Capitulo 1: Sangre en la nieve.
Capitulo 2: La prueba inicial.
Capitulo 3: Entrenamiento.
Capitulo 4: Selección final.
Capitulo 5: Problemas en Aruhia, pt 1.
Capitulo 6: Problemas en Aruhia, pt 2.
Capitulo 7: Valessa.
Capitulo 8: Derrota parcial.
Capitulo 9: Sonido de tambores.
Capitulo 3: Entrenamiento.
Edward se encontraba sentado en un escritorio, al lado de la cama donde ya hacia su hermana. Las habitación estaba oscura y solo se iluminaba con una vela de fuego azul.

Usando un lápiz, Ed, escribe en un pequeño libro de cuero con las puntas doradas, todo lo que ha echo en ese día. Hace no mucho que empezó a entrenar con su nueva maestra Rukua. Entrenar con ella no era fácil, tampoco era convencional. Parecía más una tortura que entrenamiento.

"17 de diciembre del año 700."

"Hoy fue un buen día, aún que termine con muchas heridas. Volví a descender la montaña. Mis reflejos y percepción han mejorado notoriamente. Ya no caigo en tantas trampas como antes."

—Hoy aprenderás artes marciales chinas, y el estilo de los 7 vientos—

"Eso fue lo que dijo la maestra antes de empezar a pelear. Los primeros dos días fueron algunas repeticiones de golpes, patadas altas y media, y también fue ejercicio físico y mental. La maestra dijo que era recomendable que estuviera en buena forma y que tenga una mentalidad más madura. Tuve una pequeña pelea de entrenamiento con la maestra, pero... No hacía más que caer. Cuando trataba de atacarla, en menos de lo que dura un parpadeo, ya estaba volando por lo aires."

"Hoy descendí una montaña con menos aire que la anterior. Esta vez ya no se me complicaba tanto esquivar las trampas, pero con forme mas aprendía a esquivarlas, más peligrosas se volvían. ¡Ahora están echas para matarme! Las piedras que me arrojaban ahora son cuchillos, y los hoyos en el suelo tiene estacas de madera que esperan por mi."

—Técnicas de corte apagado; las katanas tiene dos partes. La parte de abajo es donde se encuentra el filo. La parte de arriba no posee filo, y se una para desviar o bloquear ataques directos. Los cortes apagados se efectúan con esa parte. Es más fácil de entender cuando lo experimentas por ti mismo—

"Eso fue lo que dijo, trato de explicarme lo mejor, pero no logré entenderlo del todo. La maestra medio un katana que tenía su filo pintado de azul. Practique los cortes apagados como lo había entendido, pero la maestra me golpeó la cabeza debido a que lo hacía mal. Tenía que cortar tenía que hacer cortes sin usar la parte del filo o cambiar la trayectoria de los cortes. Estuve haciéndolo mal durante 10 minutos, pero por fin entendí, aún que ahora, tengo un chichón en la cabeza."

"Ese mismo día, la maestra me enseñó como hacer cortes limpios, y a usar correctamente una katana. La forma en la que yo la usaba no era la correcta. Me explico que las katanas son muy diferentes a las espadas tradicionales. Son buenas aguantando golpes verticales, pero se rompen fácilmente con golpes horizontales. Para que la katana no se rompa, tengo que embuirla con toda mi fuerza. La maestra me hizo una demostración. Ella corto fácilmente una fila de cuatro bambú de manera diagonal. Luego de eso, ella me dió la katana para que practicar. Pero advirtió que si la llegaba a romper, ella me rompería los brazos a mi."

Mientras Edward escribía, sin darse cuenta se quedó dormido en su escritorio. Rukua, quién se había entrado a la habitación para decirle algo a Ed, se percató de ello. Con una manta, tapo a Ed para que no atrapará un resfriado.

Volteo a ver a Natsuki, quién seguía durmiendo profundamente. Ya había pasado un mes desde que estos dos llegaron, y Natsuki no había mostrado señales de que iba a despertar. Rukua se estaba comenzando a preocupar, pero ella no era la única.

"Hoy descendí la montaña con la katana en manos. Pero descender con algo en manos... Me quitaba mucha agilidad. Me hacía caer en muchas trampas, en especial aquellas que tenía cuerdas. Siempre terminaba contado de cabeza o azotado contra el suelo."

"Volví a pelear con la maestra. Esta vez, yo estaba usando una katana, mientras que ella no tenía nada en sus manos. Corri hacia ella listo para lanzar mi mejor ataque, pero incluso con un arma, termine volando por los aire. Otra vez."

—Aprende a controlar el flujo de tu energía—

"La maestra me enseñó a cómo hacerlo. Cada movimiento del cuerpo, respiración, e incluso, parpadear, consume una cierta cantidad de energía. El resto de ese día estuve aprendiendo a dispersar mi energía a distintas partes del cuerpo, y acomo usarla correctamente para no gastar más de lo que necesitaba."

En el borde de una cascada, se encontraba Edward y su maestra. Ed miraba con cuidado el lago que había debajo de la cascada. Eran unos 20 metros de caída libre.

—Se uno con tu entorno—Le dice Rukua.

Luego de esa palabras empuja de un patata a Ed hacia aquella caída libre. En un tonto intento de no caer, Ed comienza a intentar correr en el aire, lo cual no funciona, cómo era de esperarse.

—¡Eso no era necesario!—Grita Ed antes de chocar contra el agua del lago.

Sobre la superficie del lago, el cuerpo de Ed flotaba mientras era arrastrado por la corriente. Luego de estar flotando por algún tiempo, Rukua saco a Edward del lago.

—982, 983, 984...—

"La tarde de aquel día me la pasé dando cortes verticales al aire. La maestra dijo que era para que mi cuerpo de grabará los movimientos y que los hiciera de manera natural."

—997, 998, 999, y ¡1,000!—Exclama Ed al final con una sonrisa de alegría.

Sus brazos ya estaban cansados, y solo quería descansar un poco.

—¡Has 2,000 más, o no cenaràs hoy!—Ordena Rukua.

Abriendo la boca y quedándose con el rostro el blanco, el alma de Edward abandona su cuerpo saliendo por su boca. Tan solo de escuchar que tendría que hacer 2,000, sentía como sus brazos se destrozaba.

—1,001, 1,002...

...

"Ya pasaron cuatro meses desde que empecé a entrenar con la maestra. Natsuki sigue sin despertar, y me preocupo por ella. ¿Que pasará si no despierta? ¡No es momento de pensar en eso! ¡Concéntrate, tienes que ser el más fuerte! ¡Tienes que demostrar que eres capaz de proteger a tu hermana! ¡Entrena hasta la muerte si es necesario!"–Se dice a el mismo mientras desciende corriendo la montaña.

Las trampas se activan sin que Ed las pise o toque las cuerdas que las activan. Los troncos salen disparados contra el. Ed salta sobre ellos sin ningún problema. Algunos cuchillos disparados contra el. Ed uso la katana que llevaba en manos para bloquear los cuchillos sin mientras seguía corriendo.

Uno de esos cuchillos le rozó su hombro izquierdo, haciendole una herida superficial.

"Aun sigo callendo en algunas trampas. No puedo permitirme eso. ¿Que hubiera pasado si no hubiera logrado reaccionar a tiempo? Tengo que ser más rápido y ágil."

Otra ronda de cuchillos salieron disparados, se detiene en seco y con su katana bloquea todos los cuchillos. Cortando en distintas direcciones, Edward logra bloquear perfectamente los cuchillos.

Los cuchillos salen volando por los aires mientras giran en si mismos antes de clavarse al suelo o en los troncos de los árboles de alrededor.

El cielo escarlata de la tarde empieza a brillar ante los ojos rojizos de aquel joven. Su rostro serio por naturaleza comienza a revelar una sonrisa determinada.

...

—Ya no tengo nada más que enseñarte—

"Eso fue lo que la maestra me dijo luego de 6 meses de entrenamiento."

—Sigueme—

Empezando a caminar por delante de Edward, Rukua se muestra sería y sin ninguna expresión aparente en su rostro. Seguida por Ed, lo guía hasta un lugar donde los árboles medían unos seis metros de altura y tenían sus hojas callendo al suelo.

Delante, a algunos metros de ellos, había una gran roca semi esférica. Atado a el, había una gran cuerda echas por otras que se entrelazaban entre si. Colgando de la cuerda, habían unos sellos de protección que se movían por el viento.

Parándose frente a la roca, que mide como dos metros de altura, la sensación de intriga invadía a Ed. ¿Por qué lo había traído a ese lugar?

—Ahora, todo depende de, si haces tuyas las enseñanzas que te di—Dice Rukua.—Si logras cortar está roca, te mandaré a la selección final—

"¿Las espadas... pueden cortar ricas?"–Se pregunta Ed en su mente.

Rukua se dió la media vuelta y se alejo caminando.

—Maestra es...—

Ed volteo a ver a su maestra para decirle algo, pero en menos de lo que creía, ella ya se había esfumado del lugar.

Que dándose con las ganas de decirle lo que tenía que decir, Ed volteo a ver la roca. Con una mirada determinada desenfundo la katana sujetándola con ambas manos delante de él.

Dando un paso adelante y recargando su peso sobre su pierna derecha, Ed levanta la katana por encima de su cabeza y la dejo caer con fuerza en un corte vertical. La hoja de la katana choca contra la dura piedra haciendo que el cuerpo de Ed se estremeciera por completo.

Mirando la katana con detenimiento, para asegurarse de que siguiera en perfecto estado, Ed sonríe de alivio al ver que no paso nada. Tomando con las fuerza el mango de la katana, vuelve a intentarlo.

...

"Creí que con todo lo que me enseñó la maestra sería capaz de cortar la roca, pero aún me falta entrenar. Repetiré todo lo que he aprendido hasta ahora hasta lograr cortar la roca."

Edward repitió todo los ejercicios que su maestra le había enseñado. Cortaba limpiamente los trozos de bambú, subía y bajaba la montaña sin problemas, resistía la respiración debajo del agua, se ejercitaba, y repasaba las técnicas de cortes apagados.

Durante otros seis meses, Edward entreno y regreso a la roca a diario para tratar de cortarla. Pero nada. Le era imposible cortar la roca. Aún que trataba con todas sus fuerzas, y golpeaba la roca hasta caer exhausto, lo único que consiguió, fue que le salieran ampollas en las manos.

Con sus brazos temblando mientras el se encontraba de rodillas en el suelo. A su mente llegaron mil y un pensamientos. Ed se sentía impotente, creyendo que todo el tiempo que había estado entrenando era embalo.

—Aun no... me rindo—Se dijo mientras se ponía de pie.

Apoyando sus manos sobre la piedra, poco a poco iba recuperando el aire.

—Acaso, ¿No podré salvar a mi hermana...?—Se pregunta.—¡No pienses en eso! ¡Tienes que seguir! ¡Sigue!—

Debido a su frustración, Ed azota su cabeza contra la piedras, abriéndose una pequeña herida en la cabeza. Casi rompiendo en un llanto impotente, Ed deja salir una lágrimas mientras un hilo de sangre recorre su rostro.

—¡Silencio! Me das asco con solo escucharte llorar y quejarte de todo—Dice una voz que proviene por encima de la roca.

Sorprendido, Edward voltea hacia arriba de la roca para ver al dueño de esa voz. Un joven de más o menos 16 años estaba sentado sobre la roca. En su mano derecha tenía una katana de madera, y su rostro estaba tapado por una máscara de zorro proveniente de la cultura japonesa.

Vestía una gabardina blanca con gabardina roja que tenía en la parte de atrás el símbolo negro de una serpiente enrollada en una espada. Su pantalón estaba echo de cuero. Usaba un calzado casual.

La piel de aquel joven era blanca, tan blanca que casi parecía estar muerto en vida. Su cabello era de color carne, y su presencia era fuerte.

—Un hombre no tiene tiempo de llorar. Si eres un hombre, entonces sobre pasa tus límites—Dice aquel joven.

—Eso trato de hacer—Contesta Ed.

—¡Tonterías!—Exclama el joven mientras se pone de pie.—¡Aún no has echo tuyas las enseñanzas de la maestra Rukua! ¡Solo lo guardaste como conocimiento! ¡Grabaras en tus cuerpos!—

"¿Este chico conoces a la maestra?"–Se pregunta Ed en su mente.

Aquel joven salto de la roca con su katana de madera lista para golpear a Ed. Este reacciona a tiempo y bloque su ataque. ambas katanas chocan entre si. Sorpresivamente la madera de la otra katana se cortó.

Aún estando en el aire, aquel joven le soltó una buena patada a Ed, quién retrocedió por tan patada. El los pies del joven tocaron el suelo.

—¡Si estás aquí es por qué la maestra cree que tienes talento! ¡Pelea conmigo y demuestra lo que tienes!—Exclama mientras le apunta con su katana.

—Pero mi katana es de verdad, y la tuya está echa de madera—Menciona Ed.

La presencia de aquel joven cambio a una mas agresiva. Dicho joven se llevó una mano al costado izquierdo de su cabeza mientras se reía como un loco.

—Me alegro que te preocupes por mi. Eso significa; ¡Que crees que me harás daño!—Exclama el joven.

De un segundo al otro, la imagen del joven desapareció y reapareció delante de Ed. Este apenas y pudo reaccionar a tiempo para bloquear otro de sus ataques. Ambas katanas chocaron entre si y se mantuvieron juntas mientras Ed y el joven forcejeaba por ver quién tenía la ventaja.

—No te preocupes por mi. Soy mucho más fuerte que tú. ¡Por qué yo fui capaz de cortar la roca!—Contesta con arrogancia.

"¿El... Cortó la roca?"

Golpeando el estómago de Ed con una patada horizontal, el joven le hace retroceder dos pasos. Ed retro ese otros dos pasos al ver que aquel joven se le acercaba con rapidez. Levantando su guardia, Ed lanzo un corte en diagonal. El joven desaparece en el viento y reaparece en la espalda de Ed. Este reacciona a tiempo y bloquea un golpe vertical con su katana.

Retrocede continuamente mientras bloquea los ataques del joven. Ed esquiva un golpe vertical al girar en si mismo y moverse hacia el costado izquierdo del joven. Lanza un corte horizontal, pero el joven salta sobre la hoja de la katana y con una patada directamente al rostro, hace que Ed retroceda.

Ed corre hacia el joven mientras sujeta la katana con ambas manos, el joven corre hacia Ed mientras se prepara para usar una técnica de corte apagado. Una vez que ambos estaban a un paso, el joven lanza un golpe en diagonal hacia arriba. Ed bloquea y desvía la trayectoria del ataque con su katana, haciendo que el aire comienze a vibrar. Rápidamente Ed lanza un corte en arco.

El joven salta nuevamente sobre la hoja de la katana y lanza una patada. Ed salta hacia atrás logrando evitar que la patada acertará. El joven se acerca con rapidez. Ambas katanas vuelven a chocar entre ellas, comenzando otro forcejeo.

—¡No está mal! ¡Pero con ataques como esos nunca podrás ganarme!—Exclama el joven.—¡Si no trabajas duro nunca podrás partir la roca!—

—¡Es lo que hago!—Responde Ed.—¡Todos los días me mato entrenando, repaso todo e instinto grabarlo en mi cuerpo! ¡Pero por más que no hago, no consigo avanzar!—

—¡Lo único que has estado haciendo es perder el tiempo! ¡Ya eres fuerte, solo tienes que aprender a usar esa fuerza! ¡Está bien que llores, está bien que huyas, pero nunca te rindas!—Le dice el joven.—¡Cómo te veo ahora, no eres más que un niño queriendo ser un hombre! ¡Rompe tus límites!—

—¡Que eso es lo que trato de hacer!—

Ed y el joven se separan, ambos salta hacia atrás para tomar distancia. Ed corre lo más rápido que le es posible hacia el joven. Este levanta su guardia y espera a que Ed se acerque. Estando un paso del joven, Ed se agacha y lanza una patada alras del suelo, el joven salta y es ahí cuando se percata de algo.

En gira en si mismo apoyándose en su mano izquierda. Luego se impulsa hacia arriba con dicha mano, y lanza una patada ascendente contra el joven, quién apenas y logro bloquear aquel ataque. Aún en el aire, Ed gira en si mismo, acomodándose para lanzar un corte el arco. El joven contra ataca y ambas katanas vuelven a chocar. Una fuerte ráfaga de viento sale expulsado debido al impacto.

El joven se impresiona de lo que Ed acababa de hacer.

"Esa técnica, fue el primer cielo: Cambio de la rosa del viento. ¿Cómo fue que la domino tan rápido?"

Mientras caían al suelo, ambos jóvenes se azotaron sus katanas con violencia. Una vez sus pies tocaron el suelo se separaron, Ed salta hacia atrás mientras el joven se mueve hacia la izquierda. La velocidad del joven era sorprendente. Por dónde el pasará dejaba una pequeña estela roja.

Se movía alrededor del terreno mientras hacia movimientos casi impredecible. Ed no era capaz de seguirlo con la mirada o de detectar su presencia. El joven apareció detrás de Ed, este se giró rápidamente y lanzo un corte en vertical. El joven giro en si mismo y cambio si trayectoria esquivando el ataque de Ed. Lanzando un golpe vertical hacia arriba con su katana de madera, el joven levanta la moyera de Ed.

Edward cayo al suelo de espalda totalmente inconsciente. La batalla había llegado a su fin, con aquel joven de cabello color carne como ganador.

De detrás de la roca salió una niña de más o menos 10 años, cuello cabello era negro y sus ojos tan azules como el mar. Su piel estaba igual de pálida que la de el joven. Ella vestía una especie de kimono rosa con flores. La niña también tenía una expresión sería y cálida como la de Edward.

Acercándose al joven de cabello color carne, la niña se para a su lado y observa el cuerpo inconsciente de Ed.

—Emma, te lo encargo. Ayúdalo a superarse—Le pide el joven.

—Si—

El joven se aleja del lugar, dejando a esa niña a cargo de Ed.

...

Pasaron algunas horas antes de que Edward volviera a abrir sus ojos. Al hacerlo se percató de que una niña lo estaba mirando con atención. Rápidamente se sentó piernas cruzadas en el suelo mirando fijamente a la niña.

—¿Viste la pelea?—Pregunta Ed con curiosidad.

La niña asiente con la cabeza.

—¡Fue increíble! ¡Aquel chico me dió una paliza sin saberlo! ¡No hizo ni un solo movimiento inecesario!—Dice Ed mientras hace gestos con la manos.

—Con mucha práctica y esfuerzo podrías igualar lo—Menciona la niña.

Edward abre sus ojos al escuchar eso.

—¿Te crees que pueda estar al mismo nivel que aquel chico?—Le pregunta.

—Si. Hasta creo que podrías superarlo—Responde con una sonrisa.

"Que linda"–Piensa Ed.

"Desde ese entonces, aquella niña llamada Emma, me ha estado ayudando a entrenar, corrigiendo me en las cosas que hacía mal."

—El flujo de energía es un hilo delgado que recorre todo nuestro cuerpo. Cuando se le suministra la cantidad exacta de energía a la hoja de la katana, está es capaz de crear un hilo que conecta en el punto débil del oponente. Al seguir dicho hilo, la batalla se puede acabar de un solo movimiento—Explica Emma.

"No entendí nada..."

—A propósito, ¿Sabes cómo se llama aquel chico? El que tiene el cabello color carne—Pregunta.

—¿El? Su nombre es Kris, es mi hermano mayor—Responde con tranquilidad mientras se sube a la roca.

"Entrene durante tanto tiempo que sin darme cuenta ya había cumplido pasado un año. Durante ese tiempo tuve otras pelea con Kris, pero perdía en todas. Aún que empeze a captar su ritmo y a leer sus movimientos"

"Pero en esta ocasión, era distinto. Kris llevaba una katana real, y nos enfrentaríamos en un duelo uno contra uno. Los duelos son fácil de entender. Gana es más fuerte, y el más rápido, y todo se resume en un solo movimientos."

Colocándose en guardia, ambos jóvenes se miran fijamente. La distancia entre ellos apenas eran de dos metros. Ganaría el que fuera más veloz.

—Luego de un año, por fin tienes la cara de un hombre—Le dice a Ed.

Edward había perdido la gran parte del brillo de sus ojos. Su rostro tenía algunas heridas recientes y las palmas de sus manos estaba ásperas. Su cabello estaba tan largo que llegaba a la mitad de su espalda.

—Hoy será el día en que por fin te venza, Kris—Le contesta.

—Si ya están listos... ¡Peleen!—Dice Emma sin ninguna expresión aparente en su rostro.

El aire comenzó vibrar y a cambiar de dirección. La imagen de Edward y la de aquel joven desaparecieron por un breve segundo. Un breve segundo fue lo que dura aquel duelo.

"Aquel día... Mi hoja por fin tocó a Kris."

Sus imágenes volvieron a aparecer delante de los ojos de la niña. La hoja de Edward había tocado primero a Kris, mientras que el seguía con su katana por encima de su cabeza. Fue un corte vertical el que Edward había ejecutado.

La máscara de zorro que Kris llevaba se cortó verticalmente por la mitad.

"Cuando la máscara de Kris callo, pude ver su rostro. Sus ojos eran azules, y tenía una cicatriz en su mejilla izquierda. Su rostro tenía una sonrisa triste y aliviada. Entonces, una misteriosa libera cubrió todo el área."

—Felicidades, has ganado. Ahora, ganaré a él también...—Dice Emma antes de desaparece en la niebla.

Edward se había volteado a verla por un breve segundo, y cuando regreso su mirada al frente, se sorprendió. Dónde debería estar Kris, ahora, estaba la roca... Partida en dos por una limpia línea recta. Y la niebla se disperso.
© naruto1250 ,
книга «Entre Espadas y Demonios».
Capitulo 4: Selección final.
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