Cuando a lo lejos visualizo el horizonte
cálidos se sienten mis mejillas junto a las tuyas
abrazados en el fin del mundo
como hombre moribundo caminando hacia la luz
encontrando descanso y plenitud.
Contorneas tus líneas sobre el extenso mar
dándole así un valor especial
por un instante se convierte en oro
valioso tesoro, para los ojos
que te logran visualizar.
A ti solo te acompañan las nubes
que en vano logran alcanzarte
es que estas sola, pero no sin compañía
porque quienes te ven de lejos
admiran tus hermosas sintonías
que nos dan de que vivir.
Aún en tu despedida de atardecer
dejas cálidos el sentir
musa de muchos cuadros
que en vano tratan de plagiarte.
Abasto mar que inunda el cielo
un despertador que su sonido
viaja a través de la luz
una pintura dibujando un claro azul
que lo hace embellecer aún más
volviéndose el afrodisiaco de los enamorados.