-Buenos días-abrí los ojos poco a poco para que la luz no me estorbe.

-Buenos días-miré sentado en la cama a Marcos.

Solo tenia puesto el boxer y exhibía su hermoso cuerpo.

-Que miras-seguía viendo su abdomen.

-Nada-lo miré fijamente.

-Que mirabas pequeña pervertida-se acercó de manera que quedó pegado a mi.

-Miraba tu abdomen-siento que me pongo roja.

-Mentirosa, no me mientas-acercó su labios y me dió un largo y apasionado beso.

Se puso encima mía y seguía besándome.

-Buenos días chicos-abrieron la puerta-Que están haciendo

-Mamá no es lo que tú piensas-me tapé y me levanté.

-Señora no estábamos haciendo nada malo-Marcos se levantó y me abrazó.

-Ambos vistanse y bajen a desayunar-salió y cerró de un golpe la puerta.

-No nos dejaron terminar nena-ambos nos cambiamos y nos tocó que bajar.

(...)

-Oh Marcos eso duele mucho-grité

-Lo siento pero confía en mi, ya no te dolerá-me seguía curando la herida.

(...)

Corría por tal de huir de las cosquillas que me hace Marcos, pero era imposible huir de él.

Es muy rápido el cabrón.

Agarré mi bicicleta y salí de casa.

El me seguía, usaba la bicicleta de papá.

Miré para atrás para verlo e hizo una mueca rara.

Seguí mi camino y caí, no vi el tronco que estaba enfrente.

Al caer me hice una herida en la pierna y un pequeño raspón en la mano.

-Estás bien nena-se quitó la camisa y me la amarró en la herida por tal que no saliera más sangre.

Dirán amarrar una camisa, ni que fuera grande la herida. En sí Marcos es un exagerado.

Me ayudó a caminar por que me costaba un poco y dos chicas que iban pasando se le quedaron viendo el abdomen .

-Que buen cuerpo guapo-se mordió el labio.

-Hazme tuya-gritó la otra.

Los celos me invadían así que hice de las mías.

Toqué a su amigo y les dije a las zorras-Es mio perras

-Eso que fué-me miraba fijamente,yo solo trataba de no verlo directamente.

-Tienes grande el paquete-solté una risa.

《Como que no se lo habías visto antes tonta》

En realidad si, pero tocarlo no.

Nos quedamos callados hasta llegar a casa

(...)

-Terminé-tiró el algodón que usó para curarme y se sentó a la par mía.

-Así que lo tengo grande-entrelazó su mano con la mía.

Me lancé encima de él y lo besé.

-Tienes prisa-sonrió

Desabroché su pantalón y él hizo lo mismo conmigo hasta que quedamos en ropa interior.

-Tu amigo se despertó-me reía al ver la erección de Marcos.

-Lo que me provocas-nos seguimos besando.