Deja de quejarte
Te quejas mucho? En caso afirmativo, te insto a que pares ahora mismo. Quejarse es absolutamente inútil y no te beneficia en absoluto. Si tuviese el menor beneficio, te alentaría a continuar quejándote, pero no lo tiene. Es más. Es probable que a la mayoría de las personas a las que les cuentas tus quejas no les importen, y puede que hasta haya algunas que incluso estén contentas de que no te esté yendo bien. Les hace sentir mejor y no tan miserables en su propia piel. Quejarse y la autocompasión que lo acompaña no son características muy atractivas. Así que, en lugar de quejarte de algo, pregúntate cómo puedes mejorarlo. ¿No estás contento con tu peso? Comienza a caminar media hora al día o haz ejercicio y come más sano. ¿No tienes tiempo para seguir tus sueños? Levántate una hora antes y haz un ritual matutino. ¿No estás contento con tu vida? Deja de culpar a tus padres, a tu jefe, al gobierno o a la economía y asume toda la responsabilidad. Para con los hábitos tóxicos de quejarse y culpar a factores externos por no vivir una vida satisfactoria en este momento y empieza a vivir la vida que deseas. Comienza a hacer tus sueños realidad. No será fácil, pero definitivamente es factible. Deja de quejarte de “las circunstancias” y comienza a crear tus propias circunstancias. Muchas personas lo han hecho antes que tú, así que tú también puedes hacerlo.
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