Capítulo 9 (Raquel)
Raquel.
Receta de Pizza Congelada Quemada en el Microondas.
Ingredientes:
• 1 pizza congelada de mala calidad
• Nada más
Instrucciones:
• Saca la pizza congelada del empaque y colócala en un plato apto para microondas.
• Pon la pizza en el microondas y programa el tiempo máximo de cocción, ignorando las instrucciones del empaque.
• Mientras la pizza se calienta, olvídate por completo de ella y ve a atender otros asuntos.
• Después de unos 10-15 minutos, te percatas del fuerte olor a quemado proveniente de la cocina.
• Corre hacia el microondas, abre la puerta y te encuentras con una pizza completamente carbonizada.
• Maldice la mala calidad de la pizza congelada.
• Abre las ventanas para ventilar el humo y trata de limpiar el desastre en la cocina.
—¡Raquel!—Gritó Ximena a mis espaldas—¿Pero que ha pasado?
Ximena, Catalina, Pablo, Tatiana, Paulina y los demás chicos me miraban estupefactos.
—Raquel solo tenías que calentar las pizzas—Se quejó Catalina con voz lastimera.
Me sentí realmente avergonzada mientras todos me miraban. Intenté explicarme, pero las palabras parecían atorarse en mi garganta.
—Yo... lo siento, chicos. Me distraje y... bueno, no tenía ni idea de que el microondas se podía convertir en un horno crematorio en cuestión de minutos—digo, señalando la pizza carbonizada.
Ximena se acerca a mí y pone una mano en mi hombro, dándome una mirada comprensiva.
—No te preocupes, Raquel. Fue un accidente. Pero creo que será mejor que yo me encargue de calentar las pizzas.
Asiento con la cabeza, agradecida por su comprensión. Catalina y Tatiana intercambian miradas de reproche, pero no dicen nada.
—Bueno, ¿qué les parece si mejor pedimos unas pizzas?—propone Pablo, tratando de aliviar la tensión.
Todos asienten y comienzan a discutir qué tipo de pizza pedir. Mientras Ximena se encarga de hacer la llamada, me acerco a ella.
—Ximena, de verdad lo siento. No sé qué pasó, simplemente me distraje y...
—Tranquila, Raquel. Sé que no lo hiciste a propósito—me interrumpe con una sonrisa—Es solo pizza quemada, no es el fin del mundo.
—¡La próxima vez dejaremos la cocina en manos de alguien que no convierta la comida en carbón!—Se burló Tatiana, haciendo que todos empezaran a reír.
Siento que mi rostro se sonroja de la vergüenza y de la rabia mientras ellos se ríen. No podía creer que algo tan simple como calentar pizzas hubiera terminado en un desastre.
—Podemos arreglar esto.—Le digo a Ximena con determinación, negándome a aceptar la derrota.
Me dispuse a actuar rápidamente, ignorando las miradas de incredulidad en mi contra. Tomé varias latas de salsas de tomate, queso rallado, jamón, champiñones y demás ingredientes que encontré en la despensa. Armé una especie de estación de preparación en la barra de la cocina y comencé a desenvolver las pizzas que quedaban.
—Yo te ayudo—Me dice Pablo calentando el horno de la cocina.
Ximena lo mira con aprobación y me ayuda con la preparación.
Receta de Pizza Congelada Quemada en el Microondas.
Ingredientes:
• 1 pizza congelada de mala calidad
• Nada más
Instrucciones:
• Saca la pizza congelada del empaque y colócala en un plato apto para microondas.
• Pon la pizza en el microondas y programa el tiempo máximo de cocción, ignorando las instrucciones del empaque.
• Mientras la pizza se calienta, olvídate por completo de ella y ve a atender otros asuntos.
• Después de unos 10-15 minutos, te percatas del fuerte olor a quemado proveniente de la cocina.
• Corre hacia el microondas, abre la puerta y te encuentras con una pizza completamente carbonizada.
• Maldice la mala calidad de la pizza congelada.
• Abre las ventanas para ventilar el humo y trata de limpiar el desastre en la cocina.
—¡Raquel!—Gritó Ximena a mis espaldas—¿Pero que ha pasado?
Ximena, Catalina, Pablo, Tatiana, Paulina y los demás chicos me miraban estupefactos.
—Raquel solo tenías que calentar las pizzas—Se quejó Catalina con voz lastimera.
Me sentí realmente avergonzada mientras todos me miraban. Intenté explicarme, pero las palabras parecían atorarse en mi garganta.
—Yo... lo siento, chicos. Me distraje y... bueno, no tenía ni idea de que el microondas se podía convertir en un horno crematorio en cuestión de minutos—digo, señalando la pizza carbonizada.
Ximena se acerca a mí y pone una mano en mi hombro, dándome una mirada comprensiva.
—No te preocupes, Raquel. Fue un accidente. Pero creo que será mejor que yo me encargue de calentar las pizzas.
Asiento con la cabeza, agradecida por su comprensión. Catalina y Tatiana intercambian miradas de reproche, pero no dicen nada.
—Bueno, ¿qué les parece si mejor pedimos unas pizzas?—propone Pablo, tratando de aliviar la tensión.
Todos asienten y comienzan a discutir qué tipo de pizza pedir. Mientras Ximena se encarga de hacer la llamada, me acerco a ella.
—Ximena, de verdad lo siento. No sé qué pasó, simplemente me distraje y...
—Tranquila, Raquel. Sé que no lo hiciste a propósito—me interrumpe con una sonrisa—Es solo pizza quemada, no es el fin del mundo.
—¡La próxima vez dejaremos la cocina en manos de alguien que no convierta la comida en carbón!—Se burló Tatiana, haciendo que todos empezaran a reír.
Siento que mi rostro se sonroja de la vergüenza y de la rabia mientras ellos se ríen. No podía creer que algo tan simple como calentar pizzas hubiera terminado en un desastre.
—Podemos arreglar esto.—Le digo a Ximena con determinación, negándome a aceptar la derrota.
Me dispuse a actuar rápidamente, ignorando las miradas de incredulidad en mi contra. Tomé varias latas de salsas de tomate, queso rallado, jamón, champiñones y demás ingredientes que encontré en la despensa. Armé una especie de estación de preparación en la barra de la cocina y comencé a desenvolver las pizzas que quedaban.
—Yo te ayudo—Me dice Pablo calentando el horno de la cocina.
Ximena lo mira con aprobación y me ayuda con la preparación.
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