Capitulo 6: De Compras.
"Recuerdo haber estado sola durante mucho tiempo. Sobreviviendo de lo que sacaba e la basura, o del dinero que recaudaba junto a otros niños, haciendo pequeños trabajos o pidiendo limosna. Aun que no tenia ningún amigo. Ni nadie con quien hablar. No recuerdo que edad tenia en aquel entonces, lo que si se, es que fue en aquella época donde te conocí. O mas bien, donde me encontraste.
No recuerdo que hacia en aquel basurero. Quizás buscando comida entre la basura, o buscando algo para protegerme del frió del invierno. Y entonces, desde el otro lado del callejón, apareciste tu."
─Hola, ¿Que haces aquí afuera en la nieve?─Pregunta un chico de cabello negro con algunos mechones como de plata.
La niña rubia, casi entrando a la pre-adolescencia, se sobresalto al oír la voz de aquel chico, vestido con una vieja gabardina de invierno, la cual tenia algunos agujeros. Contrario a el, ella solo vestía un abrigo que apenas la cubría del frió, y una falda roja que ya le estaba comenzando a quedar chica.
─¡Nada!, yo ya me iba─
Caminando obligada mente hacia donde estaba el chico, la rubia, pasa por a un lado de el, pero este la sujeta e la mano.
─Estas fría. ¿Quieres que te preste mi gabardina?─Ofrece el chico con un tono amigable.
─No hace falta. Solo me iré, ¿De acuerdo?─
─Tonterías─Quitándose la gabardina, se la pone a la rubia como si fuese una capa.─Parece que no has comido durante días. Veré que te consigo. Tu solo quédate aquí─
Tras esas palabras, el chico sale corriendo, dejando atrás a la rubia, quien solo observa como aquel chico desaparece al dar vuelta en una esquina.
"Y ahí te espere bajo la nieve, cubriéndome usando gabardina con la que me arropaste par protegerme del frió. Después de tanto tiempo volvía a sentirme caliente, y sin nada de frió, aun que no se porque me quede esperando por ti.
Ya estaba anocheciendo y yo seguía esperando. Normalmente me iría a buscar algún lugar para pasar la noche, pero decidí esperar un poco mas, y ahí estabas, corriendo hacia mi con una bolsa de papel entre tus manos."
─¡Ya volví!─
"Avisaste tu llegada con una sonrisa en tu rostro. No se por que sonreías, pero de igual forma de agrado. Te de tuviste delante mio y me mostraste lo que conseguiste."
─Mira, traje pan dulce, pan de chocolate, y un poco de leche. Suficiente para dormir con el estomago lleno─
─¿De donde sacaste todo esto?─Pregunta la rubia tratando de ver el interior de la bolsa.
─Lo robe de la panadería, y ahora soy un fugitivo─
─¡¿Que?!─
─Como sea, vayámonos que ya viene los guardias─
Volviéndola a sujetar de la mano, el chico obliga a la rubia a seguirlo mientras corriendo por las calles casi oscuras del pueblo.
─Por cierto niña, mi nombre es Red─Comenta.
─Yoto. Mi nombre es Yoto─Responde de igual forma.
─¿"Yoto"?, ¿Como el material de la tabla periódica?─
La rubia solo lo ve confundida al no entender lo que quiso decir con eso ultimo, y solo asiente para no verse ignorante.
"Desde entonces hemos estado juntos durante un tiempo, consiguiendo dinero y comida, a la vez que nos metíamos en problemas. Bueno, tu te metías en problemas. Vivíamos bien, he incluso, nos unimos con un pequeño grupo de niños callejeros que también se ganaban la vida como podían.
Pero un día, apareció aquel hombre, vestido de negro y con una especie de mascara, o casco de acero, con una linea vertical de color violeta que se encontraba en la mitad. Y desde ese momento, nuestras vidas cambiaron.
Muchos niños lo siguieron, segados por sus promesas de darnos una mejor vida a cambio de ser usados para unos experimentos. Aun no entiendo por que lo seguiste, y por que yo fui contigo, pero lo hizo, cumplió con su promesa.
Sus experimentos no eran nada malo, solo era consumir unas especies de pócimas, y si alguien tenia efectos negativos lo trataba de inmediato, haciendo hasta lo imposible para salvar al niño. Pero todo cambio cuando una noche, cuando comenzó a implantarnos partes metálicas en nuestros cuerpos. Desde eso momento ya no pude verte, y te tenia en una habitación, aislado del resto.
Fueron dos largos meses de tortura. Varios niños murieron, y otros fueron asesinados por desobediencia. De un de repente, los niños que quedaban, se revelaron contra aquel hombre y el personal que trabajaba con el en aquel laboratorio de la quinta capa.
Logre escapar junto a otros, y desde entonces te había estado buscando. Y te encontré..."
...
Unos hilos de aire caliente comenzaron a aparecer entre el ligero espacio de la mano de Akira, y el abdomen de Yoto. El agua alrededor de los hilos se evaporaba, aumentando el tamaño de dichos hilos de aire.
"Me siento decepcionada... Te he buscado por tanto solo para enterarme que me has olvidado. Y ahora, moriré por tus propias manos. Que envida me das. Olvidaste todo lo malo del pasado y ahora vives una mejor vida. Quizás, algún día... Vuelvas a reencontrarte con "ella" "
Aquellos pensamientos se sumergieron en ella al mismo tiempo que una potente ráfaga de aire caliento comprimido, con un diámetro de casi dos metros, fuese disparado desde la palma de la mano del chico, envolviéndola por completo.
Una esfera de fuego apareció en el interior de la ráfaga de aire. El fuego estaba siendo alimentado por algo, pero sea lo que sea, desapareció junto con sus llamas, sin dejar ni rastros de cenizas a su paso.
La ráfaga comenzó a perder potencia acabo de 20 segundos hasta convertirse en un delgado hilo de aire que desapareció de un momento al otro. Los ojos carmesíes de Akira regresaron a su tono natural, al mismo tiempo que su mano expulsaba unos delgados hilos de humo.
Un silbido, algo familiar para el, resonó desde lo alto del cielo. Al alzar la vista se encontró con una luminosa estela roja, y detrás de ella, dos mas le siguieron, casi saliendo al unisono desde atrás las copas de los arboles. Entre ellas, una estela verde resaltaba por ser la única en el cielo.
Eran bengalas. Las mismas que iniciaron las pruebas hacia ya horas atrás. Y desde su derecha, a un par de metros de el, una voz familiar grito su nombre.
─¡Akira!─
Tan pronto como volteo, pudo ver el joven rostro de aquel Silbato Azul al que se dirigían todos con tanto respeto. Duke, el encargado, estaba parado frente a unos arbustos, mismo de los que el chic había salido. Aquel joven hombre sujetaba una pistola roja en su mano derecha, mientras que en la otra, sujetaba una lampara de aceite.
─Encargado...─Dijo con voz cansada.
Como si un interruptor dentro de el se hubiera apagado, Akira callo de cara al suelo, perdiendo por completo lo que le quedaba de conciencia. Duke corrió deprisa hacia el sin poder evitar que cayera. Dejando la lampara en el suelo, se arrodilla a su lado y levanta la mitad superior del chico con su brazo libre.
Abriendo la pistola roja que llevaba, saca una especie de capsula con sus costados rojos, y en cambio introduce una de color verde, volviéndola a cerra, apuntando al cielo, y jalando del gatillo dejando que aquella estela verdee suba hasta el cielo, acompañado de su peculiar silbido.
...
El sol salia desde atrás de las montañas las altas, disipando las pocas nubes que quedaban, y reflejando su luz en los charcos de agua que se encontraban en las calles. Iluminando la montaña donde las pruebas habían sido realizadas. Una extraña aula rodeaba la montaña, dándole una sensación espectral.
Entrando atraves de una de las ventanas del orfanato, la luz toco el rostro lastimado de Akira, el cual tenia varias gasas cubriendo sus heridas. Despertando, y sin abrir los ojos, el chico siente una presión sobre su pecho al mismo tiempo que escucha una ligera respiración, como si alguien estuviera durmiendo.
Al abrir los ojos, se encuentra con el hermoso cabello marrón de Lily, quien estaba arrodillada en el suelo apoyando su cabeza sobre el.
"Parece que paso toda noche cuidándome"─Pensó el chico.
Sentado sobre una silla, se encontraba Claud, quien con los brazos cruzados, se había quedado dormido desde quien sabe cuando. Mientras que sentada en el suelo, apoyando su espalda con el costado de la cama, Suzumi dormía tranquilamente con un poco de baba saliendo de su boca. Todos vestían ropas casuales. Lily con su vestido blanco, Suzumi con una blusa rosada y una blanca falda, Y Calud con un pantalón color mostaza, y una sudadera con el cierre abierto, revelando una camiseta blanca.
"Ellos también. Tengo que darles las gracias cuando pueda"
Con unas palmadas a la cabeza de Lily, hace que esta abra los ojos, volteando a verlo directamente, estableciendo un contacto visual. Parecía estar confundida, y también algo dormida.
─Buenos días, Lily─Le saluda con una sonrisa amigable.
Su confusión lentamente se volvió emoción al mismo tiempo que su rostro lo reflejaba, y el sueño se desvanecía, convirtiese en alegría.
─¡¡Akira!!─
Como pudo lo abrazo, hundiendo su cara en el pecho del chico, quien solo respondió con otro abrazo. El grito emocionado de Lily despertó a Suzumi, quien estaba mas cerca, al ver lo que sucedía, corrió a despertar a Claud, moviendo lo por los hombros.
─Que bien que ya despertaste. Empezaba a creer que no lo harías─Comenta Lily sin despegar su cara del pecho de Akira.
─¿Eh?, ¿Por cuanto dormí?─
─Una semana y tres días─Le responde Claud mientras estiraba su cuerpo tenso por la mala forma en la que durmió.
─¡¿Que?! ¡Es broma, ¿Verdad?!─
─No. Realmente has dormido todo ese tiempo, y yo lo aproveche para apuñalarte con este cuchillo─Contesta la Suzumi mostrando en su mano el cuchillo con el que apuñalo al, ahora consiente, Akira.
Poniendo una cara de preocupación, e imaginando la cara de Suzumi mientras lo apuñalaba, el chico llama la atención de Lily con unas palmadas en la cabeza.
─¿Enserio dejaron que esta loca me apuñalara?─
Ella solo le responde con una tonta sonrisa mientras se levanta del suelo, alejándose de el, y estirando un poco su cuerpo.
─En realidad lo hacia mientras nosotros dormíamos. Nos toco hacer guardia para que no lo volviera hacer. Pero no funciono por que al fin y acabo caíamos dormidos─
─Vaya guardia que tenia─Dice con un tono sarcástico.
Poniéndose de pie sobre el suelo, Akira hace lo mismo que Lily, y con la vista busca su gabardina, la cual estaba colgada en el respaldo de la cama de Lily. Observando el lugar donde Akira tenia puesto sus ojos, Suzumi predice lo que el chico estaba por hacer, y antes de que pudiera dar un paso, ella hablar.
─Oye Akira, ahora que lo pienso, solo tienes la ropa del orfanato, el uniforme colegial, el uniforme de invasor, y la vestimenta con la que te encontraron.─Comenta mientras se inclina un poco hacia delante.
─Ahm... Si, ¿Y eso que?─
─¿No es obvio? Necesitas ropa nueva─Menciona Lily.
─Si, así es. Por eso te llevaremos a comprar ropa, y quizás perder el tiempo haciendo algunas estupideces─Agrega Suzumi.
Antes de poder responder, Akira es sujetado del brazo derecho por Lily, quien junto a Suzumi, caminan hasta la puerta de la habitación. Sujetando a Claud del gorro e la sudadera, akira lo obliga a seguirlo.
─No pienso quedarme solo con estas locas─Comenta Akira.
─Lo se. Tenia pensado ir con ustedes, así que por favor suéltame─
Antes de tan siquiera poder salir del orfanato, el encargado se topo con ellos, y los mando directamente al comedor para desayunar. Sobre todo a Akira. Luego del desayuno ahora si que si ya podían irse a comprar ropa, pero antes Akira tenia que quitarse el sucio uniforme de invasión. Opto por ponerse su gabardina y un pantalón azul marino que Claud le presto. Con estomago lleno, y vestidos de forma casual, salieron a la ciudad.
...
Mientras caminaban por las calles, un tanto fría, de la ciudad, el grupo de amigos se paseaba tranquilamente mientras observaba los alrededores en busca de algo que llamara su atención. Las calles estaba un tanto llenas de personas, quienes hacían las compras, o se dirigían a algún lugar.
Suzumi caminaba a la derecha de Akira, quien se notaba nervioso al estar rodeado de muchas personas. Quizás sea por las miradas que recibe al llevar una venda que rodea toda su cabeza, o por sus dos dedos de metal. Al lado de el, y mirando observando su comportamiento, Lily caminaba lo mas cerca de el para, de alguna forma, ayudarlo con sus nervios. A su vez, Claud, disimuladamente se acercaba a Lily, tratando de estar lo mas pegado a ella.
Akira volteo a ver a Lily, dedicándole una amigable, pero nerviosa, sonrisa. Ella le respondió colocando su mano derecha sobre en su hombro izquierdo.
─Estas muy tenso. Solo vamos a comprar ropa. Así que relájate, ¿De acuerdo?─Le dice tranquilamente.
─Si tu lo dices...─
─Lo peor que te podría pasar es que te pierdas y ya nunca te volvamos a encontrar─Agrega Suzumi.
Los nervios de Akira aumentaron gracias a eso, y como un mero reflejo, sujeto la mano de Lily como una medida de seguridad. Claud se sintió raro al ver la reacción que tuvo Akira, sobre todo la de Lily, quien parecía estar sujetando firmemente la mano del chico.
─Oye Suzumi, no debería jugar así con Aki─Se queja ella.
─Y tu no deberías de comportarte como si fueras su madre─Comenta.
─Ella tiene razón─Agrega Claud, apoyando a Suzumi.─Akira no es un niño como para que lo estés cuidando─
─¡Pero si no lo hago yo, no lo haría nadie!─Responde con en tono molesto.
─Oigan, dejen de discutir. Es vergonzoso que todos nos estén mirando─Pide un nervioso Akira que observa como las miradas de las personas se dirige al grupo de amigos.
Suspirando, y poniéndole punto final a la discusión, Lily sujeta con mas firmeza la mano de Akira, comenzando a correr y a obligarlo a seguirla.
─¡El ultimo en llegar a la tienda de ropa lavara los platos de la cena!─Grita la chica.
─¡Oye, eso te toca a ti!─Reclama Suzumi.
─Aquí vamos de nuevo─Se dice Claud.
...
El grupo de amigos se detiene delante de una tienda de ropa, la cual, tiene dos puertas de cristal, las cuales, están abierta hacia el interior. Los primeros en llegar fueron Lily y Akira, quienes ademas de llevar metros de ventaja, aplicaron un truco para cansarse menos. Bueno, únicamente Lily.
El truco era que ella se subiera en la espalda de Akira, y que este, la carga hasta la tienda. Todo eso mientras el chico corría, por lo que ella casi no se canso. Mientras que Claud y Suzumi, si que llegaron cansados. Mas bien, agitados.
─No se vale Lily. Usaste a Akira para tu beneficio─Reclama la albina.
─Claro que no. Ademas, fue el quien me propuso la idea─Comenta mientras se bajaba de Akira.
─¿Eso es verdad?─Le pregunta Claud.
─Oh, mira, ese abrigo me llama mucho la atención─Dice Akira, cambiando el tema lo mas rápido posible.─Iré a echarle un vistazo─
Siendo el primero en entrar, a paso rápido, se aparta del grupo para evadir a la pregunta de Claud. Lily le sonríe con respeto y orgullo mientras lo sigue desde atrás.
─¡Oye, eso fue una apuñalada por la espalda!─Le reclama Claud.
─Esos dos hacen buena pareja─Opina Suzumi mientra camina al interior de la tienda, dejando algo pensativo a Claud.─Vayamos con ellos─
Una vez dentro de aquella tienda, cada quien se fue por su lado, adentrándose en los distintos pasillos que exhibían sus mejores prendas. Sacos echos de pieles de animales, abrigos, gabardinas, vestidos, chaquetas, y mucho mas, podía verse en los primeros cinco pasillos.
La tienda, mirándola desde el exterior, no parece ser muy grande. Pero desde dentro, es otra cosa. Inclusive tiene un piso debajo del suelo, al cual, solo se puede acceder atraves de unas escaleras en espiral.
Bagando entre los pasillos con sus ojos moviéndose de un lado al otro, observando cada prenda de ropa, Akira se adentraba cada vez mas y mas a lo profundo de la tienda. Buscando algo que llamara su atención, el chico se detuve a mitad de un pasillo, tomando con su mano la manga de un suéter con botones dorados.
─¡Buuu!─
Saliendo de entre la ropa, Suzumi hace acto de presencia, asustando a Akira, quien suelta un grito de sorpresa al mismo tiempo que da un salto hacia atrás.
─¡¿Que te pasa estúpida?!─Exclama.
─Eso me ofendió muchísimo─Responde ella con sarcasmo.
─Si, si, como sea. ¿No deberías de estar con los demás?─
─Lo mismo te digo yo─
Antes de poder contestarle, la voz de Claud se hace oír desde el inicio de aquel pasillo.
─Ustedes dos, vengan aquí─
Caminando hacia el, comienzan a seguirlo hasta estar cerca de unos vestidores, donde, sentada en unas pequeñas bancas de madera, se encontraba Lily sujetando algunas prendas de ropa entre sus brazos.
─Listo, ya los traje─Avisa Claud.
─Genial. Akira, encontré esto para ti─Dice, mostrando le al mismo tiempo, algunas prendas de ropas.
Sujetando aquellas prendas entre sus manos, Akira rápidamente se da cuenta de que se trata de una gabardina como la que lleva puesta, solo que esta no tiene esos parches negros cosidos a mano. Ademas de un pantalón negro con bolsas de cierres.
─Ve y pruébate las en aquellos vestidores─Señala con el dedo.
─Bien─
El chico camino hasta uno de los vestidores, al cual ingreso, cerrando la puerta de tras de el. Un segundo después, Lily volteo a ver a Suzumi. No para saber que estaban haciendo esos dos solos, si no para preguntar sobre lo que llevaba en manos.
Era un vestido negro, con su falda de un color entre rosa y rojo. Encima del vestido había una peluca negra, que llamo mucho la atención de Lily.
─Oye Suzumi, ¿Para que ocupas eso? ¿Harás cospley o algo parecido?─Le pregunta mientras señala lo que lleva en manos.
─Espera y veras─Responde, provocando que una chispa de curiosidad se encendiera, tanto en Lily, como en Claud.
Al poco tiempo, Akira salio del vestidor luciendo la ropa que le dieron a probar. Se miraba mas elegante luciendo aquella negra y nueva gabardina, que la que tenia antes. Ademas de que también le daba un toque mas adulto.
─¡Te queda genial!─Comenta Lily.
─Nada mal. Hasta pareces alguien diferente─Agrega Claud.
─Te ves mas guapo que antes─Menciona Suzumi, mirando de pies a cabeza a Akira.
─¿En verdad?─Pregunta mientras se mira a si mismo en uno de los espejos que había en el lugar.─Yo no noto cambios─
─Akira, sabes bien que yo no miento. Y lo que estas chicas te dicen, es verdad─
─Si, bueno... Iré a quitarme esta ropa─
─¿Acaso no te gusto?─Le pregunta Lily, un poco preocupada por su respuesta.
─La ropa esta bien. Por eso me la voy a quitar, para poder comprarla─Responde mientra hace alguna expresiones con las manos.
El chico camina hacia el vestidor, del cual había salido, volviendo a ingresar al interior. Lily parecía contenta, y su sonrisa lo expresaba, llamo la atención de Claud.
─¿Por que sonríes?─Pregunto lo mas neutro posible.
─Por nada. Solo que, Akira parece ser una persona bastante simple al mi parecer─
Volteando hacia donde Suzumi, Claud quería saber acerca de aquel vestido que la chica albina llevaba en manos.
─Oye Lily, ¿Donde se metió Suzumi?─
La respuesta no vino de la voz de Lily, si no, de la de Akira. El cual, recordemos, esta en el vestidor... Creo que ya saben lo que quiero decir.
─¡Suzumi, ¿Que haces aquí?!─
─Tranquilo. Solo voy a ayudarte a cambiarte─Le contesta con absoluta normalidad.
─¡¿Ayudarme?! ¡¿Y para que es ese vestido?!─
─... Quería hacerlo por las buenas, pero parece que ya no funcionara. Así que perdóname─
Sonidos como los de un forcejeo se hacia oír a través de la puerta del vestidor, dejando con curiosidad de saber lo que pasaba, a los dos jóvenes que se encontraban afuera.
─¡Suéltame, Suzumi!─Exclamaba Akira con una nerviosa voz.
─¡Si no te dejas de mover esto sera mas difícil!─Tras sus palabras hubieron dos segundos de silencio.─¡Wow! ¡No sabia que llevabas esa monstruosidad ahí abajo!─Dice sorprendida.
─¡¡¡CALLATE!!!─
Un largo silencio apareció, dejando en suspenso el ambiente durante un corto tiempo, hasta que la chica albina, Suzumi, abrió la puerta del vestidor y salio de el con una amplia sonrisa orgullosa de si misma.
─¿Q-que hicieron haya adentro?─Pregunta Claud, imaginándose lo peor.
─Antes que nada... Me gustaría decirles que no esperaba obtener un gran resultado─Menciona la albina.
─¡Si le hiciste algo indebido, juro que haré que la abuela te cuelgue en la sala de re-orientación durante 6 horas seguidas!─Amenaza Lily mientras la señala con su dedo.
─Tranquila señorita "madre". Solo mira lo que he creado─Colocándose a un lado de la puerta, Suzumi mira al interior de la puerta entre abierta.─Ya puedes salir─
─¡No pienso salir así!─Reclama el chico desde dentro del vestidor.
─Oh, vamos Akira, te ves muy lindo. ¿O debería decir, "linda"?─
Suzumi mete la mano al interior del vestidor, sujetando al chico por el brazo y jalándolo hacia afuera, ante la vista de sus amigos. Los rostros de Lily, y Claud, cambiaron a uno de sorpresa absoluta al observar como una hermosa chica de negro cabello salia del vestidor.
Aquel negro vestido, con su falda entre rosa y roja, se ajustaba al cuerpo, marcando muy bien la cintura de aquella chica. Y tras estar confundidos por unos instantes, rápidamente comprendieron de quien se trataba.
─¡¿Akira, eres tu?!─Preguntaron los dos al unisono.
─S-si...─Les responde con timidez, a la vez que sus mejillas se ponen rojas de vergüenza.
─¡¿P-p-pero como cambiaste tanto?!─Pregunta Lily mirando al chico de pies a cabeza.
─Yo te respondo─Dice Suzumi.─Akira parece tener un cuerpo ligeramente femenino. Aun que solo es notable con prendas ajustadas. Y para el cabello use una peluca que combinara con el vestido─Explica con brevedad.
─¡Vaya! ¡En verdad parece una chica!─Comenta Lily.
─Lo se. Si me dijeran que Akira es una chica, yo les creería sin duda. Ademas, su voz es muy suave, y no se puede distinguir si es de chico o chica─
─¡Que vergüenza!─Reclama Akira mientras se cubre su ostro enrojecido con las manos.
Y mientras ellos hablaban, Cluad, ya hacia de rodillas en el suelo, buscando algo con las palmas de las manos.
─¿Y tu que haces?─Le pregunta Suzumi.
─Estoy buscando mi heterosexualidad─
...
─¡Este fue un gran día!─Expresa Suzumi mientras estira sus brazos.
─¡Claro que no! ¡Me obligaste a vestirme como chica!─Reclama Akira, ahora vestido con su nueva ropa.
─Oh vamos. No te ves a molestar por esa pequeñas, ¿Verdad?─
Akira cerro su puño derecho, apretando sus dientas hasta casi hacerlos rechinar, al mismo tiempo, una vena se marcaba en la sien. La expresión en su cara era odio, y si no fuera por sus principios, ya hubiera golpeado a Suzumi desde hace rato.
El grupo de amigos, que ya había salido de la tienda, caminaba por las calles mientras el sol de apoco se iba ocultando a lo lejos. Por adelante de aquellos dos, se encontraban Lily y Cluad, quienes estaban atentos a la discusión de estos dos.
─Bien, dejen de pelear─Dice Cluad.─Mejor vallamos a comer algo─
─Con cuerdo con el─Dice Lily.
Tranquilizándose un poco, la albina chica, el chico con mechones plateados, siguieron ha esos dos hasta entrar a una calle con varios puesto y tiendas de comidas. La cantidad de personas no era nada fuera de lo normal, e incluso, se podría decir que todos los negocios tienen a una buena cantidad de clientela.
Casi al inicio de la calle, había un pequeño puesto callejero que vendía una especie de pan con graciado encima, y como decoración, le colocaban una fresa encima. La que vendía aquellos panes era una joven mujer de cabello rojizo, quien reconoció al grupo de amigos, excluyendo a Akira.
─¡Hola chicos!─Saluda la mujer desde su lugar.
Al oir la voz de la mujer, Suzumi sale corriendo en dirección contraria, regresándose todo el camino hasta perderse en una esquina.
─¡Espera!─Grita Akira.
Apunto de salir corriendo detrás de ella, Lily lo sujeta del largo de la gabardina, impidiendo que avanzara. Akira solo trataba de correr, dando pasos en su sitio, y sin tener ninguna clase de éxito.
─Ya basta Akira. Déjala ir─De dice la chica.
─Pero Lily, Suzumi se fue sin decir nada. ¿No crees que deberíamos preocuparnos un poco por ella?─
─Ella siempre lo hace cuando ve a Rosa. La mujer que atiende aquel puesto─
Mirando con algo de sorpresa, el chico deja de tratar de correr, quedando a merced de la chica, quien lo toma de la mano, y junto a Claud, caminan hasta el puesto.
─Uy, Lily, ¿Quien es tu amiguito?─Pregunta la mujer con una coqueta sonrisa.
─Antes de que comiences a especular sobre la relación que tenemos, deja te lo presento. El es Akira... Ahm...─Pensando, y dándose cuenta de que el chico no poseía apellido, ni un nombre real, Lily no sabia que responder.
─Realmente no sabemos su nombre. Pero Lily le puso Akira para poder dirigirnos a el de alguna forma─Menciona Cluad, ayudando así a su amiga.
─Con que Akira, ¿Eh?─Dice la mujer, mirando con la misma sonrisa de antes al chico.
─Mucho gusto─Dice Akira mientras le extiende la mano.
─Al contrario, el gusto es mio─
Apretando firmemente la mano de Akira, Rosa, la mujer, lo suelta al cabo de unos segundos.
─¿Que van a llevar hoy?─Les pregunta a todos en general.
─Un pan con fresa, por favor─Responde Akira antes que todos.─Seria bueno comprar uno para Suzumi, ¿No?─
─En realidad...─Buscando una buena explicación, la mujer no sabe que decir exactamente.
─Akira, eso es muy amable, y hasta lindo, de tu parte─Comenta Lily.─Pero a Suzumi no le gusta el pan con fresa─
─Entiendo. Entonces la traeré para que pida el suyo─
Antes de poder darse la vuelta, Lily lo detiene, otra vez.
─Creo que no me explique. Ya le hemos llevado panes con otros sabores, pero no se los come. Ademas, simple que nos encontramos con Rosa, sale corriendo sin decir nada─
─¿Y eso a que se debe?─Pregunta confundido por lo que la chica le estaba diciendo.
─Fácil, mi estimado amigo─Habla Claud.─¡Suzumi esta enamorada de Rosa!─
─¿Ella que?─Pregunta la mujer con su rostro enrojeciéndose.
Claud recibe un fuerte golpe en la cabeza por parte de Lily, quien esta algo apenada por el comentario.
─Aun no sabemos si es cierto. Pero de ser así, no deberíamos meternos en su vida─
─Lily, tu haces lo mismo conmigo─Menciona Akira.
La chia se sonroja un poco.
─Pero eso es diferente─Argumente.
Akira voltea a la dirección donde Suzumi había corrido. Por alguna razón, algo dentro de el lo estaba molestando, e insistiendo a buscar a la albina chica.
─Aquí tienes, Akira─Dice la mujer mientras le extiende su orden.
─Yo... Tengo que ir con ella─
Sin voltear hacia el resto, Akira se suelta como pudo del agarre de Lily, saliendo corriendo en la misma dirección que Suzumi. Cluad trato de detenerlo, pero la chica lo detuvo colocando su mano en el hombre de su amigo.
─Déjalo. Es la primera vez que esta tomando decisiones sin que nosotros interfiramos─
Perdiéndose tras una esquina, Akira se casi choca con una señora mayor. Disculpándose con ella, procede a preguntar si no había visto a una chica mas o menos de la misma edad que el, cabello blanco, y con una pálida piel. La mujer negó con la cabeza. Dándole las gracias, continuo su camino.
Girando en esquinas, adentrándose en callejones, y calles con alto trafico de personas, el chico buscaba a su albina amiga, preguntando a las personas por ella. Pero nada. Lo normal seria pensar que la encontraría en el orfanato, pero algo le decía que ella no estaría ahí.
─¡Suzumi, ¿Donde te metiste?!─
...
El sol ya estaba apunto de esconderse tras el circulo de montañas que rodeaba la ciudad. Sentada sobre el tronco caído de un árbol, una albina chica se encontraba observando la puesta del sol con sus ojos tan similares a su cabello.
Se encontraba en una pequeña montaña al otro extremo de la ciudad. La tranquilidad que ahí había la reconfortaba de alguna forma.
"Tengo que dejar de huir así..."─Pensó ella antes de oír unos pasos acercándose desde atrás.
Volteando con calma, la chica observa a un agitado Akira, quien respira de forma profunda, con el sudor de su frente deslizándose por su rostro. Claramente estaba cansado. Con su mano derecha apoyada en el tronco de un árbol que tenia al lado.
─Te encontré, Suzumi─Fueron las palabras que salieron de la boca del chico.
─Hola, Akira. ¿Te mandaron a buscarme?─
El chico niega con la cabeza.
─Vine aquí por mi cuenta─
Con una señal, Suzumi le pide que se siente junto a ella mientras regresa la mirada al sol. Akira camina hasta ella, sentándose a su lado derecho, mirando al suelo. Ahora que estaba ahí... ¿Como se supone que iniciara una conversación?
Había venido sin tener ningún plan en mente. Algo estúpido y descuidado de su parte. No tenia de otra mas que improvisar.
─¿No te parece hermoso?─Pregunta repentinamente Suzumi.
─¿Que cosa?─
─La forma en la que el cielo pasa de celeste, a un escarlata. Es hermoso, ¿No lo crees?─
─Tienes razón... Pero no me gusta que se haga de noche─Comenta Akira.
─¿Y por que no?─
─No lo se. Pero... Cuando caí la noche, me siento... Raro. Como si no perteneciera aquí─Responde mientras observa la su mano derecha, misma en la que tiene esos dos dedos de metal.─¿Lo entiendes?─
─Ja... Ha, ha... ¡Ha, ha, ha!─La chica albina comienza a reírse tratando de cubrirse la boca.
─O-oye, no te burles─Le pide con pena.
─Lo siento, pero me recordaste a mi hermana─
Escuchando sus propias palabras, Suzumi poco a poco deja de reírse, mientras que su rostro toma una seria y triste expresión.
─¿Sabes, Akira? Me agrada estar contigo. Y creo que esta es la primera vez que solo hablamos entre los dos─
─Ademas de ser la primera vez que no tratas de apuñalarme─Comenta.
─¡Ha, ha, ha! Bien dicho─
Hubo un silencio de varios segundos. Pero sin atrasar la razón por la que había buscado a Suzumi, Akira pregunta.
─Dime, ¿Por que saliste corriendo?─
Suzumi piensa un poco ante de responderle.
─Tal vez te hayan dicho que es por que me gusta Rosa. Y quizás tenga algo que ver. Pero la verdadera razón es que... A mi hermana también le gustaba el pan con fresa─
─¿Eso es todo?─
─Suizas no sea la gran cosa para ti... Pero esa fue la ultima cosa que comí junto a ella antes de su muerte. Y me trae malos recuerdos de la guerra─
─¿Guerra?─Pregunta confundido.
─Ah, cierto. No sabes de lo que hablo. Y quizás sea mejor para ti no saber nada acerca del tema─
─Bueno...─
Un pequeño e incomodo silencio apareció entre lo dos, y ninguno sabia que decir para romper dicho silencio.
─Bien─Dice la albina chica.─¿Que te parece si vamos a comprar algunos panes con fresa?─Pregunta Suzumi.
─¿Segura?─
─Pues... No del todo. Pero me gustaría dejar de huir cada vez que veo a Rosa─
Akira sonríe de una forma, un tanto especia, demostrando alegría pese a que sus sonrisa no es tan amplia como se esperaría.
─Entonces vamos. Pero mi pan tiene que tener chocolate encima─
Suzumi, viendo aquella sonrisa, se quedo en blanco por un instante, viendo el Akira, el reflejo de una niña de 10 años, con los mismo ojos, y color de cabello que Suzumi.
─Hey, ¿Te pasa algo?─Pregunta Akira, sacándola de aquella especie de trance en la que se encontraba.
─No es nada─Responde con una dulce sonrisa antes de tomar su mano.─Vallamos rápido, o Rosa se ira sin vendernos ningún pan─
Mientras aquellos jóvenes regresaban a la ciudad por el camino que los llevo hasta aquella pequeña montaña, el sol cada vez se escondía entre las montañas, y conforme su luz desaparecía, la luna, acompañada de las estrellas y la oscuridad, tomaban terreno en el cielo.
No recuerdo que hacia en aquel basurero. Quizás buscando comida entre la basura, o buscando algo para protegerme del frió del invierno. Y entonces, desde el otro lado del callejón, apareciste tu."
─Hola, ¿Que haces aquí afuera en la nieve?─Pregunta un chico de cabello negro con algunos mechones como de plata.
La niña rubia, casi entrando a la pre-adolescencia, se sobresalto al oír la voz de aquel chico, vestido con una vieja gabardina de invierno, la cual tenia algunos agujeros. Contrario a el, ella solo vestía un abrigo que apenas la cubría del frió, y una falda roja que ya le estaba comenzando a quedar chica.
─¡Nada!, yo ya me iba─
Caminando obligada mente hacia donde estaba el chico, la rubia, pasa por a un lado de el, pero este la sujeta e la mano.
─Estas fría. ¿Quieres que te preste mi gabardina?─Ofrece el chico con un tono amigable.
─No hace falta. Solo me iré, ¿De acuerdo?─
─Tonterías─Quitándose la gabardina, se la pone a la rubia como si fuese una capa.─Parece que no has comido durante días. Veré que te consigo. Tu solo quédate aquí─
Tras esas palabras, el chico sale corriendo, dejando atrás a la rubia, quien solo observa como aquel chico desaparece al dar vuelta en una esquina.
"Y ahí te espere bajo la nieve, cubriéndome usando gabardina con la que me arropaste par protegerme del frió. Después de tanto tiempo volvía a sentirme caliente, y sin nada de frió, aun que no se porque me quede esperando por ti.
Ya estaba anocheciendo y yo seguía esperando. Normalmente me iría a buscar algún lugar para pasar la noche, pero decidí esperar un poco mas, y ahí estabas, corriendo hacia mi con una bolsa de papel entre tus manos."
─¡Ya volví!─
"Avisaste tu llegada con una sonrisa en tu rostro. No se por que sonreías, pero de igual forma de agrado. Te de tuviste delante mio y me mostraste lo que conseguiste."
─Mira, traje pan dulce, pan de chocolate, y un poco de leche. Suficiente para dormir con el estomago lleno─
─¿De donde sacaste todo esto?─Pregunta la rubia tratando de ver el interior de la bolsa.
─Lo robe de la panadería, y ahora soy un fugitivo─
─¡¿Que?!─
─Como sea, vayámonos que ya viene los guardias─
Volviéndola a sujetar de la mano, el chico obliga a la rubia a seguirlo mientras corriendo por las calles casi oscuras del pueblo.
─Por cierto niña, mi nombre es Red─Comenta.
─Yoto. Mi nombre es Yoto─Responde de igual forma.
─¿"Yoto"?, ¿Como el material de la tabla periódica?─
La rubia solo lo ve confundida al no entender lo que quiso decir con eso ultimo, y solo asiente para no verse ignorante.
"Desde entonces hemos estado juntos durante un tiempo, consiguiendo dinero y comida, a la vez que nos metíamos en problemas. Bueno, tu te metías en problemas. Vivíamos bien, he incluso, nos unimos con un pequeño grupo de niños callejeros que también se ganaban la vida como podían.
Pero un día, apareció aquel hombre, vestido de negro y con una especie de mascara, o casco de acero, con una linea vertical de color violeta que se encontraba en la mitad. Y desde ese momento, nuestras vidas cambiaron.
Muchos niños lo siguieron, segados por sus promesas de darnos una mejor vida a cambio de ser usados para unos experimentos. Aun no entiendo por que lo seguiste, y por que yo fui contigo, pero lo hizo, cumplió con su promesa.
Sus experimentos no eran nada malo, solo era consumir unas especies de pócimas, y si alguien tenia efectos negativos lo trataba de inmediato, haciendo hasta lo imposible para salvar al niño. Pero todo cambio cuando una noche, cuando comenzó a implantarnos partes metálicas en nuestros cuerpos. Desde eso momento ya no pude verte, y te tenia en una habitación, aislado del resto.
Fueron dos largos meses de tortura. Varios niños murieron, y otros fueron asesinados por desobediencia. De un de repente, los niños que quedaban, se revelaron contra aquel hombre y el personal que trabajaba con el en aquel laboratorio de la quinta capa.
Logre escapar junto a otros, y desde entonces te había estado buscando. Y te encontré..."
...
Unos hilos de aire caliente comenzaron a aparecer entre el ligero espacio de la mano de Akira, y el abdomen de Yoto. El agua alrededor de los hilos se evaporaba, aumentando el tamaño de dichos hilos de aire.
"Me siento decepcionada... Te he buscado por tanto solo para enterarme que me has olvidado. Y ahora, moriré por tus propias manos. Que envida me das. Olvidaste todo lo malo del pasado y ahora vives una mejor vida. Quizás, algún día... Vuelvas a reencontrarte con "ella" "
Aquellos pensamientos se sumergieron en ella al mismo tiempo que una potente ráfaga de aire caliento comprimido, con un diámetro de casi dos metros, fuese disparado desde la palma de la mano del chico, envolviéndola por completo.
Una esfera de fuego apareció en el interior de la ráfaga de aire. El fuego estaba siendo alimentado por algo, pero sea lo que sea, desapareció junto con sus llamas, sin dejar ni rastros de cenizas a su paso.
La ráfaga comenzó a perder potencia acabo de 20 segundos hasta convertirse en un delgado hilo de aire que desapareció de un momento al otro. Los ojos carmesíes de Akira regresaron a su tono natural, al mismo tiempo que su mano expulsaba unos delgados hilos de humo.
Un silbido, algo familiar para el, resonó desde lo alto del cielo. Al alzar la vista se encontró con una luminosa estela roja, y detrás de ella, dos mas le siguieron, casi saliendo al unisono desde atrás las copas de los arboles. Entre ellas, una estela verde resaltaba por ser la única en el cielo.
Eran bengalas. Las mismas que iniciaron las pruebas hacia ya horas atrás. Y desde su derecha, a un par de metros de el, una voz familiar grito su nombre.
─¡Akira!─
Tan pronto como volteo, pudo ver el joven rostro de aquel Silbato Azul al que se dirigían todos con tanto respeto. Duke, el encargado, estaba parado frente a unos arbustos, mismo de los que el chic había salido. Aquel joven hombre sujetaba una pistola roja en su mano derecha, mientras que en la otra, sujetaba una lampara de aceite.
─Encargado...─Dijo con voz cansada.
Como si un interruptor dentro de el se hubiera apagado, Akira callo de cara al suelo, perdiendo por completo lo que le quedaba de conciencia. Duke corrió deprisa hacia el sin poder evitar que cayera. Dejando la lampara en el suelo, se arrodilla a su lado y levanta la mitad superior del chico con su brazo libre.
Abriendo la pistola roja que llevaba, saca una especie de capsula con sus costados rojos, y en cambio introduce una de color verde, volviéndola a cerra, apuntando al cielo, y jalando del gatillo dejando que aquella estela verdee suba hasta el cielo, acompañado de su peculiar silbido.
...
El sol salia desde atrás de las montañas las altas, disipando las pocas nubes que quedaban, y reflejando su luz en los charcos de agua que se encontraban en las calles. Iluminando la montaña donde las pruebas habían sido realizadas. Una extraña aula rodeaba la montaña, dándole una sensación espectral.
Entrando atraves de una de las ventanas del orfanato, la luz toco el rostro lastimado de Akira, el cual tenia varias gasas cubriendo sus heridas. Despertando, y sin abrir los ojos, el chico siente una presión sobre su pecho al mismo tiempo que escucha una ligera respiración, como si alguien estuviera durmiendo.
Al abrir los ojos, se encuentra con el hermoso cabello marrón de Lily, quien estaba arrodillada en el suelo apoyando su cabeza sobre el.
"Parece que paso toda noche cuidándome"─Pensó el chico.
Sentado sobre una silla, se encontraba Claud, quien con los brazos cruzados, se había quedado dormido desde quien sabe cuando. Mientras que sentada en el suelo, apoyando su espalda con el costado de la cama, Suzumi dormía tranquilamente con un poco de baba saliendo de su boca. Todos vestían ropas casuales. Lily con su vestido blanco, Suzumi con una blusa rosada y una blanca falda, Y Calud con un pantalón color mostaza, y una sudadera con el cierre abierto, revelando una camiseta blanca.
"Ellos también. Tengo que darles las gracias cuando pueda"
Con unas palmadas a la cabeza de Lily, hace que esta abra los ojos, volteando a verlo directamente, estableciendo un contacto visual. Parecía estar confundida, y también algo dormida.
─Buenos días, Lily─Le saluda con una sonrisa amigable.
Su confusión lentamente se volvió emoción al mismo tiempo que su rostro lo reflejaba, y el sueño se desvanecía, convirtiese en alegría.
─¡¡Akira!!─
Como pudo lo abrazo, hundiendo su cara en el pecho del chico, quien solo respondió con otro abrazo. El grito emocionado de Lily despertó a Suzumi, quien estaba mas cerca, al ver lo que sucedía, corrió a despertar a Claud, moviendo lo por los hombros.
─Que bien que ya despertaste. Empezaba a creer que no lo harías─Comenta Lily sin despegar su cara del pecho de Akira.
─¿Eh?, ¿Por cuanto dormí?─
─Una semana y tres días─Le responde Claud mientras estiraba su cuerpo tenso por la mala forma en la que durmió.
─¡¿Que?! ¡Es broma, ¿Verdad?!─
─No. Realmente has dormido todo ese tiempo, y yo lo aproveche para apuñalarte con este cuchillo─Contesta la Suzumi mostrando en su mano el cuchillo con el que apuñalo al, ahora consiente, Akira.
Poniendo una cara de preocupación, e imaginando la cara de Suzumi mientras lo apuñalaba, el chico llama la atención de Lily con unas palmadas en la cabeza.
─¿Enserio dejaron que esta loca me apuñalara?─
Ella solo le responde con una tonta sonrisa mientras se levanta del suelo, alejándose de el, y estirando un poco su cuerpo.
─En realidad lo hacia mientras nosotros dormíamos. Nos toco hacer guardia para que no lo volviera hacer. Pero no funciono por que al fin y acabo caíamos dormidos─
─Vaya guardia que tenia─Dice con un tono sarcástico.
Poniéndose de pie sobre el suelo, Akira hace lo mismo que Lily, y con la vista busca su gabardina, la cual estaba colgada en el respaldo de la cama de Lily. Observando el lugar donde Akira tenia puesto sus ojos, Suzumi predice lo que el chico estaba por hacer, y antes de que pudiera dar un paso, ella hablar.
─Oye Akira, ahora que lo pienso, solo tienes la ropa del orfanato, el uniforme colegial, el uniforme de invasor, y la vestimenta con la que te encontraron.─Comenta mientras se inclina un poco hacia delante.
─Ahm... Si, ¿Y eso que?─
─¿No es obvio? Necesitas ropa nueva─Menciona Lily.
─Si, así es. Por eso te llevaremos a comprar ropa, y quizás perder el tiempo haciendo algunas estupideces─Agrega Suzumi.
Antes de poder responder, Akira es sujetado del brazo derecho por Lily, quien junto a Suzumi, caminan hasta la puerta de la habitación. Sujetando a Claud del gorro e la sudadera, akira lo obliga a seguirlo.
─No pienso quedarme solo con estas locas─Comenta Akira.
─Lo se. Tenia pensado ir con ustedes, así que por favor suéltame─
Antes de tan siquiera poder salir del orfanato, el encargado se topo con ellos, y los mando directamente al comedor para desayunar. Sobre todo a Akira. Luego del desayuno ahora si que si ya podían irse a comprar ropa, pero antes Akira tenia que quitarse el sucio uniforme de invasión. Opto por ponerse su gabardina y un pantalón azul marino que Claud le presto. Con estomago lleno, y vestidos de forma casual, salieron a la ciudad.
...
Mientras caminaban por las calles, un tanto fría, de la ciudad, el grupo de amigos se paseaba tranquilamente mientras observaba los alrededores en busca de algo que llamara su atención. Las calles estaba un tanto llenas de personas, quienes hacían las compras, o se dirigían a algún lugar.
Suzumi caminaba a la derecha de Akira, quien se notaba nervioso al estar rodeado de muchas personas. Quizás sea por las miradas que recibe al llevar una venda que rodea toda su cabeza, o por sus dos dedos de metal. Al lado de el, y mirando observando su comportamiento, Lily caminaba lo mas cerca de el para, de alguna forma, ayudarlo con sus nervios. A su vez, Claud, disimuladamente se acercaba a Lily, tratando de estar lo mas pegado a ella.
Akira volteo a ver a Lily, dedicándole una amigable, pero nerviosa, sonrisa. Ella le respondió colocando su mano derecha sobre en su hombro izquierdo.
─Estas muy tenso. Solo vamos a comprar ropa. Así que relájate, ¿De acuerdo?─Le dice tranquilamente.
─Si tu lo dices...─
─Lo peor que te podría pasar es que te pierdas y ya nunca te volvamos a encontrar─Agrega Suzumi.
Los nervios de Akira aumentaron gracias a eso, y como un mero reflejo, sujeto la mano de Lily como una medida de seguridad. Claud se sintió raro al ver la reacción que tuvo Akira, sobre todo la de Lily, quien parecía estar sujetando firmemente la mano del chico.
─Oye Suzumi, no debería jugar así con Aki─Se queja ella.
─Y tu no deberías de comportarte como si fueras su madre─Comenta.
─Ella tiene razón─Agrega Claud, apoyando a Suzumi.─Akira no es un niño como para que lo estés cuidando─
─¡Pero si no lo hago yo, no lo haría nadie!─Responde con en tono molesto.
─Oigan, dejen de discutir. Es vergonzoso que todos nos estén mirando─Pide un nervioso Akira que observa como las miradas de las personas se dirige al grupo de amigos.
Suspirando, y poniéndole punto final a la discusión, Lily sujeta con mas firmeza la mano de Akira, comenzando a correr y a obligarlo a seguirla.
─¡El ultimo en llegar a la tienda de ropa lavara los platos de la cena!─Grita la chica.
─¡Oye, eso te toca a ti!─Reclama Suzumi.
─Aquí vamos de nuevo─Se dice Claud.
...
El grupo de amigos se detiene delante de una tienda de ropa, la cual, tiene dos puertas de cristal, las cuales, están abierta hacia el interior. Los primeros en llegar fueron Lily y Akira, quienes ademas de llevar metros de ventaja, aplicaron un truco para cansarse menos. Bueno, únicamente Lily.
El truco era que ella se subiera en la espalda de Akira, y que este, la carga hasta la tienda. Todo eso mientras el chico corría, por lo que ella casi no se canso. Mientras que Claud y Suzumi, si que llegaron cansados. Mas bien, agitados.
─No se vale Lily. Usaste a Akira para tu beneficio─Reclama la albina.
─Claro que no. Ademas, fue el quien me propuso la idea─Comenta mientras se bajaba de Akira.
─¿Eso es verdad?─Le pregunta Claud.
─Oh, mira, ese abrigo me llama mucho la atención─Dice Akira, cambiando el tema lo mas rápido posible.─Iré a echarle un vistazo─
Siendo el primero en entrar, a paso rápido, se aparta del grupo para evadir a la pregunta de Claud. Lily le sonríe con respeto y orgullo mientras lo sigue desde atrás.
─¡Oye, eso fue una apuñalada por la espalda!─Le reclama Claud.
─Esos dos hacen buena pareja─Opina Suzumi mientra camina al interior de la tienda, dejando algo pensativo a Claud.─Vayamos con ellos─
Una vez dentro de aquella tienda, cada quien se fue por su lado, adentrándose en los distintos pasillos que exhibían sus mejores prendas. Sacos echos de pieles de animales, abrigos, gabardinas, vestidos, chaquetas, y mucho mas, podía verse en los primeros cinco pasillos.
La tienda, mirándola desde el exterior, no parece ser muy grande. Pero desde dentro, es otra cosa. Inclusive tiene un piso debajo del suelo, al cual, solo se puede acceder atraves de unas escaleras en espiral.
Bagando entre los pasillos con sus ojos moviéndose de un lado al otro, observando cada prenda de ropa, Akira se adentraba cada vez mas y mas a lo profundo de la tienda. Buscando algo que llamara su atención, el chico se detuve a mitad de un pasillo, tomando con su mano la manga de un suéter con botones dorados.
─¡Buuu!─
Saliendo de entre la ropa, Suzumi hace acto de presencia, asustando a Akira, quien suelta un grito de sorpresa al mismo tiempo que da un salto hacia atrás.
─¡¿Que te pasa estúpida?!─Exclama.
─Eso me ofendió muchísimo─Responde ella con sarcasmo.
─Si, si, como sea. ¿No deberías de estar con los demás?─
─Lo mismo te digo yo─
Antes de poder contestarle, la voz de Claud se hace oír desde el inicio de aquel pasillo.
─Ustedes dos, vengan aquí─
Caminando hacia el, comienzan a seguirlo hasta estar cerca de unos vestidores, donde, sentada en unas pequeñas bancas de madera, se encontraba Lily sujetando algunas prendas de ropa entre sus brazos.
─Listo, ya los traje─Avisa Claud.
─Genial. Akira, encontré esto para ti─Dice, mostrando le al mismo tiempo, algunas prendas de ropas.
Sujetando aquellas prendas entre sus manos, Akira rápidamente se da cuenta de que se trata de una gabardina como la que lleva puesta, solo que esta no tiene esos parches negros cosidos a mano. Ademas de un pantalón negro con bolsas de cierres.
─Ve y pruébate las en aquellos vestidores─Señala con el dedo.
─Bien─
El chico camino hasta uno de los vestidores, al cual ingreso, cerrando la puerta de tras de el. Un segundo después, Lily volteo a ver a Suzumi. No para saber que estaban haciendo esos dos solos, si no para preguntar sobre lo que llevaba en manos.
Era un vestido negro, con su falda de un color entre rosa y rojo. Encima del vestido había una peluca negra, que llamo mucho la atención de Lily.
─Oye Suzumi, ¿Para que ocupas eso? ¿Harás cospley o algo parecido?─Le pregunta mientras señala lo que lleva en manos.
─Espera y veras─Responde, provocando que una chispa de curiosidad se encendiera, tanto en Lily, como en Claud.
Al poco tiempo, Akira salio del vestidor luciendo la ropa que le dieron a probar. Se miraba mas elegante luciendo aquella negra y nueva gabardina, que la que tenia antes. Ademas de que también le daba un toque mas adulto.
─¡Te queda genial!─Comenta Lily.
─Nada mal. Hasta pareces alguien diferente─Agrega Claud.
─Te ves mas guapo que antes─Menciona Suzumi, mirando de pies a cabeza a Akira.
─¿En verdad?─Pregunta mientras se mira a si mismo en uno de los espejos que había en el lugar.─Yo no noto cambios─
─Akira, sabes bien que yo no miento. Y lo que estas chicas te dicen, es verdad─
─Si, bueno... Iré a quitarme esta ropa─
─¿Acaso no te gusto?─Le pregunta Lily, un poco preocupada por su respuesta.
─La ropa esta bien. Por eso me la voy a quitar, para poder comprarla─Responde mientra hace alguna expresiones con las manos.
El chico camina hacia el vestidor, del cual había salido, volviendo a ingresar al interior. Lily parecía contenta, y su sonrisa lo expresaba, llamo la atención de Claud.
─¿Por que sonríes?─Pregunto lo mas neutro posible.
─Por nada. Solo que, Akira parece ser una persona bastante simple al mi parecer─
Volteando hacia donde Suzumi, Claud quería saber acerca de aquel vestido que la chica albina llevaba en manos.
─Oye Lily, ¿Donde se metió Suzumi?─
La respuesta no vino de la voz de Lily, si no, de la de Akira. El cual, recordemos, esta en el vestidor... Creo que ya saben lo que quiero decir.
─¡Suzumi, ¿Que haces aquí?!─
─Tranquilo. Solo voy a ayudarte a cambiarte─Le contesta con absoluta normalidad.
─¡¿Ayudarme?! ¡¿Y para que es ese vestido?!─
─... Quería hacerlo por las buenas, pero parece que ya no funcionara. Así que perdóname─
Sonidos como los de un forcejeo se hacia oír a través de la puerta del vestidor, dejando con curiosidad de saber lo que pasaba, a los dos jóvenes que se encontraban afuera.
─¡Suéltame, Suzumi!─Exclamaba Akira con una nerviosa voz.
─¡Si no te dejas de mover esto sera mas difícil!─Tras sus palabras hubieron dos segundos de silencio.─¡Wow! ¡No sabia que llevabas esa monstruosidad ahí abajo!─Dice sorprendida.
─¡¡¡CALLATE!!!─
Un largo silencio apareció, dejando en suspenso el ambiente durante un corto tiempo, hasta que la chica albina, Suzumi, abrió la puerta del vestidor y salio de el con una amplia sonrisa orgullosa de si misma.
─¿Q-que hicieron haya adentro?─Pregunta Claud, imaginándose lo peor.
─Antes que nada... Me gustaría decirles que no esperaba obtener un gran resultado─Menciona la albina.
─¡Si le hiciste algo indebido, juro que haré que la abuela te cuelgue en la sala de re-orientación durante 6 horas seguidas!─Amenaza Lily mientras la señala con su dedo.
─Tranquila señorita "madre". Solo mira lo que he creado─Colocándose a un lado de la puerta, Suzumi mira al interior de la puerta entre abierta.─Ya puedes salir─
─¡No pienso salir así!─Reclama el chico desde dentro del vestidor.
─Oh, vamos Akira, te ves muy lindo. ¿O debería decir, "linda"?─
Suzumi mete la mano al interior del vestidor, sujetando al chico por el brazo y jalándolo hacia afuera, ante la vista de sus amigos. Los rostros de Lily, y Claud, cambiaron a uno de sorpresa absoluta al observar como una hermosa chica de negro cabello salia del vestidor.
Aquel negro vestido, con su falda entre rosa y roja, se ajustaba al cuerpo, marcando muy bien la cintura de aquella chica. Y tras estar confundidos por unos instantes, rápidamente comprendieron de quien se trataba.
─¡¿Akira, eres tu?!─Preguntaron los dos al unisono.
─S-si...─Les responde con timidez, a la vez que sus mejillas se ponen rojas de vergüenza.
─¡¿P-p-pero como cambiaste tanto?!─Pregunta Lily mirando al chico de pies a cabeza.
─Yo te respondo─Dice Suzumi.─Akira parece tener un cuerpo ligeramente femenino. Aun que solo es notable con prendas ajustadas. Y para el cabello use una peluca que combinara con el vestido─Explica con brevedad.
─¡Vaya! ¡En verdad parece una chica!─Comenta Lily.
─Lo se. Si me dijeran que Akira es una chica, yo les creería sin duda. Ademas, su voz es muy suave, y no se puede distinguir si es de chico o chica─
─¡Que vergüenza!─Reclama Akira mientras se cubre su ostro enrojecido con las manos.
Y mientras ellos hablaban, Cluad, ya hacia de rodillas en el suelo, buscando algo con las palmas de las manos.
─¿Y tu que haces?─Le pregunta Suzumi.
─Estoy buscando mi heterosexualidad─
...
─¡Este fue un gran día!─Expresa Suzumi mientras estira sus brazos.
─¡Claro que no! ¡Me obligaste a vestirme como chica!─Reclama Akira, ahora vestido con su nueva ropa.
─Oh vamos. No te ves a molestar por esa pequeñas, ¿Verdad?─
Akira cerro su puño derecho, apretando sus dientas hasta casi hacerlos rechinar, al mismo tiempo, una vena se marcaba en la sien. La expresión en su cara era odio, y si no fuera por sus principios, ya hubiera golpeado a Suzumi desde hace rato.
El grupo de amigos, que ya había salido de la tienda, caminaba por las calles mientras el sol de apoco se iba ocultando a lo lejos. Por adelante de aquellos dos, se encontraban Lily y Cluad, quienes estaban atentos a la discusión de estos dos.
─Bien, dejen de pelear─Dice Cluad.─Mejor vallamos a comer algo─
─Con cuerdo con el─Dice Lily.
Tranquilizándose un poco, la albina chica, el chico con mechones plateados, siguieron ha esos dos hasta entrar a una calle con varios puesto y tiendas de comidas. La cantidad de personas no era nada fuera de lo normal, e incluso, se podría decir que todos los negocios tienen a una buena cantidad de clientela.
Casi al inicio de la calle, había un pequeño puesto callejero que vendía una especie de pan con graciado encima, y como decoración, le colocaban una fresa encima. La que vendía aquellos panes era una joven mujer de cabello rojizo, quien reconoció al grupo de amigos, excluyendo a Akira.
─¡Hola chicos!─Saluda la mujer desde su lugar.
Al oir la voz de la mujer, Suzumi sale corriendo en dirección contraria, regresándose todo el camino hasta perderse en una esquina.
─¡Espera!─Grita Akira.
Apunto de salir corriendo detrás de ella, Lily lo sujeta del largo de la gabardina, impidiendo que avanzara. Akira solo trataba de correr, dando pasos en su sitio, y sin tener ninguna clase de éxito.
─Ya basta Akira. Déjala ir─De dice la chica.
─Pero Lily, Suzumi se fue sin decir nada. ¿No crees que deberíamos preocuparnos un poco por ella?─
─Ella siempre lo hace cuando ve a Rosa. La mujer que atiende aquel puesto─
Mirando con algo de sorpresa, el chico deja de tratar de correr, quedando a merced de la chica, quien lo toma de la mano, y junto a Claud, caminan hasta el puesto.
─Uy, Lily, ¿Quien es tu amiguito?─Pregunta la mujer con una coqueta sonrisa.
─Antes de que comiences a especular sobre la relación que tenemos, deja te lo presento. El es Akira... Ahm...─Pensando, y dándose cuenta de que el chico no poseía apellido, ni un nombre real, Lily no sabia que responder.
─Realmente no sabemos su nombre. Pero Lily le puso Akira para poder dirigirnos a el de alguna forma─Menciona Cluad, ayudando así a su amiga.
─Con que Akira, ¿Eh?─Dice la mujer, mirando con la misma sonrisa de antes al chico.
─Mucho gusto─Dice Akira mientras le extiende la mano.
─Al contrario, el gusto es mio─
Apretando firmemente la mano de Akira, Rosa, la mujer, lo suelta al cabo de unos segundos.
─¿Que van a llevar hoy?─Les pregunta a todos en general.
─Un pan con fresa, por favor─Responde Akira antes que todos.─Seria bueno comprar uno para Suzumi, ¿No?─
─En realidad...─Buscando una buena explicación, la mujer no sabe que decir exactamente.
─Akira, eso es muy amable, y hasta lindo, de tu parte─Comenta Lily.─Pero a Suzumi no le gusta el pan con fresa─
─Entiendo. Entonces la traeré para que pida el suyo─
Antes de poder darse la vuelta, Lily lo detiene, otra vez.
─Creo que no me explique. Ya le hemos llevado panes con otros sabores, pero no se los come. Ademas, simple que nos encontramos con Rosa, sale corriendo sin decir nada─
─¿Y eso a que se debe?─Pregunta confundido por lo que la chica le estaba diciendo.
─Fácil, mi estimado amigo─Habla Claud.─¡Suzumi esta enamorada de Rosa!─
─¿Ella que?─Pregunta la mujer con su rostro enrojeciéndose.
Claud recibe un fuerte golpe en la cabeza por parte de Lily, quien esta algo apenada por el comentario.
─Aun no sabemos si es cierto. Pero de ser así, no deberíamos meternos en su vida─
─Lily, tu haces lo mismo conmigo─Menciona Akira.
La chia se sonroja un poco.
─Pero eso es diferente─Argumente.
Akira voltea a la dirección donde Suzumi había corrido. Por alguna razón, algo dentro de el lo estaba molestando, e insistiendo a buscar a la albina chica.
─Aquí tienes, Akira─Dice la mujer mientras le extiende su orden.
─Yo... Tengo que ir con ella─
Sin voltear hacia el resto, Akira se suelta como pudo del agarre de Lily, saliendo corriendo en la misma dirección que Suzumi. Cluad trato de detenerlo, pero la chica lo detuvo colocando su mano en el hombre de su amigo.
─Déjalo. Es la primera vez que esta tomando decisiones sin que nosotros interfiramos─
Perdiéndose tras una esquina, Akira se casi choca con una señora mayor. Disculpándose con ella, procede a preguntar si no había visto a una chica mas o menos de la misma edad que el, cabello blanco, y con una pálida piel. La mujer negó con la cabeza. Dándole las gracias, continuo su camino.
Girando en esquinas, adentrándose en callejones, y calles con alto trafico de personas, el chico buscaba a su albina amiga, preguntando a las personas por ella. Pero nada. Lo normal seria pensar que la encontraría en el orfanato, pero algo le decía que ella no estaría ahí.
─¡Suzumi, ¿Donde te metiste?!─
...
El sol ya estaba apunto de esconderse tras el circulo de montañas que rodeaba la ciudad. Sentada sobre el tronco caído de un árbol, una albina chica se encontraba observando la puesta del sol con sus ojos tan similares a su cabello.
Se encontraba en una pequeña montaña al otro extremo de la ciudad. La tranquilidad que ahí había la reconfortaba de alguna forma.
"Tengo que dejar de huir así..."─Pensó ella antes de oír unos pasos acercándose desde atrás.
Volteando con calma, la chica observa a un agitado Akira, quien respira de forma profunda, con el sudor de su frente deslizándose por su rostro. Claramente estaba cansado. Con su mano derecha apoyada en el tronco de un árbol que tenia al lado.
─Te encontré, Suzumi─Fueron las palabras que salieron de la boca del chico.
─Hola, Akira. ¿Te mandaron a buscarme?─
El chico niega con la cabeza.
─Vine aquí por mi cuenta─
Con una señal, Suzumi le pide que se siente junto a ella mientras regresa la mirada al sol. Akira camina hasta ella, sentándose a su lado derecho, mirando al suelo. Ahora que estaba ahí... ¿Como se supone que iniciara una conversación?
Había venido sin tener ningún plan en mente. Algo estúpido y descuidado de su parte. No tenia de otra mas que improvisar.
─¿No te parece hermoso?─Pregunta repentinamente Suzumi.
─¿Que cosa?─
─La forma en la que el cielo pasa de celeste, a un escarlata. Es hermoso, ¿No lo crees?─
─Tienes razón... Pero no me gusta que se haga de noche─Comenta Akira.
─¿Y por que no?─
─No lo se. Pero... Cuando caí la noche, me siento... Raro. Como si no perteneciera aquí─Responde mientras observa la su mano derecha, misma en la que tiene esos dos dedos de metal.─¿Lo entiendes?─
─Ja... Ha, ha... ¡Ha, ha, ha!─La chica albina comienza a reírse tratando de cubrirse la boca.
─O-oye, no te burles─Le pide con pena.
─Lo siento, pero me recordaste a mi hermana─
Escuchando sus propias palabras, Suzumi poco a poco deja de reírse, mientras que su rostro toma una seria y triste expresión.
─¿Sabes, Akira? Me agrada estar contigo. Y creo que esta es la primera vez que solo hablamos entre los dos─
─Ademas de ser la primera vez que no tratas de apuñalarme─Comenta.
─¡Ha, ha, ha! Bien dicho─
Hubo un silencio de varios segundos. Pero sin atrasar la razón por la que había buscado a Suzumi, Akira pregunta.
─Dime, ¿Por que saliste corriendo?─
Suzumi piensa un poco ante de responderle.
─Tal vez te hayan dicho que es por que me gusta Rosa. Y quizás tenga algo que ver. Pero la verdadera razón es que... A mi hermana también le gustaba el pan con fresa─
─¿Eso es todo?─
─Suizas no sea la gran cosa para ti... Pero esa fue la ultima cosa que comí junto a ella antes de su muerte. Y me trae malos recuerdos de la guerra─
─¿Guerra?─Pregunta confundido.
─Ah, cierto. No sabes de lo que hablo. Y quizás sea mejor para ti no saber nada acerca del tema─
─Bueno...─
Un pequeño e incomodo silencio apareció entre lo dos, y ninguno sabia que decir para romper dicho silencio.
─Bien─Dice la albina chica.─¿Que te parece si vamos a comprar algunos panes con fresa?─Pregunta Suzumi.
─¿Segura?─
─Pues... No del todo. Pero me gustaría dejar de huir cada vez que veo a Rosa─
Akira sonríe de una forma, un tanto especia, demostrando alegría pese a que sus sonrisa no es tan amplia como se esperaría.
─Entonces vamos. Pero mi pan tiene que tener chocolate encima─
Suzumi, viendo aquella sonrisa, se quedo en blanco por un instante, viendo el Akira, el reflejo de una niña de 10 años, con los mismo ojos, y color de cabello que Suzumi.
─Hey, ¿Te pasa algo?─Pregunta Akira, sacándola de aquella especie de trance en la que se encontraba.
─No es nada─Responde con una dulce sonrisa antes de tomar su mano.─Vallamos rápido, o Rosa se ira sin vendernos ningún pan─
Mientras aquellos jóvenes regresaban a la ciudad por el camino que los llevo hasta aquella pequeña montaña, el sol cada vez se escondía entre las montañas, y conforme su luz desaparecía, la luna, acompañada de las estrellas y la oscuridad, tomaban terreno en el cielo.
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