Prefacio
Capítulo 1 - Estilo de vida
Capítulo 2 - Aventuras de bar
Capítulo 3 - Peligro
Capítulo 4 - Inesperado
Capítulo 5 - El encuentro
Capítulo 6 - Conocerte
Capítulo 7 - Partida de tennis
Capítulo 8 - Consecuencias
Capítulo 9 - Londres
Capítulo 10 - Nudos
Capítulo 11 - Sensaciones
Capítulo 12 - Comprender
Capítulo 13 - Parque acuático
Capítulo 14 - Reencuentro
Capítulo XV - Reencuentro (2)
Capítulo XXVI - Olvido
Capítulo 13 - Parque acuático

Briggite

Al día siguiente decidimos ir a un teatro está en cartelera en el Theatre royal un clásico "La vida es sueño" de Pedro Calderón de la Barca y he acá un comentario de mi muy afable amigo de la vida "Justo lo que me faltaba, ya esta batalla la tengo perdida", sonrío y sin más entramos, de hecho no se durmió, notó la profundidad de la obra al instante. La estamos pasando sensacional esta semana, realmente necesitaba ese respiro. Tengo unos contactos por acá y nos la hemos pasado en bares y fiestas que nos han invitado, en otros días Rich se ha paseado con fans que se mueren por sus huesitos, no te engañes, detrás de esos vestidos Gucchi y bolsos Prada se esconden mujeres capaces de hacer cosas que nos podemos imaginar, pero al estar a su lado se muestran algo renuentes y les hacen preguntas cordiales, ya que Rich tiene una base de seguidores en sus redes de millones, raro es quien no lo conozca. Son más los momentos que estamos solos, hablando de todo un poco y contándonos detalles del pasado, Rich es lo mejor que me ha pasado, y no sé como pude dejarlo ir en ese entonces, ese fue el comienzo. Hicimos un picnic en Hide Park con todo y canastas incluidas, alquilamos un auto y fuimos a buscar todo lo que necesitábamos al súper. Nos pusimos a contemplar el atardecer y con un pequeño speaker pusimos I took a pill in Ibiza y 24k magic de Mike Postner y Bruno Mars respectivamente, entre otras, decidimos hacer un playlist entre nosotros dos agregando nuestros favoritos. Richie me ha enseñado a cocinar y preparar cosas, mi posición acomodada no me permitió aprender esa clase de cosas, aún así cuando estamos juntos es él quien lo hace porque me gusta la forma en que me atiende, me mima, y yo igual multiplicado por diez. Le hice todo ese daño antes, dedicaré mi vida a reparar mis errores, porque no sé como despedirme, porque no quiero ser una cobarde nunca más.

Al día siguiente, solo faltando un día más para regresar al trabajo y luego de varias horas de drama entre quien bebe más o creando hipotéticamente el mejor recuerdo que podamos hacer en nuestra visita a Inglaterra pasamos a los parques de Southport Pleasureland; un lugar sacado de la imaginación de Disney World con la sutil diferencia que hay castillos, cien atracciones disponibles, está cerca del mar y todos los toboganes tienen acceso a las maravillosas vistas desde arriba, y en este día en particular el sol brilla intensamente, el calor es azotador y a pesar de eso estamos acá, seguramente sería el unico lugar al cual ir en un día como este. En mi vida había visto a un Richie tan inocente, tan audaz, me dejo arremolinar por esas sensaciones, y vuelvo a sentirme una niña otra vez, pero no contábamos con algo.

—No me digas que...

—Si, es un parque acuático —dice él como si no fuera nada.

—Pero para nada tengo un traje de baño acá.

—Yo tampoco, así que vamos a comprarlos.

Aunque me ha visto en ropa interior, noto un cosquilleo en una zona conocida con la idea de que con su mirar opine sobre mi traje de baño, y mi mente no para de crear elucubraciones e imaginarse cosas, cosas que no sé si pasarán.,o miro de reojo y me pasa por la mente el placer de ver más piel de este amigo que no entiendo como pasó, pero se me sale de las manos tanto éxtasis. En una tienda que hay cerca de allí a unos cuantos metros, el auto se detiene y Richie le dice al chofer designado que nos espere hasta que le toque recojernos, vamos hacia la tienda y compramos nuestros trajes, he escogido el mío en secreto pero no sé si se ha dado cuenta, salimos hacia los vestidores y nos separamos para cambiarnos. Mientras me cambio hay solo unas cuantas chicas acá y me pongo a pensar en que solo quiero que algo que desee con fuerza salga bien, al menos por una vez, poder ser feliz sin tener que preocuparme por volver a caer.


Richie

Descuelgo el celular luego de estar unos minutos hablando con Marcus acerca del evento de gala de anoche, todo ha ido muy bien y verifico la cuenta bancaria desde mi móvil, un espectáculo. Entendí el valor del arte cuando una vez desde niño intenté suicidarme, y pude morir sin ninguna otra consecuencia a través de las canciones, viendo mi sufrimiento reflejado en las vidas de otros, y desde ese momento no me sentí tan solo. Al salir veo a mi amiga particular hecha un pincel, su piel reluce entre ese bikini de dos piezas y para colmo es rosa fuccia , aunque sé que el color favorito de Briggite es el azul oceánico, desconozco la razón del cambio y esas curvas que tanto me gusta ver, su atractivo es indiscutible, y como sé como es ella, ya sé lo que me va a preguntar antes de que lo haga.

—¿Cómo me veo?

—Tan bien como siempre.

—¿Y ni un poco más?

—A ver...

Recojo algunos mechones desordenados de su azabache rizado, los pongo con delicadeza detrás de su oreja.

—Ahora sí, un poco más bella —sonrío levemente, soportando las ganas de reír a carcajadas.

Me dá un codazo.

—Algún día me las pagarás todas.

—¿No fué suficiente con el teatro?

En este importante momento salgo corriendo mientras Brigitte trata de agarrarme a manotazos.

—¡¡¡Espera!!!

Corro hacia la entrada, mientras Brigitte trata de alcanzarme.


Brigitte

Llevo unos minutos caminando sigilosamente por las piscinas pero ni rastro de él, a veces se las dá en graciosillo y hace este tipo de cosas, solo sonrío con la idea. Me siento algo deshidratada así que voy a la cafetería a por algo de beber, opto por un jugo natural de limón en lugar de agua, ya que me parece irónico en un parque acuático ponerse a beber agua. Me siento unos segundos para resfrescarme y me fijo un poco más en los alrededores, me centro en mi vaso y miro un reloj, las 15:07hrs, miro hacia las picinas cercanas, pero con lo grande que es este lugar, si Rich se ha dado la tarea de no ser encontrado la tendrá muy fácil. No doy bien unos pasos hasta que me tocan por el hombro, y tardo unos segundos en reconocerle. 

© Austeen Clark,
книга «El Artista».
Capítulo 14 - Reencuentro
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