Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 7
Raquel.


Receta de galletas con
chispas de chocolate:

Ingredientes principales:

2½ tazas de Harina (350
gramos)

1 cucharadita de
Bicarbonato de soda

1 cucharadita de Sal

1 taza de Mantequilla a
temperatura ambiente

¾ taza de Azúcar
granulado

¾ taza de Azúcar
moreno compacto

1 cucharadita de
Extracto de vainilla

2 unidades de Huevos

2 tazas de Chispas de
chocolate semidulce

1 taza de Nuez picada
(opcional)

1 cucharadita de Polvo
para hornear


Preparación:

*Lo primero que vamos a hacer antes de empezar con la elaboración de la masa de nuestras galletas es
precalentar el horno a 350ºF o
180ºC.

*Luego, coge un bol con la capacidad suficiente y tamiza la harina, el bicarbonato, el polvo para hornear y la sal.

*Coge otro recipiente y bate la
mantequilla junto con el azúcar moreno , el granulado y la esencia de vainilla hasta que alcance una textura cremosa. (Para que la mantequilla se encuentre a temperatura ambiente y te sea más fácil mezclarla con el resto de ingredientes, te aconsejamos que la retires del frigorífico 30 minutos antes de empezar a realizar las galletas con chispas de chocolate).

*Incorpora los huevos de uno en uno a la mezcla de mantequilla y azúcar y sigue batiendo.

*Una vez integrados, agrega la mezcla de harina y bicarbonato poco a poco y sin dejar de batir.

*Una vez conseguida la masa de galletas, agrega las chispas de chocolate y las nueces e
incorpóralas con una cuchara o espátula, no con la batidora.

* Ahora haz bolas con la masa y colócalas en una
bandeja para horno, con un poco de harina previamente espolvoreada, y con cierta
separación entre ellas.

*Hornea las galletas con chispas de chocolate durante 20 minutos, aproximadamente. En función de la potencia de tu horno tardarán más o menos, deberás retirarlas cuando estén doradas.

*Cuando estén listas retíralas y deja que se enfríen. Puedes acompañarlas con un delicioso smoothie, hecho
también, por ti.

Cierro el libro de recetas y hago mis apuntes.

El olor de las galletas es fantástico. Las saco del horno y las dejo sobre la encimera para que se enfríen.

Mi madre está en la pastelería en la pastelería con María y Macarena, sus empleadas. Lleva muy bien la administración del negocio con su vida de influencer.
El verano pinta bien. Barcelona está llena de turistas. La temporada es emocionante, movida y divertida. Además todos nuestros productos, pasteles, dulces, tartas, galletas, mermeladas y otras cosas se venden rápidamente.

Pongo las galletas en una caja de latón y bajo a la pastelería por la escalera interna. Mi madre está en su despacho, hablando por teléfono con nuestro contador. Le doy un beso en la mejilla y me despido  con una mano.

—No llegues tarde—Gesticula antes de volver a concentrarse en la conversación con Don Mauro.

Me despido de María que está detrás del mostrador y salgo a la calle. Mi coche está aparcado al otro y varias personas me saludan mientras camino a zancadas hacia el.

Decidí que visitar a Ximena haría agradable. Además no he podido evitar estar preocupada por ella y quiero saber cómo ha estado.

Mi coche es nuevo, es eléctrico, se maneja bien y el precio fue algo que mi madre se negó a discutir con Don Mauro.

A mi madre le va muy bien, pero a veces hacernos con lujos nos resulta difícil. A veces la ayudo en la tienda cuando no estoy saturada con la escuela de gastronomía y pastelería. Eso me permite ahorrar un poco. También tengo una beca y un fondo fiduciario que me dejó mi padre. Era piloto y murió en un accidente de avión cuando yo tenía cinco años.

Es un día caluroso. Me he puesto una falda de lino blanco, un top turquesa de algodón y unas zapatillas Converse blancas y sin embargo empiezo a sudar. El aire acondicionado está a tope, así que decido apagarlo y abrir la ventanilla. Los pronósticos advierten que este será el verano más cálido que ha habido hasta ahora en España. Y tal vez no solo en España.

—¡Raquel!

Me doy vuelta para encontrarme a Catalina y a Tatiana dirigirse hacia mí. A penas si las reconozco. Cierro la puerta del auto y avanzo por el estacionamiento.

—Hola chicas, que guapas— Saludo y sonrío.

—Acompañanos al supermercado—Dice Tatiana bajando la voz y conteniendo su entusiasmo.—¡Vamos a prepararle a Ximena una sorpresa!

—¿Si? ¿A qué se debe?—Pregunto.

—Fue idea de Pablo.—Contesta Catalina—Para subirle un poco los ánimos a Ximena.

—Pues me parece una idea fantástica—Concuerdo—Vamos.

Y en unos segundos estamos todas en mi coche yendo hacia el supermercado más cercano.

—Oye Raquel, ¿esa no es Pía?—Señala Tatiana

—¿Dónde?

—Baja la velocidad, rápido. —Grita Catalina—La perderás de vista.

—Pero que aspecto—Se burla Tatiana—¿Que le habrá pasado?

—¿Y ese quién es?—Pregunta Catalina

—¿Dónde?—Me impaciento, porque no veo nada.

—A tu derecha—Responde Tatiana—Deberias detenerte para que sepa que la hemos pillado in fraganti.

Miro a la derecha y en efecto veo a Pía descalza y hecha un estropajo antes de subirse a un lujoso auto con un chico que no consigo identificar. Jamás la había visto así.

—Bueno, bueno—Corto—Ya ha pasado. No hay nada que mirar.  ¿Tienen la lista de las cosas que vamos a comprar?

Estar en un supermercado con éstas dos por poco me parece una pesadilla.

—Raquel, ¿Crees que a Ximena le gustará un pie de calabaza?

Suspiro y me obligó a sonreír antes de contestar.

—No lo sé Tatiana.

—Vamos a comprar comida  congelada—Exclama Catalina—Unas botellas de sidra y de vino, palomitas de maíz, Cheetos, Doritos. Llamamos a algunos amigos e improvisamos una fiesta.

Niego con la cabeza, horrorizada. Los padres de Ximena, sus hermanos son...

—¡Es una gran idea!—Exclama Tatiana y la toma de la mano—¡Vamos!

Me muerdo la lengua y las sigo arrastrando el carrito de supermercado.
© Luu Herrera ,
книга «Mucho Más Que Un Verano».
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