Capitulo 5
Harry le presentó la piedra a Ron y Hermione apenas cruzaron la puerta esa mañana.
-¿Harry la tomaste de nuevo?
-¡No, lo juro! Estaba aquí cuando me desperté.
-¿Creen que Malfoy la dejó aquí?-preguntó Harry. Ron negó.
-Luego de volver a la sala común, fue con los slytherins, y de ahí a la cama. ¿Crees que Malfoy ya notó que no la tiene?-preguntó el pelirrojo.
-Podría ser que...-empezó Hermione cuando la puerta se abrió.
-Maldita sea, Potter, juro que si este es un intento suicida de tu parte- gruñó el slytherin mirándolo y fue como si el corazón de Harry doliera más de solo verlo. Apretó los labios y fue como si por primera vez en mucho tiempo, Malfoy no pareciera incómodo con su presencia, se veía normal. -Oh, no te estás congelando, ni explotando, qué bien-exclamó estirando su mano, Harry miró la piedra.
-Apareció aquí-aclaró.
Malfoy alzó la ceja.
-Apareció aquí-repitió, bajando la mano, y miró a los otros gryffindors de reojo. -Lo que siempre quise, que el trío dorado supiera que soy un veela, gracias Potter.
-No pareces uno-opinó Ron- no brillas, ni nada. ¿Estás controlando tu allure? Porque yo soy sensible a los veelas y no estoy babeando, entonces...
Malfoy rodó los ojos.
Pero Hermione, lo miró con detenimiento, y luego abrió los ojos, antes de mirarlo.
-Si, Granger, compártelo, por qué no. Para su conocimiento, cosas inútiles, obtuve mi herencia a los 16, y aprendí a controlarlo, y luego fui rechazado. Y no, no estoy muriendo Granger. No pongas esa cara
-Pero eres un veela, ¿Cómo puedes evitarlo, no deberías estar...?
-Sollozando por mi pareja, dejándome morir en cama, sufriendo, lo sé. Y fue con magia. Claro.
-Pero eso...
-No es de tu incumbencia, no soy un asunto académico.
-Creí que eras sangre pura-comentó inocentemente Harry
-Las veelas son una de las pocas criaturas mágicas que no afectan el estatus de sangre, tu amigo Weasley te lo puede decir. Entonces... -estiró la mano hacia la piedra. Harry intentó dársela, pero la piedra no se despegó de su mano.
-Me haces perder el tiempo. Tenemos clase y quiero desayunar.
Harry agitó su mano, pero sus dedos no soltaban la piedra.
Hermione jadeó.
Malfoy intentó soltarla.
No pasó nada.
De mala gana, como si supiera que pasaba y eso lo enojara, Malfoy pasó su mano por la piedra y esta liberó magia.
-Tendré que ir a casa-gruñó y miró a Harry como si fuera su culpa. Luego dio la vuelta y empezó a caminar.
-¡Tu piedra!
-Ya no sirve para nada, liberé su magia, solo es una piedra común y corriente. Puedes quedártela, ya que te gustó tanto que inconscientemente la llamaste a ti.
Sus amigos miraron a Harry.
-No lo hice-exclamó avergonzado. Como intentando justificarse.
Malfoy sin embargo salió por la puerta y suspiró.
No, Potter no lo había hecho. Fue la piedra. Tuvo contacto con la pareja del creador del nido y se aferró a ella.
Esto era malo, pensó. Tenía que ir a casa y crear un nuevo corazón del nido. También tendría que volver a hacer el hechizo que evitaba que muriera. Lo más pronto posible, o de lo contrario él empezaría a congelarse.
-¿Harry la tomaste de nuevo?
-¡No, lo juro! Estaba aquí cuando me desperté.
-¿Creen que Malfoy la dejó aquí?-preguntó Harry. Ron negó.
-Luego de volver a la sala común, fue con los slytherins, y de ahí a la cama. ¿Crees que Malfoy ya notó que no la tiene?-preguntó el pelirrojo.
-Podría ser que...-empezó Hermione cuando la puerta se abrió.
-Maldita sea, Potter, juro que si este es un intento suicida de tu parte- gruñó el slytherin mirándolo y fue como si el corazón de Harry doliera más de solo verlo. Apretó los labios y fue como si por primera vez en mucho tiempo, Malfoy no pareciera incómodo con su presencia, se veía normal. -Oh, no te estás congelando, ni explotando, qué bien-exclamó estirando su mano, Harry miró la piedra.
-Apareció aquí-aclaró.
Malfoy alzó la ceja.
-Apareció aquí-repitió, bajando la mano, y miró a los otros gryffindors de reojo. -Lo que siempre quise, que el trío dorado supiera que soy un veela, gracias Potter.
-No pareces uno-opinó Ron- no brillas, ni nada. ¿Estás controlando tu allure? Porque yo soy sensible a los veelas y no estoy babeando, entonces...
Malfoy rodó los ojos.
Pero Hermione, lo miró con detenimiento, y luego abrió los ojos, antes de mirarlo.
-Si, Granger, compártelo, por qué no. Para su conocimiento, cosas inútiles, obtuve mi herencia a los 16, y aprendí a controlarlo, y luego fui rechazado. Y no, no estoy muriendo Granger. No pongas esa cara
-Pero eres un veela, ¿Cómo puedes evitarlo, no deberías estar...?
-Sollozando por mi pareja, dejándome morir en cama, sufriendo, lo sé. Y fue con magia. Claro.
-Pero eso...
-No es de tu incumbencia, no soy un asunto académico.
-Creí que eras sangre pura-comentó inocentemente Harry
-Las veelas son una de las pocas criaturas mágicas que no afectan el estatus de sangre, tu amigo Weasley te lo puede decir. Entonces... -estiró la mano hacia la piedra. Harry intentó dársela, pero la piedra no se despegó de su mano.
-Me haces perder el tiempo. Tenemos clase y quiero desayunar.
Harry agitó su mano, pero sus dedos no soltaban la piedra.
Hermione jadeó.
Malfoy intentó soltarla.
No pasó nada.
De mala gana, como si supiera que pasaba y eso lo enojara, Malfoy pasó su mano por la piedra y esta liberó magia.
-Tendré que ir a casa-gruñó y miró a Harry como si fuera su culpa. Luego dio la vuelta y empezó a caminar.
-¡Tu piedra!
-Ya no sirve para nada, liberé su magia, solo es una piedra común y corriente. Puedes quedártela, ya que te gustó tanto que inconscientemente la llamaste a ti.
Sus amigos miraron a Harry.
-No lo hice-exclamó avergonzado. Como intentando justificarse.
Malfoy sin embargo salió por la puerta y suspiró.
No, Potter no lo había hecho. Fue la piedra. Tuvo contacto con la pareja del creador del nido y se aferró a ella.
Esto era malo, pensó. Tenía que ir a casa y crear un nuevo corazón del nido. También tendría que volver a hacer el hechizo que evitaba que muriera. Lo más pronto posible, o de lo contrario él empezaría a congelarse.
Коментарі