Aviso
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– ¿Qué es lo qué comiste que te hizo tanto daño cómo para que lleves vomitando desde hace tres días? – preguntó su amigo omega tras de él mientras Jimin devolvía su desayuno en la taza del baño.

Se levantó del suelo acercándose al lavabo para lavar sus dientes sintiéndose de pronto mareado y débil.

– No lo sé Taehyung, hace meses me siento raro. Creo que es estrés, últimamente he estado más saturado que de costumbre.– explicó Jimin un poco dudoso y nervioso tratando de creer sus propias palabras.

Vió al pelirrojo omega verlo alzando una ceja cómo si no creyese sus palabras y eso solo hizo confundirse.

– ¿Qué? Te estoy diciendo enserio, Taehyung.

Vió a su amigo verlo de arriba a abajo como si lo analizará, su rostro se mantenía serio y no sabía si sentirse intimidado o olvidar su comportamiento e irse.

– Jimin, ¿Cuando fue tú último celo?

La pregunta del omega hizo a Jimin abrir sus ojos con sorpresa y nerviosismo, pues recordó que hace tres meses su celo no había llegado.

Jugó con sus manos bajando su mirada hacia el suelo mientras pensaba qué era lo qué sucedía.

Sabía lo que Taehyung estaba pensando y ciertamente, no podía ser posible, no cuando un día después de haber tenido sexo con ese alfa se había tomado una pastilla del día siguiente.

– ¡No! ¡No es lo que estás pensando Kim! La última vez yo me cuide, lo prometo. – habló tratando de responder los silenciosos cuestionamientos por parte de su amigo.

– Jimin... – acusó Taehyung en voz baja recibiendo un puchero del castaño omega. – Iré a la farmacia más cerca que haya aquí. Recuerda la última vez que tuviste un celo y sé porque tú me lo contaste que no usaste protección la última vez que tuviste sexo Park Jimin. – explicó Taehyung preocupado por su amigo quién comenzaba a sollozar.

Sabía que eso no estaba en los planes de él y ahora se encontraba atemorizado de lo que podría pasar.

Se acercó a Jimin pasando sus brazos por sus hombros para abrazarlo intentando calmarlo un poco.

– No te estoy regañando, solo estoy preocupado por ti. – dijó apachurrando con un poco de fuerza el cuerpo contrario. – Sea lo que sea sabes que cuentas conmigo.

– Lo sé... – susurró Jimin en el cuello de su amigo pasando sus brazos por su cintura. – Cuida que no te vean sino se hará un escándalo. Y trae helado, por favor.

Taehyung negó con la cabeza al separarse de Jimin y no pudo evitar sonreír con ternura al verlo sonrojado y con un puchero en su rostro.

Jimin era tan adorable.

*****

Veía con nerviosismo aquel objeto en el suelo.

Sabía que le daría algo si veía las dos rayitas rojas en aquella prueba.

Y aunque su lobo estuviese muy emocionado en su interior, él solo podía pensar en que no estaba preparado, no como le gustaría haber estado.

Suspiró por lo alto deslizándose por la pared hasta caer sentado en el suelo, él pelirrojo a lado de él imitó su acción.

– Tranquilo, pase lo que pase encontraremos una solución. – susurró Taehyung a su lado dándole ánimos, ayudando un poco sus inestables emociones.

Jimin solo pudo abrazar sus rodillas haciéndose bolita en el suelo.

Había sido el mejor sexo de su vida, debía admitir que en el fondo le alegraba tener un cachorro de ese pelinegro de felina mirada, pero él juraba haber tomado la pastilla del día siguiente.

No debía apresurarse, solo faltaban 2 minutos para saber la verdad.

– Jiminnie... – mencionó Taehyung atrayendo la mirada de Jimin. – Ya pasaron los cinco minutos, ¿La vemos juntos? – agregó tocando el hombro del castaño.

Jimin salió de su ensoñación viendo la prueba en el suelo, asintio hacia Taehyung y llevó su mano hacia ahí.

Tomó aquella prueba viendo cómo se marcaban las dos rayitas y solo eso bastó para que la dejase caer y sintiera sus ojos picar.

Su lobo revoloteo en su interior emocionado y aullando feliz y él solo pudo sentir su labio inferior temblar y solo pudo comenzar a sollozar de temor por no saber qué hacer.

Un cachorro era una gran responsabilidad y no sé sentía listo para tener uno.

Sintió los brazos de Taehyung tomarlo por los hombros y acunarlo en su pecho, comenzó a llorar en sus brazos con desconsuelo.

Y no es que odiara la idea de tener un hijo pero, ¿Cómo se supone que lo cuidaría si muy apenas podía con su estabilidad mental?

– Jiminnie – susurró Taehyung dejando caricias en su cabeza y abrazándolo con fuerza. – Debes decirle a ese alfa.

Lloró más fuerte porqué no se iba a permitir atar a ese alfa, no cuando apenas estaba iniciando su carrera musical.

– No sé lo diré. Nadie lo sabe y nadie lo sabrá. Y tú no dirás nada.

– ¿Por qué no lo harás? Él merece saberlo, es su padre.

– ¡Él acaba de debutar! – exclamó Jimin entre lágrimas sacando su cabeza del cuello de Taehyung. – No me permitiré atarlo justo, cuando acaba de cumplir una de sus metas. Prometo hacerlo después.

Y aunque quisiera estar junto a ese alfa, él solo era un desconocido que tuvo sexo con él una noche.

Tal vez Agust, no lo quería dentro de su vida y eso le daba temor, por que aún sin conocerlo sentía que ambos estaban destinados a estar juntos.

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© Little Shooky,
книга «Mi dulce alegria YOONMIN».
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