Capítulo 2
08:30 AM. Martes 02 de Enero.
Tomás
Tomás Blake se sentía nervioso y "ligeramente " excitado por la situación; Samuel Cooper era un hombre extremadamente guapo, tan amable y risueño que dudo por unos momentos que fuera el hermano de Connor, su mejor amigo, con quien había compartido en la Universidad y ahora trabajaba para él.
—si, claro, entonces nos vemos en la tarde—dice Tom, jugando con sus dedos.
Para Tomás su amigo Connor era un total misterio, no le gustaba hablar de su familia, ni de su pasado, prácticamente no sabía nada de él; sentía que Connor tenía el tipo de secreto increíble y vaya que había acertado.
El día anterior movido por la curiosidad y morbo escuchó detrás de la puerta de la oficina de los Cooper a ambos hermanos; al principio parecía una típica reunión familiar, según el mayor hablarían sobre la fiesta sorpresa para el padre de ambos.
Pero luego se dio cuenta de lo que estaban hablando: Una fiesta de traficantes; sin poder creer que los hermanos estuvieran metidos en las drogas, las putas y las fiestas.
Cuando Sam salió y lo vio allí espiando de manera descarada ni siquiera se molesto, más bien parecía divertido por ello. El rubio lo arrastró hasta la cafetería, donde ambos se sentaron a tomar café.
—así que pequeño saltamonte, se puede saber porque estabas espiando?—preguntó tranquilamente el rubio sorbiendo de su café, sonriendo encantadoramente.
—lo siento mucho!, sólo quería saber porque Connor estaba tan deprimido y porque nunca habla sobre...su familia—dijo Tom mirando su café; no sabía que es lo que haría con él, después de todo Sam era un traficante y de seguro lo matarían de un sólo chasquido.
—también estas preocupado por el viejo Connor?—cuestionó Samuel mirándolo con esos intensos ojos celestes, tan atractivos que dejaron al pobre Tom sin oxígeno; el castaño ajustando sus lentes asintió varias veces.
—yo...no sabía que estaban metidos en esas cosas—dice Tom, más para si mismo que para el rubio.
—bueno, a mi padre desde joven le intereso trabajar para la PDI como agente en cubierto, pero luego de su retiro y de que abriera las sucursales decidió seguir ayudando al estado, incluso nosotros fuimos envuelto en eso como escuchaste —dice Sam, sonriendo, recordando sus misiones al estilo Matrix junto a Connor en su época adolescente.
Tomás abrió los ojos grande, ¿entonces no eran traficantes de drogas?; soltando un suspiro aliviado se echo para atrás. Ahora entendía todo un poco más, ambos eran espías de la PDI.
—si bueno, al parecer Connor quiere retirarse a temprana edad—dijo Samuel suspirando, ah pesar de que no quería reconocerlo extrañaría a su hermano, aunque se diera unas vacaciones cortas sería extraño no molestarlo todo el tiempo.
—oh si, me comento que se quiere tomar unas vacaciones—dice Tom, ya mas tranquilo sorbiendo de su café, suspirando, el calor ingreso por su garganta dejando de sentir el molesto dolor en la zona; ya que antes de ir a la oficina de su amigo había estado fumando fuera del edificio y con el frío que hacía de inmediato sintió su garganta arder.
—estoy feliz de que mi hermano tenga a un buen amigo por aquí, pensé que como es tan solitario no tendría a nadie—comenta Samuel preocupado por su hermano, el cual solo vive con su perro y la ultima novia que había tenido fue en la secundaria.
—oh, bueno si, llevamos mucho tiempo juntos, desde la Universidad—dice revolviendo el café con las mejillas rojas.
¿Junto de que forma?, quiso preguntar Sam, pero no se atrevió, de cierta forma estaba celoso, porque Tom había logrado interesarle desde el comienzo, sus ojitos café, el cabello castaño y las mejillas rojas redondas como manzanas, le habían encantado.
—que bien—rechisto el rubio sonriendo falsamente, aunque sus puños apretados evidenciaba la molestia que sentía.
—me refiero, como amigos, claro!—chillo el castaño, pensando que quizás Sam se había molestado por insinuar de cierta forma que su hermano era gay.
—ah, si?—preguntó Samuel volviendo a su actitud tranquila y amable, logrando que la simple aclaración de Tom lo alegrara; ¿significaba que tenía una oportunidad con el lindo secretario de su hermano?,—bueno tengo que irme. Tengo una reunión importante a las cinco, seguimos hablando mañana?, podríamos ir a comer algo? —pregunta el rubio dejando sus codos en la mesa.
Una serpiente, pensó Tom, la elegancia de Samuel, sus sonrisas filosas, los movimientos atrayentes lo asimilaban a una serpiente.
—hasta mañana—se despide Tom viendo como Sam se va de la cafetería con ese aire tan sexy.
Y así había terminado en una segunda cita/reunión donde seguramente hablarían de Connor.
Lo extraño es que no fue así, para empezar Sam parecía bastante interesado en él, en conocer sus gustos, sus hobbys, lo que gustaba comer, cosas triviales; aunque el rubio también había hablado de si mismo, de sus gustos, hasta el momento sabía que: amaba a los gatos, el helado, la cafeína, los libros de ciencia ficción, los dramas y múltiple cosas que lo hacían aun más interesante.
Todo lo contrario a Tom, quien se consideraba un hombre de gustos simples, le gustaba todo y no era demasiado quisquilloso con nada.
—entonces tienes pareja Tom?—pregunto Samuel, pareciendo desinteresado, aunque había esperado toda la tarde para hacer esa pregunta y esperaba una respuesta negativa.
—No, nadie y tú?—preguntó e castaño algo avergonzado, ¿que tan vergonzoso podía ser no tener pareja a su edad?.
—nup, aunque me estoy interesando en...alguien—dice Samuel guiñándole un ojo al castaño con coquetería, siendo interpretado como burla por parte de Tom, quien se sonrojo.
—bueno sera mejor que me vaya—murmura Tom, parándose de la mesa y saliendo del restaurante con las mejillas rojas, cuando el sonido de su celular lo detiene.
Prende la pantalla y lee el nombre de la persona que lo llama: Connor C.
Atendiendo algo preocupado, pues Connor no suele llamarlo, a menos que se trate de una emergencia o algo del trabajo.
—hey!, Tom, puedes venir a mi casa?—pregunta el hombre con voz ronca, que logra preocupar a Tomás.
—si, claro, estoy allí en cinco minutos—dice el castaño, cortando la llamada y mirando si algún taxi pasaba por ese sector.
—espera Tom!—grita Sam agarrando el brazo de Tom, agitado por haber corrido, luego de pagar la cuenta de ambos.
—Sam!, lo siento te pagaré lo que consumí más tarde, Connor me llamo, sonaba bastante mal—dice Tom avergonzado de nuevo, logrando que Sam recomponiendo su sonrisa.
—no te preocupes por la paga, de todos modos tengo que ir donde Connor, ven te llevó—dice el rubio guiando a Tom al estacionamiento donde dejó su automóvil.
Un hermoso Camaro rojo reluciente que deja casi ciego a Tomás; Sam abrió la puerta del auto, el castaño extrañado miro a Sam, se acerco a la puerta cerrándola y abriéndola de nuevo.
—gracias—dice Tomás entrando al auto, mientras Sam extrañado se rasca la nuca entrando al auto también.
10:40 AM. 02 de Enero.
Connor.
Connor estaba furioso, la sangre le hervía.
Desde la mañana que su padre había estado molestándolo, no sólo lo había llamado al teléfono alambrico, también a su teléfono móvil y le había enviado mil mensajes.
Dario Cooper podría haber sido un buen padre, pero Connor no lo soportaba; su padre era un hombre correcto, pero con un carácter de mierda, había criado a ambos hermanos con mano dura. Después de que Samuel comenzará a salir a fiestas y a acostarse con quien sea el tema de la bisexualidad de Sam salio a la luz, Connor como su hermano mayor y mejor amigo lo había aceptado con rapidez, apoyando desde el principio, pero su padre lo tomó como una "etapa" de la adolescencia.
Cuando Sam a los 24 años decidió confesar su orientación sexual no creyó que Dario se lo tomaría de aquella forma, lo había lastimado no tan sólo físicamente, si no que también psicológicamente, Connor nunca se lo perdonó, después de lo ocurrido se compro una casa y ayudo a Sam a conseguir un departamento cerca de la sucursal en la que trabajaba.
Los ladridos de Dan le avisaron que tenía una visita inesperada.
—Connor, hijo, como has estado?—preguntó Dario entrando junto a una caja con Donas y café en la mano.
—peor ahora que te veo—dijo Connor con fastidio, acariciando la cabeza de su perro.
—hijo te eh extrañado mucho y ah Sam, la casa se siente vacía sin ustedes—dice Dario dejando la caja y el vaso encima de la mesa, tocando a Dan, quien incomodo escapo al patio.
—no me digas—bramó Connor cruzándose de brazos, —vete, no estoy de humor, pense nos reuniriamos en la tarde, por ahora no quiero hablar—rechista el menor sin quede mirar a su padre.
—Connor por favor, eres mi hijo!, no puedes estar enojado para siempre—dice Dario, pero al ver que su hijo no sedería salió de casa, suspirando; sabía que era su culpa que sus hijos se hubieran distanciado de él, pero al menos Sam hablaba con él de vez en cuando, mientras que de Connor no sabía nada.
Luego de la ida de Dario el silencio se prolongo, Connor se dejó caer en su sillón, intentando ignorar su dolor en la cabeza, pues ya había tomado tres pastillas para la migraña y no podía excederse o terminaría de nuevo en algún hospital por intoxicación.
Controlando su respiración prendió la televisión intentando relajarse, pero la presión en su cabeza sólo incrementaba, las lágrimas comenzaban a caer de sus mejillas; Connor extrañado toco sus mejillas húmedas.
¿Porque estaba llorando?, ¿tan inestable era emocionalmente?.
No quería saber que tan debil era, no quería entender que estaba solo.
Mirando sus manos temblar corrió hasta el teléfono, su cerebro sólo podía pensar en una persona que lo podría consolar.
—Tomás, puedes venir?—Aunque no quería su voz sonaba débil y temblorosa.
Tom preocupado de inmediato le dijo que si y corto, esperaba que su amigo no demorará tanto, pues comenzaba a sentirse mareado y con ganas de vomitar.
¿Sería por la pizza que se había olvidado comer la semana pasada y que había comido en la mañana?.
Con un gruñido se acostó en el sillón abrazándose a si mismo.
Cuando Tomas y Samuel llegaron vieron a Connor acostado en el sillón café totalmente pálido.
—Connor?, te encuentras bien hermano?—pregunta preocupado Sam corriendo hasta donde su hermano y acariciando su mejilla.
—tengo ganas de vomitar—dice moribundo, con voz grave, los mareos y el dolor de cabeza intenso lo consumía.
—vamos, tenemos que llevarlo al hospital—demanda Tom, logrando que Samuel tomará a su hermano de debajo de la axila y lo arrastré fuera de la casa.
Una vez fuera lo meten en el automóvil del rubio y Sam con rapidez conduce hasta el hospital.
Ya llegando Sam y Tom toman a Connor llevándolo hasta adentro, donde una enfermera se acerca bastante preocupada.
—venga por acá, la Dr. Jazmine la atenderá —dice la enfermera conduciendo al trio hasta una habitación y dejan al pobre Connor en la camilla.
—uy no te ves nada bien—dice la mujer tomando el formulario y un papel, —nombre?—pregunta la doctora.
—Connor Cooper—responde Sam al lado de su hermano, quien comienza a sudar frío.
—edad?—cuestiona de nuevo, escribiendo con rapidez.
—30 años, nació el 22 de septiembre, su tipo de sangre es AB positivo—dice rápidamente Tom, asustado por su mejor amigo.
—bien, bien, tranquilos—Calma la mujer, acercándose a Connor para hacer el chequeo de protocolo: escuchar los latidos del corazón, tomar la presión arterial, tocar tanto el pecho como el estomago, etc.
—que te duele?—pregunta la mujer, mientras Connor se retuerce de dolor.
—el estomago y la cabeza —se queja el hombre, retorciéndose en la camilla.
—Connor esta bien?—pregunta Sam mirando a su hermano preocupado.
—si, aunque tengo que mandar a hacer un par de exámenes creo que tiene estrés severo—dice la mujer, escribiendo en su computadora los distintos exámenes que se tendría que hacerse, —por ahora le enviaré a casa con algunas pastillas para las nauseas, el dolor de cabeza, asegúrense de cuidarlo, si?—pregunta la mujer entregándole a Sam la hoja de la receta y la de los exámenes.
—bien, tendremos cuidado—dice Tomás un poco más tranquilo.
—sep, también les aconsejó topar una hora con alguna psicóloga—recomendo la doctora escribiendo el nombre de algunos buenos psicólogos que conocía.
Nota de la autora: les gusta la canción y la pegatina al final de los caps? :3 espero que si XD se que las canciones no tienen mucho que ver (aunque ah veces si), pero son con las canciones que me inspire—ademas Connor escucha rock :v—, esperó que les guste el nuevo cap :) ya se vienen mas 🔥.
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Tomás
Tomás Blake se sentía nervioso y "ligeramente " excitado por la situación; Samuel Cooper era un hombre extremadamente guapo, tan amable y risueño que dudo por unos momentos que fuera el hermano de Connor, su mejor amigo, con quien había compartido en la Universidad y ahora trabajaba para él.
—si, claro, entonces nos vemos en la tarde—dice Tom, jugando con sus dedos.
Para Tomás su amigo Connor era un total misterio, no le gustaba hablar de su familia, ni de su pasado, prácticamente no sabía nada de él; sentía que Connor tenía el tipo de secreto increíble y vaya que había acertado.
El día anterior movido por la curiosidad y morbo escuchó detrás de la puerta de la oficina de los Cooper a ambos hermanos; al principio parecía una típica reunión familiar, según el mayor hablarían sobre la fiesta sorpresa para el padre de ambos.
Pero luego se dio cuenta de lo que estaban hablando: Una fiesta de traficantes; sin poder creer que los hermanos estuvieran metidos en las drogas, las putas y las fiestas.
Cuando Sam salió y lo vio allí espiando de manera descarada ni siquiera se molesto, más bien parecía divertido por ello. El rubio lo arrastró hasta la cafetería, donde ambos se sentaron a tomar café.
—así que pequeño saltamonte, se puede saber porque estabas espiando?—preguntó tranquilamente el rubio sorbiendo de su café, sonriendo encantadoramente.
—lo siento mucho!, sólo quería saber porque Connor estaba tan deprimido y porque nunca habla sobre...su familia—dijo Tom mirando su café; no sabía que es lo que haría con él, después de todo Sam era un traficante y de seguro lo matarían de un sólo chasquido.
—también estas preocupado por el viejo Connor?—cuestionó Samuel mirándolo con esos intensos ojos celestes, tan atractivos que dejaron al pobre Tom sin oxígeno; el castaño ajustando sus lentes asintió varias veces.
—yo...no sabía que estaban metidos en esas cosas—dice Tom, más para si mismo que para el rubio.
—bueno, a mi padre desde joven le intereso trabajar para la PDI como agente en cubierto, pero luego de su retiro y de que abriera las sucursales decidió seguir ayudando al estado, incluso nosotros fuimos envuelto en eso como escuchaste —dice Sam, sonriendo, recordando sus misiones al estilo Matrix junto a Connor en su época adolescente.
Tomás abrió los ojos grande, ¿entonces no eran traficantes de drogas?; soltando un suspiro aliviado se echo para atrás. Ahora entendía todo un poco más, ambos eran espías de la PDI.
—si bueno, al parecer Connor quiere retirarse a temprana edad—dijo Samuel suspirando, ah pesar de que no quería reconocerlo extrañaría a su hermano, aunque se diera unas vacaciones cortas sería extraño no molestarlo todo el tiempo.
—oh si, me comento que se quiere tomar unas vacaciones—dice Tom, ya mas tranquilo sorbiendo de su café, suspirando, el calor ingreso por su garganta dejando de sentir el molesto dolor en la zona; ya que antes de ir a la oficina de su amigo había estado fumando fuera del edificio y con el frío que hacía de inmediato sintió su garganta arder.
—estoy feliz de que mi hermano tenga a un buen amigo por aquí, pensé que como es tan solitario no tendría a nadie—comenta Samuel preocupado por su hermano, el cual solo vive con su perro y la ultima novia que había tenido fue en la secundaria.
—oh, bueno si, llevamos mucho tiempo juntos, desde la Universidad—dice revolviendo el café con las mejillas rojas.
¿Junto de que forma?, quiso preguntar Sam, pero no se atrevió, de cierta forma estaba celoso, porque Tom había logrado interesarle desde el comienzo, sus ojitos café, el cabello castaño y las mejillas rojas redondas como manzanas, le habían encantado.
—que bien—rechisto el rubio sonriendo falsamente, aunque sus puños apretados evidenciaba la molestia que sentía.
—me refiero, como amigos, claro!—chillo el castaño, pensando que quizás Sam se había molestado por insinuar de cierta forma que su hermano era gay.
—ah, si?—preguntó Samuel volviendo a su actitud tranquila y amable, logrando que la simple aclaración de Tom lo alegrara; ¿significaba que tenía una oportunidad con el lindo secretario de su hermano?,—bueno tengo que irme. Tengo una reunión importante a las cinco, seguimos hablando mañana?, podríamos ir a comer algo? —pregunta el rubio dejando sus codos en la mesa.
Una serpiente, pensó Tom, la elegancia de Samuel, sus sonrisas filosas, los movimientos atrayentes lo asimilaban a una serpiente.
—hasta mañana—se despide Tom viendo como Sam se va de la cafetería con ese aire tan sexy.
Y así había terminado en una segunda cita/reunión donde seguramente hablarían de Connor.
Lo extraño es que no fue así, para empezar Sam parecía bastante interesado en él, en conocer sus gustos, sus hobbys, lo que gustaba comer, cosas triviales; aunque el rubio también había hablado de si mismo, de sus gustos, hasta el momento sabía que: amaba a los gatos, el helado, la cafeína, los libros de ciencia ficción, los dramas y múltiple cosas que lo hacían aun más interesante.
Todo lo contrario a Tom, quien se consideraba un hombre de gustos simples, le gustaba todo y no era demasiado quisquilloso con nada.
—entonces tienes pareja Tom?—pregunto Samuel, pareciendo desinteresado, aunque había esperado toda la tarde para hacer esa pregunta y esperaba una respuesta negativa.
—No, nadie y tú?—preguntó e castaño algo avergonzado, ¿que tan vergonzoso podía ser no tener pareja a su edad?.
—nup, aunque me estoy interesando en...alguien—dice Samuel guiñándole un ojo al castaño con coquetería, siendo interpretado como burla por parte de Tom, quien se sonrojo.
—bueno sera mejor que me vaya—murmura Tom, parándose de la mesa y saliendo del restaurante con las mejillas rojas, cuando el sonido de su celular lo detiene.
Prende la pantalla y lee el nombre de la persona que lo llama: Connor C.
Atendiendo algo preocupado, pues Connor no suele llamarlo, a menos que se trate de una emergencia o algo del trabajo.
—hey!, Tom, puedes venir a mi casa?—pregunta el hombre con voz ronca, que logra preocupar a Tomás.
—si, claro, estoy allí en cinco minutos—dice el castaño, cortando la llamada y mirando si algún taxi pasaba por ese sector.
—espera Tom!—grita Sam agarrando el brazo de Tom, agitado por haber corrido, luego de pagar la cuenta de ambos.
—Sam!, lo siento te pagaré lo que consumí más tarde, Connor me llamo, sonaba bastante mal—dice Tom avergonzado de nuevo, logrando que Sam recomponiendo su sonrisa.
—no te preocupes por la paga, de todos modos tengo que ir donde Connor, ven te llevó—dice el rubio guiando a Tom al estacionamiento donde dejó su automóvil.
Un hermoso Camaro rojo reluciente que deja casi ciego a Tomás; Sam abrió la puerta del auto, el castaño extrañado miro a Sam, se acerco a la puerta cerrándola y abriéndola de nuevo.
—gracias—dice Tomás entrando al auto, mientras Sam extrañado se rasca la nuca entrando al auto también.
10:40 AM. 02 de Enero.
Connor.
Connor estaba furioso, la sangre le hervía.
Desde la mañana que su padre había estado molestándolo, no sólo lo había llamado al teléfono alambrico, también a su teléfono móvil y le había enviado mil mensajes.
Dario Cooper podría haber sido un buen padre, pero Connor no lo soportaba; su padre era un hombre correcto, pero con un carácter de mierda, había criado a ambos hermanos con mano dura. Después de que Samuel comenzará a salir a fiestas y a acostarse con quien sea el tema de la bisexualidad de Sam salio a la luz, Connor como su hermano mayor y mejor amigo lo había aceptado con rapidez, apoyando desde el principio, pero su padre lo tomó como una "etapa" de la adolescencia.
Cuando Sam a los 24 años decidió confesar su orientación sexual no creyó que Dario se lo tomaría de aquella forma, lo había lastimado no tan sólo físicamente, si no que también psicológicamente, Connor nunca se lo perdonó, después de lo ocurrido se compro una casa y ayudo a Sam a conseguir un departamento cerca de la sucursal en la que trabajaba.
Los ladridos de Dan le avisaron que tenía una visita inesperada.
—Connor, hijo, como has estado?—preguntó Dario entrando junto a una caja con Donas y café en la mano.
—peor ahora que te veo—dijo Connor con fastidio, acariciando la cabeza de su perro.
—hijo te eh extrañado mucho y ah Sam, la casa se siente vacía sin ustedes—dice Dario dejando la caja y el vaso encima de la mesa, tocando a Dan, quien incomodo escapo al patio.
—no me digas—bramó Connor cruzándose de brazos, —vete, no estoy de humor, pense nos reuniriamos en la tarde, por ahora no quiero hablar—rechista el menor sin quede mirar a su padre.
—Connor por favor, eres mi hijo!, no puedes estar enojado para siempre—dice Dario, pero al ver que su hijo no sedería salió de casa, suspirando; sabía que era su culpa que sus hijos se hubieran distanciado de él, pero al menos Sam hablaba con él de vez en cuando, mientras que de Connor no sabía nada.
Luego de la ida de Dario el silencio se prolongo, Connor se dejó caer en su sillón, intentando ignorar su dolor en la cabeza, pues ya había tomado tres pastillas para la migraña y no podía excederse o terminaría de nuevo en algún hospital por intoxicación.
Controlando su respiración prendió la televisión intentando relajarse, pero la presión en su cabeza sólo incrementaba, las lágrimas comenzaban a caer de sus mejillas; Connor extrañado toco sus mejillas húmedas.
¿Porque estaba llorando?, ¿tan inestable era emocionalmente?.
No quería saber que tan debil era, no quería entender que estaba solo.
Mirando sus manos temblar corrió hasta el teléfono, su cerebro sólo podía pensar en una persona que lo podría consolar.
—Tomás, puedes venir?—Aunque no quería su voz sonaba débil y temblorosa.
Tom preocupado de inmediato le dijo que si y corto, esperaba que su amigo no demorará tanto, pues comenzaba a sentirse mareado y con ganas de vomitar.
¿Sería por la pizza que se había olvidado comer la semana pasada y que había comido en la mañana?.
Con un gruñido se acostó en el sillón abrazándose a si mismo.
Cuando Tomas y Samuel llegaron vieron a Connor acostado en el sillón café totalmente pálido.
—Connor?, te encuentras bien hermano?—pregunta preocupado Sam corriendo hasta donde su hermano y acariciando su mejilla.
—tengo ganas de vomitar—dice moribundo, con voz grave, los mareos y el dolor de cabeza intenso lo consumía.
—vamos, tenemos que llevarlo al hospital—demanda Tom, logrando que Samuel tomará a su hermano de debajo de la axila y lo arrastré fuera de la casa.
Una vez fuera lo meten en el automóvil del rubio y Sam con rapidez conduce hasta el hospital.
Ya llegando Sam y Tom toman a Connor llevándolo hasta adentro, donde una enfermera se acerca bastante preocupada.
—venga por acá, la Dr. Jazmine la atenderá —dice la enfermera conduciendo al trio hasta una habitación y dejan al pobre Connor en la camilla.
—uy no te ves nada bien—dice la mujer tomando el formulario y un papel, —nombre?—pregunta la doctora.
—Connor Cooper—responde Sam al lado de su hermano, quien comienza a sudar frío.
—edad?—cuestiona de nuevo, escribiendo con rapidez.
—30 años, nació el 22 de septiembre, su tipo de sangre es AB positivo—dice rápidamente Tom, asustado por su mejor amigo.
—bien, bien, tranquilos—Calma la mujer, acercándose a Connor para hacer el chequeo de protocolo: escuchar los latidos del corazón, tomar la presión arterial, tocar tanto el pecho como el estomago, etc.
—que te duele?—pregunta la mujer, mientras Connor se retuerce de dolor.
—el estomago y la cabeza —se queja el hombre, retorciéndose en la camilla.
—Connor esta bien?—pregunta Sam mirando a su hermano preocupado.
—si, aunque tengo que mandar a hacer un par de exámenes creo que tiene estrés severo—dice la mujer, escribiendo en su computadora los distintos exámenes que se tendría que hacerse, —por ahora le enviaré a casa con algunas pastillas para las nauseas, el dolor de cabeza, asegúrense de cuidarlo, si?—pregunta la mujer entregándole a Sam la hoja de la receta y la de los exámenes.
—bien, tendremos cuidado—dice Tomás un poco más tranquilo.
—sep, también les aconsejó topar una hora con alguna psicóloga—recomendo la doctora escribiendo el nombre de algunos buenos psicólogos que conocía.
Nota de la autora: les gusta la canción y la pegatina al final de los caps? :3 espero que si XD se que las canciones no tienen mucho que ver (aunque ah veces si), pero son con las canciones que me inspire—ademas Connor escucha rock :v—, esperó que les guste el nuevo cap :) ya se vienen mas 🔥.
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