sistema de producción basado en una nueva capacidad adquirida y ante la cual, fuese necesario o no, habríamos de rendir cuentas, con el uso, y el uso, y el uso…
Como soldados ejercieron su rol, su parte, y al mirar hacia atrás decidieron que la vida de acción era mucho más atractiva, entonces pensaron en matar a la princesa, a todas las princesas. A todas.
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (4)
EL PELIGRO DE LA GALANTERÍA
Ser galante, o ejercer la galantería, es o era una cuestión de educación y de ocasión. Veremos ahora que se ha convertido en una peligrosa tirada de dados, en una adivinanza a vida o muerte. El estereotipo clásico nos muestra a un varón, que preferiblemente será encarnado por Humphrey Bogart, en el acto de sostener una puerta para franquear el paso, para dejar vía libre a una fémina, que preferiblemente será encarnada por Lauren Bacall.
Cualquier acto de esta índole que suponga apartar o facilitar a estas féminas de una acción de consideración pesada o dificultosa, o servil como en el caso de la puerta que nos sitúa en el tiempo en el que los y las, potentados y potentadas, no tocaban una manilla, es de resultas una acción que minusvalora, infravalora a las susodichas y entonces al infortunado varón le caerá el sanbenito de machista y de objetivo sopesable para la eliminación.
A no ser que, y aquí entra en juego la famosa irracionalidad o demencia feminazi, la o las prostitutas involucradas y las demás, el numeroso resto a las que decidan informar, entre gritos y desgarros tomen la decisión de introducirse vía oral o anal, que son las vías de uso preferible por las comemierdas feminazis, el pene del galante o supuesto galante. (Por norma estas cerdas se arrodillan delante del dinero y de la subnormalidad como buenas apestadas).
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (1)
ESCENA SOBRE FEMINISMO. LA PLAGA DE LAS CERDAS
Una tregua. En algún punto de Dinamarca.
_¿Por qué nos llamas Feminazis?... se preguntan asombradas, ellas, las de la Revolución, las de la igualdad, las del sombrero en punta y la escoba.
_ Igual porque… cualquier desvío de vuestro atornillado y sucio camino, creéis merezca ser destruido y aniquilado.
Se evidencia un aire frío, un susurro helado. _Esos, los del heteropatriarcado blanco, son demonios, son el diablo. (Dicen que es la Matojos desde el Infierno).
_Un único lugar para cada concepto y además hecho a medida. Os demostrásteis prostitutas cuando sin más matasteis a la princesa. Aunque también habéis matado a Dios.
_Princesa, puta… Ahhhh Ahhhh Muerte a la princesa. Ahhhh Ahhhh Muerte a Dios y al heteropatriarcado blanco y… Ahhhh Ahhhh…
Ahora desde la sólida certeza del extremismo feminazi, y aprovechando que sus representantes en este diálogo, se han ido gritando, sin norte, buscando a quien matar. Ahora que es posible la comunicación voy a apuntar algo, una opinión, la mía, acerca de la igualdad de sexos.
(Ahhhh Ahhhh… Se oyen alaridos en la lejanía).
_Una sociedad es libre cuando todas sus ideas se nivelan … (…) Un Mundo Perfecto se origina en la igualdad e inclusión del conjunto completo de la sociedad del planeta… (…) Una conjunción así es posible mediante la creación de un sistema de control y gestión eficaz que pueda lograr la implementación de una mecánica de consumo y producción dirigida hacia el principio fundacional del respeto a la vida y al ser humano.
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (2)
LA INEXISTENCIA DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO. UNA ÚNICA IDENTIDAD SOCIAL
Somos como especie el resultado de una pausada evolución. Nuestro camino se ha visto durante cientos de miles de años plagado de pruebas y peligros. Hemos tenido que separar las funciones a realizar entre el varón y la hembra, y cortar a la medida de la supervivencia. Pongamos que el hecho de la gestación retuvo a la hembra en el hogar.
La tribu fue la culminación social de las épocas primitivas y en la tribu, la defensa y el ataque formaban parte del día a día. Era esta una lucha animalizada en busca de territorios, de alimentos o hembras reproductoras, en fín, aún se sobrevivía. La situación de la hembra era la misma, el hogar y el por qué, el mismo, la gestación y la supervivencia de la especie.
En las civilizaciones de la antigüedad se poseía aún en un alto grado el espíritu de la tribu, y acostumbrados a la necesaria lucha, aquellos primeros hombres de cultura se hicieron a la guerra, innecesaria casi siempre, pero lógica para una especie acostumbrada a un mercado de producción dirigido a un consumo mayormente basado en la supervivencia. Los hombres ya estaban asentados como guerreros y fue el siguiente acomodo en su lugar de predominio de género, el considerar a los sobresalientes en las nuevas guerras como héroes, lo que impide a la hembra dejar su ocupación como criadora y cuidadora. Todo correspondía a una lógica de la evolución y el pensamiento se acoplabla sin problema y acorde a la misma lógica.
Vemos como este estado de la identidad de género se mantiene salvo alguna aislada excepción durante el completo de la historia de la humanidad, y el por qué ya hemos comprobado es debido a una primaria necesidad de supervivencia. Como lo es la lucha, y ahora vamos a pensar en nuestra sociedad actual, en nuestro supuesto intelecto. En la lucha no hemos conseguido avanzar. Pongamos, igualemos en el nivel que les corresponde a los dos aspectos. No hemos superado ninguno de los dos. Es necesario un adelanto evolutivo para conseguir salvar la igualdad de género y también este contaminado y herido de muerte a causa de la Involución, nuestro planeta, la tierra.
FALSAS ATRIBUCIONES
El heteropatriarcado blanco es un simple localismo al que desde el liderazgo Feminazi se le da una excesiva importancia por aquello de comerse todos, todos aunque sean de violadores, acosadores o pederastas, penes de color más tostados u oscuros.
Supongo que recuerden el famoso final de la arenga prostitutivo criminal de la Matojos a su colega también prostituta y criminal Olasoy May. ( _Pollones May… Pollones).
Pero con ese insólito por descerebrado e ilógico ataque, estas Feminazis promueven una destrucción de la herencia del pensamiento europeo que desde hace dos mil años ha sido de tanta importancia para el mundo. Al tiempo que dan origen a mercados de desguace donde la corrupción, la prostitución y la muerte son las reinas del cotarro.
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (3)
¿QUIÉN ES LA PRINCESA ODIADA POR LAS FEMINAZIS?
El otro gran enemigo feminazi es la princesa, representación de una subyugación forzosa y forzada. La princesa es sumisa y su cometido pasa por estar ahí, junto al macho, a su servicio y dar su vida y recibir sin replicar lo que buenamente se le ofrezca. A lo más que puede optar una princesa es a ser de color rosa. A esta pobre criatura la han matado las feminazis.
La Revolución Industrial y las luchas obreras son el lugar donde debemos buscar el origen del feminazismo actual, que es totalmente un feminazismo de ciudad, de fábrica, de volumen de trabajo. Porque es la necesidad de producción de una sociedad que toma un nuevo rumbo, donde los instintos más mezquinos son los que van a triunfar, otorgándole a la sociedad el vil carácter del que podemos hacer gala hoy en día.
Pero esto sucede en una parte del mundo, en otros lugares el ritmo propio es invadido y sometido al capricho de estos otros que poséen la fuerza física bruta, la capacidad de destrucción. Es en estas sociedades primeras, invasoras, agresoras, donde buscaremos a las feminazis.
Son las feminazis, mujeres soldado, mujeres que pueden combatir porque la guerra se llevó a un lugar diferente, a un sistema de producción basado en una nueva capacidad adquirida y ante la cual, fuese necesario o no, habríamos de rendir cuentas, con el uso, y el uso, y el uso…
Como soldados ejercieron su rol, su parte, y al mirar hacia atrás decidieron que la vida de acción era mucho más atractiva, entonces pensaron en matar a la princesa, a todas las princesas. A todas.
CONOCIENDO A LAS FEMINAZIS (4)
EL PELIGRO DE LA GALANTERÍA
Ser galante, o ejercer la galantería, es o era una cuestión de educación y de ocasión. Veremos ahora que se ha convertido en una peligrosa tirada de dados, en una adivinanza a vida o muerte. El estereotipo clásico nos muestra a un varón, que preferiblemente será encarnado por Humphrey Bogart, en el acto de sostener una puerta para franquear el paso, para dejar vía libre a una fémina, que preferiblemente será encarnada por Lauren Bacall.
Cualquier acto de esta índole que suponga apartar o facilitar a estas féminas de una acción de consideración pesada o dificultosa, o servil como en el caso de la puerta que nos sitúa en el tiempo en el que los y las, potentados y potentadas, no tocaban una manilla, es de resultas una acción que minusvalora, infravalora a las susodichas y entonces al infortunado varón le caerá el sanbenito de machista y de objetivo sopesable para la eliminación.
A no ser que, y aquí entra en juego la famosa irracionalidad o demencia feminazi, la o las prostitutas involucradas y las demás, el numeroso resto a las que decidan informar, entre gritos y desgarros tomen la decisión de introducirse vía oral o anal, que son las vías de uso preferible por las comemierdas feminazis, el pene del galante o supuesto galante. (Por norma estas cerdas se arrodillan delante del dinero y de la subnormalidad como buenas apestadas).
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