Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 16
El salón del evento en el Hotel Warwick Le Crystal de Montreal era un espectáculo de luces y colores vibrantes, con una decoración que recordaba a la comunidad LGBT+. Cooper y yo, vestidos de etiqueta, nos movíamos entre los invitados como un susurro, nuestras identidades encubiertas cuidadosamente protegidas. Él llevaba un esmoquin negro, mientras que yo opté por joyas de oro y diamantes con un ceñido vestido largo morado con detalles que brillaban como estrellas, que se mezclaba perfectamente con la temática festiva. La música suave llenaba el aire, mientras los empresarios locales y representantes de marcas de cosméticos, alimentos, bebidas y artículos de cuidado personal conversaban animadamente.

El alcalde de Montreal, un hombre corpulento con una sonrisa calculada, estaba rodeado por figuras clave del evento. Era evidente que su presencia no era casual; su relación con los organizadores parecía más profunda de lo que aparentaba. Cooper me susurró al oído:

—McDowell, observa cómo lo rodean. Esto no es solo un evento social; aquí hay algo más oscuro en juego.

Mientras avanzábamos entre los invitados, nuestras miradas se cruzaron con las mujeres que animaban el evento. Todas tenían rostros desfigurados por cirugías plásticas extremas, un detalle inquietante que parecía ser parte del espectáculo. Sin embargo, había algo perturbador en sus movimientos sobreactuados y en la forma en que evitaban el contacto visual directo.

En un momento dado, Cooper se acercó al área donde estaban expuestos los productos. Fingiendo interés en las líneas de cuidado personal, escuchó una conversación entre dos hombres trajeados. "El alcalde está completamente bajo nuestro control", dijo uno de ellos. "Si no sigue nuestras órdenes, tenemos suficiente dominio para destruir su carrera política y ordenar la eliminación de cualquier insignificancia con los órganos represores a nuestro servicio".

Me acerqué disimuladamente para escuchar mejor mientras Cooper mantenía una fachada de interés y curiosidad. Era evidente que el canal de televisión de Seattle organizador del evento estaba encubriendo y promocionando actividades ilegales vinculadas a la red criminal que investigábamos. Las conexiones entre el alcalde y esta organización eran claras: chantajes y corrupción a cambio de favores.

Cooper me hizo una señal para alejarnos y susurró:

—Esto confirma nuestras sospechas. El alcalde está involucrado hasta el cuello.

Asentí mientras mi mente trabajaba rápidamente para conectar los cabos sueltos. El caso se volvía cada vez más complejo; no solo enfrentábamos a un culto peligroso, sino también a una red de corrupción que llegaba a las altas esferas del poder.

Decidimos mantenernos cerca del alcalde durante el resto del evento, observando cada interacción y tomando nota mental de las personas con las que conversaba. Sabíamos que cualquier movimiento en falso podría poner nuestra misión en peligro.

Cuando la noche llegó a su fin, Cooper y yo salimos del lugar con más preguntas que respuestas, pero también con nuevas pistas para seguir investigando. La red criminal se extendía mucho más allá de lo que habíamos imaginado, y ahora sabíamos que el alcalde era una pieza clave y un eslabón débil, asimismo como el pastor, en todo este intrincado rompe cabezas.

—McDowell—dijo Cooper mientras caminábamos hacia nuestro vehículo encubierto—Tienen al alcalde completamente bajo sus alas y depende totalmente de ellos, eso nos dificulta llegar al cabecilla de culto y desentrañar todo esto.

—No precisamente, para llegar a Sergio Martínez debemos llegar a sus tres hijas y a su esposa.

—Tres chicas muertas violadas—Me recordó pensativo—Y cinco detenidos. ¿Si se trata de un patrón que se repite en círculos una y otra vez?

—Eso parece.

La voz de Cooper tenía un tono serio que rara vez usaba. Seguí caminando hasta nuestro vehículo, sintiendo el peso de nuestra misión sobre mis hombros. Teníamos mucho trabajo por delante y poco tiempo para resolverlo antes de que esta organización, que no paraba, causara más daño.

© Luu Herrera ,
книга «DECEMBER 11».
Коментарі