Capitulo 1: Desde el Abismo.
Capitulo 2: El Plan de Presentación.
Capitulo 3: Un Simple Paseo, parte 1.
Capitulo 4: Un Simple Paseo, parte 2.
Capitulo 5: Lucha.
Capitulo 6: De Compras.
Capitulo 7: Lluvia.
Capitulo 8: Duelo de Amor y Confusión.
Capotulo 9: Comienza la Aventura... Por Fin.
Capitulo 10: Bosque Invertido.
Capitulo 11: La Casa de Ozen, parte 1.
Capitulo 12: La Casa de Ozen, parte 2.
Capitulo 13: Choque Abismal.
Capitulo 13: Choque Abismal.
Los ojos azules de Aoi se movían hacia el chico, y luego a la alta mujer, para repetir el mismo patrón varias veces. Temblando, con nervios, y la tensión casi cortando su garganta, la chica se levanta sujetando a Lily por debajo de los hombros, y arrastrándola hasta estar cerca de la puerta doble. Chocando como un rayo, haciendo vibrar el aire, la mirada de Akira y Ozen ardían en un profundo fuego.

─Es tu ultima oportunidad. Vete a casa, o sufre la consecuencia─Amenaza la mujer.

─Ya lo dije, anciana. No pienso dejar a mi amiga─Contesta.

─¿Como me llamaste?─Pregunta con una molesta voz.

─¿Acaso la edad ya te esta afectando, ANCIANA?─Sonríe burlándose de ella.

Antes de poder reaccionar, un fuerte golpe voló directamente a su rostro, lanzando lo varios metros cerca de la puerta. Luego de rodar, el chico se levanto, llevándose una mano a la cara para saber si el golpe le provoco alguna herida.

─¡¿Estas bien?!─Pregunta Aoi altamente preocupada por el chico.

─Si, tranquila. No me ocurrió nada─Tranquiliza a la peli azul con su respuesta.

─Vaya, eres muy resistente. Me pregunto cuanto tiempo podrás aguantar antes de que te desactives─

Sonriendo como Akira lo hacia hace unos instantes, Ozen camina lentamente a donde el se encontraba. El chico le devolvió una sonrisa retadora, y con un salto, recorto la mitad de distancia entre ambos. Corriendo con la cabeza baja, el chico contrae el brazo, acumulando gran parte de su fuerza.

Ozen se detiene, esperando a que el chico se acerque. Una vez cerca, Akira arrojo su puño contra la mujer, quien coloco su brazo derecho por delante, bloqueando el ataque. El viento salio disparado hacia los lados, y el metal en el brazo de Ozen resonó con un fuerte eco detrás de el. Sin perder tiempo, Akira dio un salto de dos metros, y con la pierna izquierda, lanzo una patada ascendente.

Reaccionando a tiempo, Ozen hace retroceder su cabeza, evadiendo la patada del chico. En respuesta, sujeta la pierna de Akira con ambas manos, comenzando a girar sobre si misma haciendo girar al chico junto a ella. La fuerza de inercia comenzó a acumular, al mismo tiempo que la velocidad de los giros aumentaba. El chico perdió en ese momento la orientación, sintiendo nauseas, y solo lograba mantenerse estable gracias a que observaba el rostro de la mujer.

Girando en dirección contraria a la de ella, el chico arroja una patada con la pierna derecha en un intento de escapar. Un segundo antes, Ozen lanzo al chico contra una de las estanterías. La fuerza del impacto, sumando la fuerza de inercia, fue lo suficientemente fuerte como para dejar desubicado al chico. Los libros cayeron al suelo, cubriendo a Akira bajo una montaña con libros de todo tipo.

Como si una onda de aire lanzara los libros hacia todas direcciones, Akira salio entre la montaña de dichos libros como si de un misil se tratase, acercándose rápidamente a la mujer, y un metro antes de llegar con ella, dio un salto de dos metros, arrojando su puño izquierdo. Ozen solo tuvo que mover su cabeza hacia el lado contrario para evadir el golpe. Sin darle oportunidad de contra atacar, Akira arrojo un golpe de derecha, que fue fácilmente esquivado, y anticipado por la mujer, quien solo tuvo que agachar la cabeza.

Quizás sea por que no iba enserio, o por su arrogancia, pero la mujer, con toda su experiencia en combate, no se percato que esos dos golpes en realidad eran fintas para ocultar el verdadero ataque. Para cuando se dio cuenta ya era tarde. Akira, con la pierna derecha, pateo la cabeza de la mujer como si fuese un balón de fútbol, haciéndola retroceder varios pasos, llevándose una mano a la cara mientras el chico caía al suelo y se reincorporaba, levantando su guardia.

Con su rostro cubierto bajo las alas del sombrero metálico, la mujer, aun con la mano en la cara, comenzó a reír de aparente emoción o locura. Aun que es mas seguro que sea lo segundo. Quitándose la mano de la cara la mujer comienza a levantar la mirada, revelando una de sus cejas partidas, la cual, escurría sangre que se deslizaba por el rostro hasta caer al suelo. Mirando la sangre que macho la palma de su mano, la mujer amplia su sonrisa, cerrando el puño antes de hablar.

─Sorprendente. Hace mas de 4 décadas que nadie lograba herirme. El dolor, la sangre, la adrenalina, y esta sensación de la sangre cayendo de mi rostro, ¡Me exista!─

Desapareciendo por un segundo, la mujer vuelve a reaparecer frente al chico, con una nube de polvo levantándose desde atrás de ella. Lanzando un golpe, como si quisiera aplastar al chico, este salta hacia atrás, dejando que el puño de la mujer choque contra el suelo, levantando polvo que se esparció en forma de alas.

Sin dejar que sus pies tocaran el suelo, Ozen avanzo hasta alcanzar nuevamente al chico, sujetándolo de la cabeza con la mano derecha, y luego lo arrojo hacia el techo de la biblioteca. Estrellándose contra ella, Akira se volvió a desorientar. Su único ojo rojo perdió parte de su color, comenzando a entornase negro.

Tan rápido como subió, comenzó a caer de cabeza al suelo. Entre medio de su caída, un golpe voló hacia el, impactando de lleno en su cara, y lanzando lo donde antes estaba colgado la armadura de Ozen. Akira revoto contra el suelo un par de veces antes de chocar con una pared y detenerse. El chico logro levantarse solo para sujetar el puño de la alta mujer, deteniendo su ataque en seco.

─¿Te rindes?─Le pregunta la mujer.

En respuesta, Akira le dedico una mirada con sus ojos totalmente bañados en rojo carmesí. Del pequeño espacio entre el puño de Ozen y la palma de la mano de Akira, cuatro pétalos de aire comenzaron a formarse, calentando en aire entre aquel pequeño espacio de una mano a otra. Tratando de zafarse del agarre del chico, la mujer tira su mano hacia un lado. Sin embargo, el firme agarre, y los firmes pies del chico, hace que su intento sea inútil.

─Así que esta es tu arma, ¿Eh?─Dice la mujer.

Con su mano libre, Ozen sujeta el cuello de Akira, levantándolo del suelo hasta estar cara a cara con el. Presionando con algo mas de fuerza el cuello del chico, este suelta el puño de la mujer por mera reacción, lo que provoca que el aire se mezcle mas rápidamente creando una esfera pequeña de aire caliente en el centro de la mano.

La mujer toma el brazo del chico, redirigiendo su disparo hacia un punto en especia, el cual no lograba ver por culpa de la alta mujer. Sonriendo le con cierta malicia, Ozen le dedica una sádica mirada seguida de unas palabras.

─Veamos que tan efectiva es esa arma tuya─

Haciéndose a un lado, la mujer revela en lugar donde Akira ahora esta apuntando. Sus ojos se abrieron de par en par, perdieron el brillo carmesí, regresando al marrón claro de siempre. En sus pupilas, el reflejo de Aoi, tratando de proteger a la inconsciente Lily, apareció como si de un espejo se tratase.

El arma, casi a su punto máximo de carga, estaba lista para ser disparada. Ambas chicas serian mas que reducidas a cenizas. O eso hubiera pasado si no fuera por aquel brusco movimiento de brazo. Akira logro soltarse del agarre de la mujer, y casi dislocándose el hombro, apunto la palma de la mano hacia atrás, dejando salir aquella ráfaga de aire que dejo un enorme agujero de 10 metros en la pared de la biblioteca.

Con una patada, Akira se suelta por completo de la mujer, cayendo al suelo de pie, dando dos grandes saltos hasta estar cerca de ambas chicas. Alzo su guardia, al mismo tiempo que sus ojos marrores comenzaban a oscurecerse.

─¡¿Estas loca o que?!─Exclama el chico con ira.

─Tranquilo, niño. No les paso nada, ¿O si?─Le responde como si la vida de esas dos chicas no fueran nada.

─¡Usted es de lo peor, vieja, bruja, anciana, moustro!─

Era la primera vez que alguien la llamaba moustro. Se sintió algo sorprendida, y mas cuando aquel chico avanzo dos paso hacia delante sin miedo alguno. Dispuesto a terminar lo que empezaron. Pero sin poder avanzar mas, el peso de una montaña recayó sobre el chico, sintiendo como su conciencia comenzaba a romperse en pedazos.

"¿Q-que...? No... Esto, no puede... No otra vez..."

Con ese ultimo pensamiento, el chico cayo de cara al suelo, sin poder tomar control de su cuerpo, y sintiendo como su vista se volvía mas oscura que las sombras del abismo. Sus marrones ojos se volvieron oscuros, y sin rastro de vida.

...

Como un rompe cabezas, la consciencia del chico se comenzó a armar parte por parte, restaurando el subconsciente de su persona. Una vez completo, se celebro mando señales indicando daño en su cuerpo, y la sensación de tener algo pegado a su piel. Su cabeza se sentía pesada, como si tuviera algo encima. La sensación de estar esposado llegaba a su celebro.

Aun con los ojos cerrados trato de imaginar en donde estaba. Solo pudo imaginar que estaba sentado, o al menos eso sentía el. Esta situación, de alguna forma, le parecía familiar.

─Bien, Marcos, presiona el botón─Dice una masculina y desconocida voz.

Una fuerte descarga eléctrica azoto el cuerpo de Akira, quien sintió como rayos cargados salían de su cuerpo, entrelazándose entre ellos y formando arcos alrededor de el. Como si su cuerpo se reactivara, los nervios comenzaron a lanzar señales sin parar, indicando que esa cantidad de energía no debería estar en ninguna de las extremidades.

Tan pronto como abrió los ojos, la electricidad de su cuerpo, toda esa energía, desapareció tan repentinamente como llego, dándole un alivio al chico. Sus ojos marrones, que antes estaban oscurecidos, volvieron a su tono vivido y enérgicos.

─Miren, ya despertó─Avisa Aoi, asomándose desde atrás de un delgado y joven hombre.

Aquel hombre, de castaño cabello, media aproximadamente dos metros, con una piel tan pálida como la de Ozen. Vestía el traje de Invasión, y de su cuello colgaba un silbato violeta. No parece tener mas de 27 años, y sus ojos grises parecen reflejar la luz de la habitación.
Un poco mas a la izquierda de aquel hombre se encontraba otro hombre, casi de la misma edad, solo que un poco mas gordo. Su cabello era de color rubio, y sus ojos casi tan azules como los de Aoi. Vestía igual que el otro hombre, y su altura no pasaba de 1,80. Casi de la nada, Lily aparece frente al chico, sujetándolo por los hombros con sus temblorosas manos.

─¡Akira, ¿Estas bien?!─Pregunta preocupadamente la chica.

─¿Lily?─Dice confundido.

─¡Dios, me diste un susto de muerte!─

Abrazándolo con fuerza, la chica hundió su rostro en el pecho de Akira. Confundido, el chico observo su entorno, dándose cuenta que seguía en la misma sala. La biblioteca.

─¿Que fue lo que paso?─Pregunto sin recordar mucho.

─Te desmayaste a mitad de la pelea─Responde Ozen, quien estaba recargada en una de las estanterías.─Estuviste tres horas inconsciente luego de que disparaste tu arma. Durante esas tres horas te golpe, te azote contra el suelo, te queme, te metí al agua, y no despertabas. Dime, ¿Que le hubiera pasado a Lily en esas tres horas que no despertabas?─

Sin saber que responder, Akira solo se resigno a quedarse en silencio, apartando la vista de la mujer.

─Tienes un arma poderosa, eso es una ventaja. Pero también una desventaja─Menciona.─Si usas esa arma en el abismo, dejaras indefensa a Lily. ¿Que pasaría si una bestia mucho mas grande la ataca mientras estas inconsciente?─

Pensando en la probabilidad, el chico traga saliva, temiendo que esa situación pueda ocurrir pueda pasar tarde o temprano.

─Mi recomendación es que; si llegaras a usar esa arma, asegúrate de que sea lo que sea que los este persiguiendo a ambos, deje de hacerlo. Ya sabes de lo que hablo─

─Si. Ya he experimentado eso─Menciona Akira.─Por cierto, ¿Quienes son ellos?─Pregunta refiriéndose a los dos hombre.

─Ah, si. El alto es mi hermano Kris, y el gordo es Marcos─Dice Ozen pero sin mucha gana.

─Al menos finge que te interesamos, hermana─Se queja Kris.

─Voy a quitarte las esposas par que puedas levantarte de la silla─Le dice Marcos al chico.

Utilizando una pequeña llave, Marcos abrió las esposas, dejando libre al chico, quien tenia las muñecas rojas por la alta cantidad de electricidad que azoto su cuerpo. Akira se levanto sin quitarse de encima a Lily.

─Y ustedes dos, ¿Como es que no los había visto?─Pregunta el chico.

─Ah, si. Ozen nos obligo a escondernos hasta que se fueran. Quería darle una lección a ambos. Y por lo visto no fue una lección muy segura─Responde Kris.

─Si, si, como sea. Ustedes dos vallasen a sus habitaciones. Lily, Akira, sigan me─Pide la mujer.

Soltándose de Akira, y caminando a la par de ese, ambos se acercan a la mujer mientras ambos hombres se retiran del lugar.

─Aoi, limpia el lugar, por favor─

─Claro, Maestra─

Guiando al dúo hasta sala oculta en la biblioteca, la mujer enciende una luz que colgaba del techo, el cual no era tan alto como el de la casa, o la biblioteca, por lo que la mujer tuvo que jorobarse. Con una señal indica a ambos entrar con ella. La habitación parecía ser una especie de almacén de armas.

En la derecha, colgados en una pared, habían armas cuerpo a cuerpo. Desde porras, lanzas, hachas, y guadañas. E incluso, habían algunas que parecían herramientas, como una pala con uno de sus costados como de cierra. De lado contrario habían armas a distancia, desde arcos, pequeñas y grandes ballestas, hasta armas de fuego antiguas y modernas.

La que mas llamo la atención era una en la pared frente a ellos, se trataba de un pico dos veces su tamaño. Parecía estar echo totalmente de metal, pintado de violeta con algunas partes amarillas. La mujer tomo aquel pico y se lo dio a Lily, quien lo tomo extrañada.

─Esta arma se llama "Segadora", era el arma de tu madre─Menciona Ozen.─Podría ser una segunda opción aparte del arma que tiene integrada Akira─

Lily se sorprendió de oír eso, y sujeto mas firmemente la Segadora. Mirando la creciente determinación que Lily sentía, la mujer se percato que Akira no llevaba nada. Aun que era bueno en combate, siempre es mejor llevar un arma en manos con la cual poder defenderte mejor.

─Akira, toma un arma. Elige la que quieras─Ofrece.

Mirando de izquierda a derecha, no tardo en encontrar algo que llamo su atención. Camio hasta done se encontraba y lo tomo entre sus manos. Era un escudo plateado con sus bordes dorados. en el centro tenia una especia de pincho.

─Veo que tomaste ese. La verdad no se como funciona, y dudo que fuera echo para humanos─Cometa la mujer.

"Ojala fuera mas pequeño"─Piensa Akira.

Akira coloca el escudo en su muñeca derecha, y este, como si fuera un abanico, se contrae como si se reintegraran en una especie de pulsera dorada.

─¡¿Que diablos?!─Exclama el chico de sorpresa.

─¿Que fue lo que hiciste?─Le pregunta Lily, igual de sorprendida.

─No lo se. Solo pensé en algo─

─Veamos, quizás si piensas en desplegar lo vuelva como antes─Opina Ozen.

Haciéndole caso, el chico pensó en ello, y sorpresa, funciono.

─Ha, ha, genial─Dice el chico con una sonrisa.

─Ya que tienen armas, también necesitaran entrenamiento mas profesional. A partir de la tercera capa, las cosas se vuelve mas complicadas─

...

Luego de dos semanas de arduo esfuerzo, donde literalmente quedabas inconsciente después de cada entrenamiento, el dúo logro superar el entrenamiento de Ozen. No fue fácil. Tuvieron que aprender nuevas técnicas de combate, técnicas se sobrevivencia, y a usar sus propias armas.

La Segadora funcionaba con pequeñas capsulas de pólvora, las cuales se ubicaban en ambas puntas del pico. Una vez que acertara un golpe, el portador debía presionar un pequeño botón un poco mas arriba de la empuñadura para depositar la capsula en un lugar preciso.

Mientras que el escudo pareciera haber sido echo para Akira, ya que, era como si fuera parte del mismo individuo. Al momento, el escudo se desplegaba y volvía guardarse, tan pronto como lo pensaba, el escudo reaccionaba.

Cazar no fue ningún problema para ambos. La coordinador entre estos dos era muy buena, por lo que Ozen solo se encargo en ayudarle a perfeccionar aquella coordinación en batalla. Era simple. Entre los dos debían acertarle un golpe directo. Después de otra semana, lograron su objetivo, por lo que ya estaba listos para enfrentar lo que les esperaba el destino. 

─Muchas gracias por todo─Dice Lily, quien vestía su uniforme, y cargaba con su mochila y Segadora en la espalda.

─No olvides devolverme los Silbatos Violetas─Recuerda Ozen.

─Ah... Cierto. Lo olvidaba─

Quitándose los silbatos, se los devuelve a la alta mujer, y esta, como acordó al inicio, les devolvió los Silbatos Rojos, y también aquel Silbato Blanco con el que llegaron.

─Fue un placer conocerlos. Aun que me hubiera gustado poder convivir mas con ustedes dos─Menciona Kris.

─Ya tendrás oportunidad a la próxima─Comenta Marcos, dándole una palmada en la espalda.

─Por favor, cuidasen allá abajo─Les pide Aoi.

─Tranquila estaremos, bien─Contesta Akira con un tono de total seguridad.

─Me gustaría mucho que se quedaran conmigo, aquí. En verdad disfrute mucho su compañía─

─Nosotros igual. Prometemos regresar algún día, amiga─Dice Lily.

─Eso me alegre, por que ustedes dos, son mis únicos amigos─Tras sus palabras, Aoi no pudo evitar comenzar a llorar.─He conocido a muchos que se van, y jamas regresan─

No debe ser fácil estar en este lugar, rodeado silencio y de personas que siempre van y vuelve. Sin la oportunidad de conocer a alguien a quien poder llamar, "Amigo". Con la lagrimas rodado por sus mejillas, la chica de celeste cabello sintió un cálido abrazo que seso por un momento sus lagrimas.

─Volveremos, y cuando lo hagamos, podremos disfrutar de muchas cosas. Comeremos, jugaremos, reiremos, y hasta lloraremos, por que somos, y seremos por siempre, amigos─Dijo Akira con una voz suave y cálida.

Devolviendo el abrazo, Aoi mostró una amplia sonrisa de tristeza, y a la vez, de felicidad. Lily se les unio en un abrazo grupal, conmoviendo el corazón de Kris, Marcos, e incluso de Ozen, quien tuve que apartar la mirada para no sentir aquella emoción.

Luego de casi un minuto, los tres se separaron, y una ultima vez, se despidieron de la chica peli azul para salir de aquella casa. La casa de Ozen. Cuando la puerta se cerro, Aoi tuvo la pequeña y diminuta esperanza de que se volviera a abrir. De que cambiaran de opinion y se quedaran con ella. Pero cinco segundos bastaron para considerar esa idea como imposible.

"Los estaré esperando, amigos"

...

El viento salia expulsado hacia arriba, formando hilos de aire que se entrelazaban entre si formando una especie de espiral ascendente. La luz resplandeciente de las profundidades era reflejada en las paredes echas de cuarzo. Mirando hacia abajo, Akira trataba de medir la distancia mas cercana a una de las entradas de la red de túneles.

─¿Que tanto le calculas?─Pregunta Lily.

─20 metros. Sera fácil. Solo hay que derrapar por la cuerda hasta llegar al lugar─

El viento, como si supiera que estos dos estaban por adentrarse en el cañón, rugió con fuerza, expulsando una fuerte ráfaga que hizo retroceder a ambos por un instante. Desde ya, les estaba diciendo que no daría tregua, ni mucho menos seria como las primeras capas. A lo que Lily sonrió, dispuesta a hacerle frente al abismo.

Con ayuda de un martillo, el chico clavo una estaca de metal en el suelo, y luego amarro una cuerda alrededor de esta. Sujetando la cuerda en una mano, camina hasta Lily, sujetándola por la cintura.

─¿Lista?─Pregunta, exactamente igual que al comenzar su aventura.

─Claro que si─Responde con la emoción comiéndola desde dentro.─Desde aquí comienza el verdadero reto─

Acercándose hasta la orilla que separaba la segunda y tercera capa, ambos chicos miran hacia abajo, tentados a saltar. El abismo rugió de tan forma que Lily fue la única que lo oyó, y pensó.

"Ya voy por ti, alma mía"

Sincronizada mente, ambos dieron un paso hacia el vació. Hacia el abismo. Bañándose por un momento de aquella luz atrapada en la tercera capa, y con el viento acariciando sus cuerpos. Y una lagrima de felicidad se desbordo de los ojos de la chica.



Fin Del Episodio 1.
© Osvaldo ,
книга «Beyond The Abyss».
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