CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
capítulo 14
CAPÍTULO 15
Capítulo 16
Capitulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
capítulo 22
Capítulo 23
FIN
CAPÍTULO 11
ses no pude liberarme del fantasma del gato, y
en todo este tiempo nació en mi alma una espe-
cie de sentimiento que se parecía, aunque no lo
era, al remordimiento. Llegué incluso a lamen-
tar la pérdida del animal y a buscar en torno
mío, en los miserables tugurios que a la sazón
frecuentaba, otro favorito de la misma especie y
de facciones parecidas que pudiera sustituirle.
Hallábame sentado una noche, medio atur-
dido, en un bodegón infame, cuando atrajo
repentinamente mi atención un objeto negro
que yacía en lo alto de uno de los inmensos
barriles de ginebra o ron que componían el
mobiliario más importante de la sala. Hacía ya
algunos momentos que miraba a lo alto del
tonel, y me sorprendió no haber advertido el
objeto colocado encima. Me acerqué a él y lo
toqué. Era un gato negro, enorme, tan corpu-
lento como Plutón, al que se parecía en todo
menos en un pormenor: Plutón no tenía un solo
pelo blanco en todo el cuerpo, pero éste tenía
una señal ancha y blanca aunque de forma in...
© ArDnAiK LoOp,
книга «"EL GATO NEGRO"».
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