Capitulo 1: Desde el Abismo.
Capitulo 2: El Plan de Presentación.
Capitulo 3: Un Simple Paseo, parte 1.
Capitulo 4: Un Simple Paseo, parte 2.
Capitulo 5: Lucha.
Capitulo 6: De Compras.
Capitulo 7: Lluvia.
Capitulo 8: Duelo de Amor y Confusión.
Capotulo 9: Comienza la Aventura... Por Fin.
Capitulo 10: Bosque Invertido.
Capitulo 11: La Casa de Ozen, parte 1.
Capitulo 12: La Casa de Ozen, parte 2.
Capitulo 13: Choque Abismal.
Capitulo 11: La Casa de Ozen, parte 1.
La multitud de personas le daba vida a la calles de la ciudad sobre el abismo. De entre tantas personas, un chico de ojos violetas, vestido con un uniforme colegial, y cargando varias bolsas en mano, sobre salia de los demás. A su lado, una albina chica, vestida d igual forma, y cargando otras bolsas, le acompañaba en su camino.

─¡Claud, Suzumi, vengan!─Les grita una voz familiar.

Volteando a donde provenía la voz, ambos miran el rostro de aquella persona, reconociéndola al instante. Por lo que caminan hacia ella. 

─Hola, Rosa, ¿Como has estado?─Saluda Suzumi.

─Bien, no ha pasado nada desde la ultima vez que los vi─

─¿Que llevas ahí?─Pregunta Claud, señalando la bolsa que llevaba la mujer.

─Son algunas cosas para mi puesto de panes─Responde haciendo un peculiar gesto con el rostro.─Por cierto, ¿Donde están los otros dos?─Pregunta volteando hacia los lados.

Ambos jóvenes bajan la cabeza, mirando hacia el suelo con un aula melancólica brotando de ellos. 

─¿Se pelearon, o algo así?─

─No... No es eso─Responde Claud.

─¿Entonces?─

─Se escaparon al abismo. Exactamente a primeras horas del amanecer─Responde otra voz familiar.

Desde atrás de ambos jóvenes, Duke hizo acto de presencia, asustando a dichos jóvenes por tan repentina aparición.

─¡¿Que?! ¡¿Ya lo sabias?!─Pregunta Suzumi sobre saltada mente.

─Si. Y de echo fui a despedirlos hasta los limites de la primera capa─Voltea su mirada hacia Rosa.─Veo que el negocio te tiene ocupada. Deja te ayudo─Se ofrece a cargar la bolsa.

─Muchas gracias─

─¡Esperen! ¿Ustedes dos se conocían antes?─Les pregunta otra vez Suzumi.

─Pero claro que nos conocemos─Responde Rosa.─Después de todo, fuimos compañeros de Invasiones─

─¡¿QUEEEEE!?─Exclaman los dos al unisono.

...

La mirada nerviosa de Akira se cruzaba con la profunda y fría mirada de Ozen, quien esperaba alguna clase de palabra de estos dos. Lily se encontraba recuperando fuerzas mientras era sujetada por el chico, por lo que este tendría que actuar.

"Tranquilo Akira... Solo es una mujer de dos metros que tiene una mirada que mataría de miedo a cualquiera"

─¿Vas a decir algo, o solo te me quedaras viendo?─Habla Ozen con una profunda voz.

─A-ah... Yo...─

Antes de poder seguir tratando de hablar, los pasos rápidos de alguien acercándose hacia ellos llama la atención del chico, quien dirija su vista hacia la espalda de Ozen. Una pequeña chica de cabello celeste, se acerca hasta estar al lado de la mujer. Con una pequeña reverencia, la chica se dirige hacia Akira.

─Bienvenidos─

La suave voz de la chica relaja los nervios de Akira, quien ya no siente como si la mujer quisiera arrancarle la cabeza con la mirada.

─Oh, Aoi, que bueno que llegaste. Estos son... Nuestros dos invitados inesperados. Por favor, llévalos a una habitación─Le dice con la misma profunda voz.

"Parece que así es como normalmente habla"─Piensa el chico.

─Si, Maestra. En seguida los llevare a una de nuestras habitaciones─Contesta con otra pequeña reverencia.

─Espere...─Dice la débil voz de Lily.─Ozen, me gustaría hablar con usted─

Avanzando un paso hacia delante, la mujer entrelaza sus manos por detrás de su espalda, al mismo tiempo que se joroba hacia delante, dándole un aspecto aterrador.

─¿Te crees que dos simples Silbatos Rojos pueden venir hasta aquí sin avisar, y todavía pedir que me siente a hablar con ellos? Dame una buena razón para hacerlo, y no llevarte al orfanato del que saliste─

Calmada mente, Lily busca algo dentro de sus bolsillos, y al encontrarlo, se lo muestra a Ozen. En la mano derecha de la chica se encuentra un Silbato Blanco, el cual, viéndolo mas detalladamente, se puede apreciar que tiene unos tallados como de flores de 4 pétalos.

Abriendo los ojos de sorpresa, al reconocer aquel silbato, la mujer suspira resignación, dándose la vuelta sin cambiar su compostura jorobada. Dándoles la espalda al dúo, Ozen comienza a caminar en dirección a su casa.

─Aoi, llévalos mi sala de descanso─Ordena con una voz todavía mas profunda.

─En seguida─Da otra pequeña reverencia hacia el dúo.─Por favor, sigan me─Les pide.

Asintiendo, Akira comienza a caminar justo detrás de ella, ayudando a caminar a Lily. La entrada de la casa era grande. Era de esperarse, después de todo, aquella mujer realmente es alta. Aun así, parece bastante acostumbrada a caminar jorobada. Quizás sea para verse menos alta de lo que realmente es.

Entrando al interior, podía verse que de primera estancia, la mayoría de los muebles están echo directamente con la madera del tronco de aquel árbol. La pequeña mesa en la sala de estar parecía tener sus patas directamente saliendo del suelo. Al igual que los sillones de madera, los cuales, seguramente tallaron hasta que tomaron esa forma. Los cojines estaban claro que lo pusieron para completar los sofás.

Subiendo una escalera semi espiral llegaron a la plata mas alta. Mejor dicho, casi a la mas alta. Ahí, parecía ser un lugar de reposo, con una mini cocina cerca, y varios sofás elegantes forrados con pieles de animales. En medio de dos sofás, que se miraban entre si, había una pequeña mesita circular, cuya única pata crecía desde el suelo.

Sentada en uno de los sofás, con las piernas cruzadas, estaba Ozen, esperando pacientemente al dúo, el cual se sentó en el sofá frente a la mujer. Y mientras ellos pensaban en las palabras que dirían, Aoi, la pequeña chica de cabello celeste, se dirigió a la cocina a preparar un poco de te. Una vez las tazas de te fue servida en la mesa, la primera de las palabras salio de la boca de Ozen. No sin antes, darle un sorbo a su taza.

─¿Donde conseguiste ese silbato?─

─M-me lo dio mi instructor, y encargado del orfanato. Dijo que le pertenecía a mi madre. Vine hasta aquí para saber un poco mas de ella─Responde nerviosamente la chica.

Extendiendo su mano, como si quisiera tener aquel silbato en sus manos, Ozen mira a Lily, esperando su respuesta. La chica solo le hace entrega de aquel silbato, esperado alguna clase de comentario por parte de la tenebrosa mujer.

Mirando detenidamente el silbato por cada lado del mismo, Ozen se toma su tiempo para apreciar los grabados de flores de aquel silbato. Dejándolo sobre la mesa, le da otro sorbo a su taza, para de igual forma, dejarla sobre la mesa.

─Ciertamente, es el silbato de Liza─Cometa la mujer.─Vaya... Así que ya posaron 24 años

─¿Así es como se llamaba mi madre?─

─Correcto─Tras eso, Ozen suspira nostálgica mente.─Lo recuerdo como si hubiera sido ayer─

─Entonces, usted conocía a mi madre─

─De echo, fui su maestra─

─¿Cree que sea posible si nos cuenta un poco de ella?─Pregunta Akira.

Tomando el silbato sobre la mesa, Ozen se levanta de su asiento y camina hasta una de las ventanas que miraba directamente al pilar de luz en el centro de la segunda capa. Reuniendo todos los recuerdos acerca de aquella mujer, llamada Liza, Ozen comienza a hablar sin voltear hacia el dúo.

─Para empezar, conocí a tu madre en la calle. Creo que tenia la misma edad que tu en aquel entonces. Una chica sin hogar que se quedo viviendo en la calle tras la revoluciones en la antigua Ciudad del Abismo. Ahora conocida como Adozkal. Pensaba dejarla ahí, a su suerte, pero creí que podía tener talento para ser una gran invasora del abismo, por lo que la adopte, y eduque. Le enseñe todo lo que sabia sobre el abismo, y cuando se abrió el instituto de invasores... Ella arraso con todos. El mismo año, paso de ser una Campanilla, a un Silbato rojo, y de rojo a uno violeta en cuestión de meses. Era una prodigio sin llegar a dudas. En menos de un año se convirtió en una Silbato Blanco, y formo parte de mi equipo de Invasión─

─Mi madre parecía tener un gran futuro─Comenta Lily cuando Ozen hace una pausa para tomar aire.

─Así es... Pero luego, lo conoció a el. Un Silbato Negro, llamado Draker. Tu padre. Era un buen hombre, y tenia una buena relación amorosa con tu madre. Eventualmente se casaron, y Liza termino preñada de ti, arruinando su carrera como invasora... Pero eso no le importaba a ella. Liza solo quería cría a su niña en la superficie, enseñarle todo lo que sabia, y contarle todas sus hazañas para que esta se convirtiera en una gran invasora como ella. Su ultima misión se trataba de recuperar una reliquia conocida como: "La Campana", la cual tiene la fama de alunar la maldición del abismo. Claro, siempre y cuando el individuo estuviera dentro del compartimiento. Irónico. Se llama "La Campana", y tiene la forma de un cubo echo de cuarzo. Ja─Se tomo una pausa.─Luego de esa invasión, Liza se iba a retirar e iba a cuidar de ti cuando nacieras. Pero las cosas no terminaron así. En la quinta capa, tuvimos roses con otros invasores de otro país. Hubo una violenta pelea por la campana, donde murió tu padre, y casi todo nuestro equipo, siendo solo tu madre, y yo, las únicas sobrevivientes de ambos bandos. Enterramos los cuerpos de nuestros camaradas, y apilamos sus cascos, marcando sus tumbas. Fue en esa misma capa donde naciste. Tuvimos que meterte dentro de "La Campana" para que no murieras camino a casa... Y después, tu madre te cuido durante dos años, antes de regresar al abismo, para nunca mas ser vuelta a ver...─

Con eso dicho, la mujer camina hasta las escaleras semi espirares, dejando a la chica con preguntas, las cuales, no iba a dejar sin respuesta. Levantándose de golpe de su lugar, Lily voltea hacia donde Ozen y alzando un poco las voz, le pregunta.

─¿Que sucedió con mi madre?─

Ozen se detuvo por unos segundos, volteo hacia atrás, y respondí.

─Esta muerta─Esas palabras heló la sangre de Lily.─Cuando fui a buscarla, solo pude encontrar una picota de capsulas explosivas clavada en el suelo, como si se tratase de una tumba. Y esa picota, esa arma, era de tu madre. Al igual que el casco con una larga pluma de un Susurrador─

Lily apretó los dientes mientras cerraba fuertemente los puños con su ceño fruncido. ¿Realmente su madre, una gran Silbato Blanco, por lo que le cuenta Ozen, había muerto en un lugar tan profundo, sin ninguna compañía? ¿En verdad murió sola?.

─Eso es todo. Aoi, dale unos Silbatos Amarillos a estos dos, y guiares a su habitación─Ordena la mujer.

─Si, Maestra─

─Espera, ¿Por que nos das Silbatos Amarillos?─Pregunta Akira, creyendo que se trataba de una especie de trampa.

─¿No es obvio? Si alguien se entera de que son Silbatos Rojos llevaran a ambos ala superficie. Y por lo que parece, no tienen pensado volver─Menciona la mujer.─Tomare el silbato de tu madre como una garantía de que devolverán mis Silbatos Amarillos. Y a propósito, Lily, deberías tomarte un baño. Vueles a vomito─Dice con una desagradable expresión.

Ozen se va del lugar, dejando a una sonrojada y apenada Lily al lado de un Akira que no tenia ninguna expresión en especial. Aoi se acerca a ambos, y extendiendo sus manos, les pasa dos Silbatos Amarillos.

─Tomen. Espero disfruten su estadía en esta casa─Sonríe cálida mente.─Si tienen alguna duda no tengan miedo de preguntarme─

─Ahm, bueno...─Dice Akira.

─Adelante, no tengas penas─Anima Aoi.

─Quería saber... ahm... ¿Ozen... Es tu madre?─

─¿Eh? No, no, no, no. Ella... Ahm... ¿Que tal si te lo cuento camino a la habitación?─

...

─Hace poco mas de 6 años, me caí en el abismo. No recuerdo como paso, o si iba con mi madre en ese momento. Lo que si se, es que sobreviví a la caída gracias a esos arboles con enormes hojas─Cuenta Aoi mientras guía al dúo atraves de los pasillos.─Paso poco para que un equipo de rescate bajara a buscarme. Pero cuando estábamos camino al muelle, un grupo de Susurradores nos ataco, y apenas pudimos defendernos. Fue hay cuando, por el miedo, comencé a descender junto a otras personas. Poco a poco, esas personas iban muriendo, y la ultima de ellas hizo su mayor esfuerzo para bajarme de forma segura hacia la segunda capa, antes de ser devorada por los Susurradores. Y entonces, ahí fue cuando me encontró Ozen. Mi Maestra─

Deteniéndose frente a una puerta, la chica de celeste cabello sujeta la perilla, dispuesta a abrir dicha puerta.

─¿Y no has querido regresar a la superficie?─Pregunta Akira.

─A decir ver, si. Pero debido a que he pasado 6 años aquí abajo, mi piel se ha vuelto muy sensible a la luz. Tanto que si un poco de luz me alcanza a llegar, mi piel podría tener algunas irritaciones, o incluso quemaduras de menor grado. Ese es un efecto secundario de pasar tanto tiempo en el abismo─Tras eso, abre la puerta─Por favor, pasen─

Entrando junto a Aoi, el dúo observa su nueva habitación. Su espacio era mas que suficiente como para tres camas, dos cajoneras, dos armarios, e incluso, para poner una mesa y un sofá, y aun así sobraría espacio. Curiosamente, la habitación solo preparada para una persona.

─Espero que descansen bien. Cualquier duda que tengan, por favor, dígamela sin ninguna clase de pena─Dice Aoi.

─Ya que estas en eso, ¿Por que solo hay una cama?─Pregunta Lily.

─Lo siento mucho. Como no recebaron antes no hubo tiempo para preparar una habitación para dos personas─Responde Aoi, haciendo algunos gesto con las manos.

─Si, es entendible─Comenta Akira.─Apropósito, ¿Donde quedan los baños?─

─Al final del pasillo. También hay duchas individuales. Con su permiso, me retiro─

Retirándose de la habitación, Aoi deja solo a esos dos, los cuales ya estaban quitándose de encima las mochilas que llevaban. Sobre todo Akira, que era el que mayor mente cargaba las cosas pesadas. Por su parte, Lily se puso a buscar algo de ropa. Aun que tenia tres cambios mas de ropa, uno de ellos especialmente para la quinta capa, la chica no quería usar su propia ropa.

─Oye Aki, tu no usas tu uniforme de invasión, ¿Verdad?─Le pregunta.

─No. Me siento mas cómodo con esta ropa─Responde, sujetando el cuello de la camisa bajo la gabardina.

─¡Genial! ¿Me la podrías prestar hasta que mi ropa este limpia?─

─Claro. Esta en una de las bolsas pequeñas─Señala su mochila.

Dirigiéndose a la mochila de su compañero, la chica busca la ropa que pidió prestada, y una vez lo encontró, salio de la habitación, dirigiéndose al baño. Tan pronto como Lily salio de la habitación, el chico se recostó sobre la cama, observando el techo sin nada que hacer.

Mirando su mano derecha, donde están sus dos dedos metálicos, se pone a pensar sobre lo que Duke le había dicho, antes de bajar a la segunda capa.

"Hay mas como yo, ¿Eh?... Ellos... ¿También tendrán la misma arma que yo?"─Se pregunta, recordando cuando salvo a Lily de aquel Susurrador.─"Si hubiese disparado directamente al Susurrador, entonces... ¡Podría haber lastimado a Lily!"─

Tras pensar eso, se lleva la misma mano a la cara mientras aprieta los dientes con fuerza, con una rara sensación en el pecho. Suspiro y se relajo un poco, dirigiendo su mirada hacia la ventana cerca de la cama.

─¡Volví!─Exclama Lily, abriendo de golpe la puerta.

Sorprendido y exaltado, Akira se sienta sobre la cama, volteando con una molesta mirada a donde la chica, quien regreso vestida tan cual como se fue. La única diferencia era que el uniforme no era de ella.

─¡¿Que diablos te pasa?! ¡Pudiste haberme matado del susto!─Reclama.

─Ya,ya, ni que fuera para tanto─

Acercándose hacia el, Lily se sienta en la orilla de la cama, haciendo una seña para que Akira se sentara a su lado. Aun molesto por el susto de hace poco, el chico se acerca a ella, y se queda callado sin decir nada. Algo iba a decir Lily.

─Esa arma que tienes, ¿Tiene un nombre?─Pregunta la chica.

─Pues... No. Pero actúa como un cañón que comprime el aire, y en veces forma algunos pétalos como de rosa cuando esta cargando para disparar─Cometa Akira, mientras vuelve a mirar su mano derecha.

─Entonces, ¿Que tan si le ponemos un nombre?─Propone la chica.

─Amh... Bueno. ¿Por que no?─Acepta.

─¿Que te parece... "El Incinerador"?─

─Muy cliché─

─Bueno, entonces... "El Anti-Materia"─

─Quizás le falta un poco mas de creatividad──Opina.

─Tienes razon─Concuerda la chica.─... Lo tengo. Se llamara: "El Cañón de Pétalos"─

─... ¡Me gusta!─Exclama Akira emocionado.

─¿En serio?─

─Claro. Es fácil de aprender, parece mágico, y suena menos peligro de lo que realmente es. Eso puede jugar a nuestro favor─Explica con brevedad.

─Vaya. Parece que eres inteligente a tu modo─Comenta Lily.─Entonces. ¡Nuestro equipo ya tiene un arma!─Exclama mientras abraza, por alguna razón, a Akira.

Tirando al chico sobre la cama, Lily se sube arriba de el, sin dejar aun de abrazarlo.

─¡Lily, quítate de encima o alguien puede entrar y mal interpretar las cosas!─Advierte con nervios.

─¿Y que? Somo un equipo, ¿No?─

─¡Somos un dúo!─Recalca Akira.

─Pero un dúo es un equipo─

Sin argumento para ir encontrar de la lógica de Lily, Akira suspira y se deja vencer. Llamando a la puerta, antes de entrar, Aoi entra en escena.

─Hola, solo venia ver si necesitaban alg-...─

Sin terminar lo que tenia que decir, Aoi se pone roja por entrar en aquel momento, que para ella, era intimo entre estos dos.

─¡Y-yo lo siento, enserio!─Se disculpa tratando de salir lo ante posible.

─¡Oye, no empeores las cosas mas de lo que ya están!─Dice Akira.

Bajándose de su compañero, Lily camina hasta Aoi, preguntando de forma amable.

─¿Necesitas algo, amiga?─

─Este, si. Ozen dice que la cena se servirá en 5 minutos─Informa al Duo.

─Bien, pues ahí estaremos─Le contesta Akira, parándose a un lado de Lily.─Y quizás podamos jugar un poco antes de dormir─

...

La luz de la superficie se había ido, dejando que la luna iluminara la ciudad, y aquel abismo en medio de todo. La escasa luz de la luna que lograba entrar al abismo se miraba como un pilar plateado, y divino. Entre la oscuridad de la segunda capa, brillando de distintos de tres colore diferentes, distintos micro organismos salían de sus escondites, disfrutando de la noche a su manera.

Algunos organismos luminosos se comportan como bichos que escalan los troncos de los arboles, brillando de un color verde. Otros volaban como luciérnagas brillando de color amarillo, trazando un camino que solo ellas pueden seguir. Y en el techo, expectante de lo que sus compañeras hacían bajo ellas, otros micro organismos se unían, brillando de color violeta, resaltando ligeramente mas que sus demás compañeras.

Ambientando el lugar donde se asentaba aquella casa, construida directamente desde dentro del árbol, uno de esos micro organismos, que brillaba de color amarillo, se para en el cristal de la venta, observando el interior de la habitación donde y hacían dormidos nuestros protagonistas.

Juntos, y abrazaditos, como ya se esta haciendo costumbre, ambos duermen profundamente, cada uno perdido en sus sueños. Pero en un momento, Lily se despierta con la necesidad de ir al baño, por lo que se baja de la cama, y descansa, camina hasta la puerta, saliendo al pasillo mientras se talla el ojo derecho.

Caminando en busca del baño, un ruido, muy parecido al de platos rompiéndose, logra captar su atención, por lo que decide, ir a ver lo que ocurre. Los ruidos, provenientes del cuarto piso, paran por algunos segundos, haciendo que una pequeña cantidad de angustia recorra el pecho de la chica.

Subiendo las escaleras semi espirales teniendo cuidado de no hacer ruido, Lily observa una luz al final de dichas escalera. Luz que proviene desde una de las habitaciones, por lo que decide acercarse para ver de lo que se trataba. Antes de poder llegar al marco que separaba la habitación del pasillo, algo comienza a moverse entre la oscuridad del pasillo justo por delante de ella.

Sin dar un paso mas, la chica se queda esperando a ver a lo que sea que este caminando por ahí. Poco a poco, los pasos, que mas bien, parece como si algo se estuviera arrastrando, se va acercando hasta donde la chica, quien se comienza a poner nerviosa.

"Mejor me voy"─Piensa Lily.

Lastimosamente para ella, aquello se muestra desde la sombra, revelado por la luz de la habitación al lado. Una masa marrón de carne, con únicamente dos patas que simulaban brazos, se arrastraba dejando un raro fluido por el suelo. Al ver a la chica, aquella cosa ruge, con hilos de piel despegándose de su boca.

Aterrada, y no pudiendo asimilar lo que sus ojos veía, un grito de horror sale desde el fondo de la garganta de la chica, desgarrando su voz. Ozen, quien estaba parada en una especie de biblioteca, observando una especie de cubo abierto por la mitad, con tejidos que formaban una especie de cuna, solo reacciona al grito de la chica de la siguiente forma.

─Ahora entiendo como funciona "La Campana"...
© Osvaldo ,
книга «Beyond The Abyss».
Capitulo 12: La Casa de Ozen, parte 2.
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