Huesos sin cuerpo
A veces sueño que estás conmigo,
y luego despierto llorando porque te has ido.
Despierto agitado y asustado
con la necesidad de que tus brazos me envuelvan.
A veces despierto arrepentido.
No sé, por haberte dejar ido.
Y ese dolor en el pecho
me lo recuerda siempre.
Esa voz interna me dice que te siga
me dice que necesitas que te siga,
pero yo no creo que lo necesites.
Igual soy yo el que tiene la necesidad de ir corriendo,
pero vaya insensato
que me quedo en la línea de salida con los brazos cruzados,
contemplando mi pequeño desastre.
Mi pequeño odiado desastre.
El bloqueo mental que me causa el recuerdo de tu risa
es basto para afirmar
que tan solo soy un cobardica.
Que tan solo soy un puñado de huesos perdido en el espacio.
Un puñado de huesos que había encontrado su cuerpo.
Un puñado de huesos putrefactos que lo dejaron escapar,
porque no se creían merecedores de una tan delicada piel.
Que irónico.
Huesos y carne
conviven juntos,
formando algo formidable.
Y aún así
están destinados a separarse uno del otro.
- N.G
2020-12-30 17:18:11
2
0