La luz comenzó a entrar por mi ventana y al instante se puso claro mi cuarto.

Abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz y me dirijo al baño.

Me lavé la cara y me quedo viendo al espejo por unos minutos recordando la pregunta incómoda que le hizo mi padre anoche a Marcos.

-Nuestra hija habla mucho de ti-mi padre me guiña el ojo,él sabe muy bien que yo no les hablo mucho sobre el.

-Oh encerio-Marcos me mira y me sonríe.

-Y Marcos, mi pequeña hija

-Papá ya estoy grande-lo interrumpo, algo que odio en esta vida es que me digan pequeña,niña,inmadura eso me molesta mucho que hasta me dan ganas de recoger una roca y tirarsela a la persona que me diga eso.

-Bueno.Marcos mi hija aún es virgen verdad, porque si no es así ahorita mismo te castro y te mato-señores y señoras mi padre dejo pálido a Marcos con lo que acaba de decir

-Señor yo cuido mucho a su hija y ella aún es virgen

-Eres un buen chico y sabes respetar a la mujeres

-Gracias papá

Pensé que nunca le preguntaría eso, pero que se puede esperar de esta loca familia.

-Puedo pasar-la voz de Manuel me saca de mis pensamientos.

-Pasa-abre la puerta y se adentra a mi cuarto.

Se sienta a la par mía y toma mi mano.

-Te quiero pedir algo-sonríe cuando él sonríe es porque me pedirá algo que no tengo

-Que quieres ahora

-Sabes que te amo verdad

-Que quieres-siempre dice sabes que te quiero verdad cuando me pedirá algo

-Tienes condones-la pregunta no me la esperaba y en que cabeza cabe que yo como chica tendría eso

-Por qué debería de tener eso yo-aparté su mano

-Ayer en la tarde entré a tu cuarto sin pedirte permiso-Manuel no sabes lo que te espera-Y abrí la gabeta de tu mesita de noche y ahí ví un par de condones pero no quería robartelos así que quiero que me des uno

Me levanto de la cama y abro la gabeta de la mesita de noche y me pongo roja de la vergüenza.

Tres condones estaban ahì, ya olvidé cuando Marcos los dejo aquí, o no los dejaría el.

-Esos no los compré yo-señalé los condones, mi cara aún seguía roja y creo que se notaba porque Manuel comenzó a reirse.

-Entonces un fantasma entró y los puso ahi-su risa cada vez era fuerte

-Puede ser-levanté mis manos y me volví a sentar en la cama

-A ver pequeña mentirosa, Marcos los dejo ahí verdad-abro los ojos de par en par y le doy una cachetada

-Mira Manuel, Marcos y yo no hemos tenido relaciones sexuales okey y te me largas de aquí ahora mismo-grité y Manuel salió al instante.

¿Cómo llegaron esos condones aquí? ¿Marcos los habrá dejado? ¿Manuel los metería por tal de hacerme enojar?

Esas preguntas sonaban en mi cabeza.