CAPÍTULO 2
serie normal de causas y de efectos naturalísi-
mos.
La docilidad y humanidad de mi carácter
sorprendieron desde mi infancia. Tan notable
era la ternura de mi corazón, que había hecho
de mí el juguete de mis amigos. Sentía una
auténtica pasión por los animales, y mis padres
me permitieron poseer una gran variedad de
favoritos. Casi todo el tiempo lo pasaba con
ellos, y nunca me consideraba tan feliz como
cuando los daba de comer o los acariciaba. Con
los años aumentó esta particularidad de mi
carácter, y cuando fui hombre hice de ella una
de mis principales fuentes de goce. Aquellos
que han profesado afecto a un perro fiel y sagaz
no requieren la explicación de la naturaleza o
intensidad de los goces que eso puede produ-
cir. En el amor desinteresado de un animal, en
el sacrificio de sí mismo, hay algo que llega
directamente al corazón del que con frecuencia
ha tenido ocasión de comprobar la amistad....
mos.
La docilidad y humanidad de mi carácter
sorprendieron desde mi infancia. Tan notable
era la ternura de mi corazón, que había hecho
de mí el juguete de mis amigos. Sentía una
auténtica pasión por los animales, y mis padres
me permitieron poseer una gran variedad de
favoritos. Casi todo el tiempo lo pasaba con
ellos, y nunca me consideraba tan feliz como
cuando los daba de comer o los acariciaba. Con
los años aumentó esta particularidad de mi
carácter, y cuando fui hombre hice de ella una
de mis principales fuentes de goce. Aquellos
que han profesado afecto a un perro fiel y sagaz
no requieren la explicación de la naturaleza o
intensidad de los goces que eso puede produ-
cir. En el amor desinteresado de un animal, en
el sacrificio de sí mismo, hay algo que llega
directamente al corazón del que con frecuencia
ha tenido ocasión de comprobar la amistad....
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